Serpientes y escaleras
El reciclaje econ¨®mico y social parece imposible cuando se ha habitado un piso de lujo que ahora poseen otros
Como en el famoso juego de las serpientes y escaleras, que hunde sus ra¨ªces en la filosof¨ªa hind¨², la sociedad podr¨ªa ser ese tablero por el que se asciende lentamente gracias a las virtudes, representadas por las escaleras, pero por el que tambi¨¦n se puede sucumbir y caer en un hoyo, descenso mucho m¨¢s profundo simbolizado por las serpientes. El protagonista de Hogar, thriller de intriga social de los hermanos Pastor, ha subido siempre en la vida por las escaleras pero va a derrumbarse como una serpiente. Un publicitario de ¨¦xito que, tras la crisis econ¨®mica y la eclosi¨®n de la...
Como en el famoso juego de las serpientes y escaleras, que hunde sus ra¨ªces en la filosof¨ªa hind¨², la sociedad podr¨ªa ser ese tablero por el que se asciende lentamente gracias a las virtudes, representadas por las escaleras, pero por el que tambi¨¦n se puede sucumbir y caer en un hoyo, descenso mucho m¨¢s profundo simbolizado por las serpientes. El protagonista de Hogar, thriller de intriga social de los hermanos Pastor, ha subido siempre en la vida por las escaleras pero va a derrumbarse como una serpiente. Un publicitario de ¨¦xito que, tras la crisis econ¨®mica y la eclosi¨®n de la nueva juventud profesional, ha ca¨ªdo en desgracia.
La extraordinaria Par¨¢sitos nos ha demostrado en los ¨²ltimos meses que una pel¨ªcula coreana de infinita raigambre social pod¨ªa ser universal. Chuparle la sangre al de arriba para intentar conseguir su lugar en el mundo. Cualquiera lo entiende. La obra de Bong Joon-ho, que entroncaba de un modo ins¨®lito con cl¨¢sicos del cine de autor como El sirviente y con peque?as joyas del cine oriental contempor¨¢neo como Hierro 3, siempre con la lucha de clases de por medio, ha demostrado que la envidia admite infinitos matices. En Hogar, que se estrena el pr¨®ximo d¨ªa 25 en Netflix, es el rencor de clase el que domina las acciones de otro vampiro al que el capitalismo salvaje y su propia idiosincrasia han convertido en un psic¨®pata. El reciclaje econ¨®mico y social parece imposible cuando se ha habitado un piso de lujo que ahora poseen otros a los que envidiar. Es la hora del paro, de las impertinentes entrevistas de trabajo, de las condiciones laborales leoninas, de un nuevo piso con grifos, azulejos y persianas que antes eran de los de abajo y ahora son las tuyas. T¨² eres ellos.
Los Pastor, que siempre han mostrado una factura t¨¦cnica impecable y una potente capacidad visual desde La ruta natural, aquel hist¨®rico cortometraje de 2004 dirigido por ?lex, despliegan su relato con interesantes apuntes sociales y a trav¨¦s de un tono de thriller de intriga. Sin embargo, llegado el tramo central de la pel¨ªcula, la cr¨ªtica colectiva va dejando paso al suspense y al golpe de efecto, enlazando as¨ª con aquellos thrillers de los noventa asentados en la tirria por la vida del otro: La mano que mece la cuna; De repente, un extra?o; Mujer blanca soltera busca¡ El cruel retrato del arribismo y de la manipulaci¨®n siguen ah¨ª, pero quiz¨¢ se priorice la sacudida del cine de g¨¦nero por encima del an¨¢lisis de la cotidianidad.
Con un excelente grupo de int¨¦rpretes comandado por Javier Guti¨¦rrez, los Pastor han vuelto con convicci¨®n al largometraje despu¨¦s de siete a?os de series televisivas. Sus ¨²ltimos trabajos en cine, casi como un sarcasmo de nuestra realidad de hoy, hab¨ªan sido las distop¨ªas Infectados (2009) y Los ¨²ltimos d¨ªas (2013). ?Alguien dijo distop¨ªas?
HOGAR
Direcci¨®n: ?lex y David Pastor.
Int¨¦rpretes: Javier Guti¨¦rrez, Mario Casas, Bruna Cus¨ª, Ruth D¨ªaz.
Plataforma: Netflix, a partir del 25 de marzo.
G¨¦nero: 'thriller'. Espa?a, 2020.
Duraci¨®n: 103 minutos.