De fiesta con Miike
Hay ins¨®litas variaciones de tono, alguna incluso suicida, en un conjunto general con predisposici¨®n al caos
Entre los directores que desde sus inicios decidieron dejar de lado la mesura y la autoexigencia para abrazar una suerte de voracidad creativa tan fascinante como obviamente desequilibrada, el japon¨¦s Takashi Miike, 20 pel¨ªculas en los ¨²ltimos 10 a?os, 104 trabajos audiovisuales desde su debut en 1991, quiz¨¢ merezca un cap¨ªtulo aparte. Porque, con independencia de su prol¨ªfico car¨¢cter profesional, ha a?adido una insobornable libertad a sus modos de narraci¨®n y a sus irrefrenables inyecciones de cine de g¨¦nero.
Con las pel¨ªculas de Miike que traspasan fronteras (las buenas), pocas veces...
Entre los directores que desde sus inicios decidieron dejar de lado la mesura y la autoexigencia para abrazar una suerte de voracidad creativa tan fascinante como obviamente desequilibrada, el japon¨¦s Takashi Miike, 20 pel¨ªculas en los ¨²ltimos 10 a?os, 104 trabajos audiovisuales desde su debut en 1991, quiz¨¢ merezca un cap¨ªtulo aparte. Porque, con independencia de su prol¨ªfico car¨¢cter profesional, ha a?adido una insobornable libertad a sus modos de narraci¨®n y a sus irrefrenables inyecciones de cine de g¨¦nero.
Con las pel¨ªculas de Miike que traspasan fronteras (las buenas), pocas veces se puede uno confiar porque el arrebato l¨ªrico, la sorpresa en forma de giro tonal, estil¨ªstico, gen¨¦rico y hasta de formato acecha en el momento m¨¢s insospechado. Y First Love, presentada en la Quincena de Realizadores de Cannes de 2019, es su ¨²ltima muestra: una inclasificable fusi¨®n entre el thriller rom¨¢ntico juvenil, la comedia negra, el cine de yakuzas, el de artes marciales y el gore, que encuentra en el (puntual) borbot¨®n de insolencia creativa su mejor aliado.
Huidiza de cualquier complejidad y trascendencia, la falta de pretensiones del director de, entre otras (muchas) obras, Audition, Ichi The Killer y la saga Dead or Alive, es muy de agradecer en estos tiempos de fingida gravedad. A cambio, y eso tambi¨¦n parece manifiesto, hay que perdonarle su habitual tendencia al deshilvanado narrativo en una serie de tramas alrededor de la trata de blancas, la prostituci¨®n, los secuestros, las mafias, el boxeo, el tr¨¢fico de drogas y la corrupci¨®n policial, con las que no es dif¨ªcil perderse en alg¨²n momento.
En First Love, vigorosa y procaz, hay ins¨®litas variaciones de tono, alguna incluso suicida (una broma on¨ªrica sobre un padre pederasta), en un conjunto general con predisposici¨®n al caos. Pero quiz¨¢ eso sea lo mejor, porque cuando parece que la mente est¨¢ a punto de abandonar entre el delirio, llega la bomba: aqu¨ª, un maravilloso cambio de formato para enfatizar una de sus habituales suspensiones de la verosimilitud, que convierte el instante, y por extensi¨®n a la pel¨ªcula, en una fiesta inolvidable.
FIRST LOVE
Direcci¨®n: Takashi Miike.
Int¨¦rpretes: Masataka Kubota, Nao Omori, Shota Sometani, Jun Murakami.
G¨¦nero: thriller. Jap¨®n, 2019.
Duraci¨®n: 108 minutos