La contaminaci¨®n educativa

La tradici¨®n del cine franc¨¦s con su educaci¨®n es inexpugnable. En todas las ¨¦pocas y en cualquier estilo; en el cine popular y en la vanguardia, desde Cero en conducta hasta La clase pasando por Los 400 golpes, por citar tres de las esenciales. En los ¨²ltimos a?os, de todos modos, la cantidad quiz¨¢ se haya ido incrementando por una mezcla entre las dificultades reales de su sociedad y la evidente demanda de los espectadores. Los profesores de Saint-Denis, segundo trabajo de la pareja de directores formada por Mehdi Idir y Grand Corps Malade, seud¨®nimo de Fabien Mar...

La tradici¨®n del cine franc¨¦s con su educaci¨®n es inexpugnable. En todas las ¨¦pocas y en cualquier estilo; en el cine popular y en la vanguardia, desde Cero en conducta hasta La clase pasando por Los 400 golpes, por citar tres de las esenciales. En los ¨²ltimos a?os, de todos modos, la cantidad quiz¨¢ se haya ido incrementando por una mezcla entre las dificultades reales de su sociedad y la evidente demanda de los espectadores. Los profesores de Saint-Denis, segundo trabajo de la pareja de directores formada por Mehdi Idir y Grand Corps Malade, seud¨®nimo de Fabien Marsaud, es la ¨²ltima en llegar y se sit¨²a a medio camino entre la producci¨®n de acerado componente social y la pel¨ªcula de aspiraciones populares sin demasiadas complejidades.

Ambientada en un complicado colegio del extrarradio donde se ha tomado la decisi¨®n de colocar a los alumnos m¨¢s problem¨¢ticos en un mismo grupo (el gueto que no moleste, que concentre las preocupaciones en un ¨²nico n¨²cleo y, supuestamente, deje avanzar a los dem¨¢s), Los profesores de Saint-Denis se bifurca en variadas ramas argumentales que, por un lado, no la dejan profundizar del todo en ninguna, aunque, por otro, se acabe ofreciendo una gama social y cultural de notable atractivo: profesores, alumnos, c¨ªrculo de amistades e incluso padres.

Mejor cuanto m¨¢s sincera y menos forzada, tanto en su humor, no siempre natural, como en su direcci¨®n y montaje, con esos subrayados ralent¨ªs en los instantes m¨¢s dram¨¢ticos, la pel¨ªcula de Idir y Marsaud tiene su mejor baza en los indicios de contaminaci¨®n mutua entre grupos: cuando algunos profesores, por familiaridad, hartazgo o dejadez, comienzan a comportarse de un modo tan caprichoso, mezquino e irresponsable como el de los chicos.

Es ah¨ª, junto al tratamiento del interesante grupo de educadores criados en ambientes igual de cuestionables, pero que sacaron la cabeza con voluntad de superaci¨®n, donde la pel¨ªcula apunta mejores se?ales. Lo que hace de ella una obra quiz¨¢ m¨¢s interesante para poner en un aula y establecer un di¨¢logo con todo tipo de sensibilidades sociales y culturales, que una gran pel¨ªcula para el p¨²blico m¨¢s cin¨¦filo.