Las puertas del Thyssen al ¡®Para¨ªso¡¯ vuelven a estar abiertas
El museo regresa a la actividad este s¨¢bado con su colecci¨®n permanente al completo y las muestras temporales con las que cerraron, de Rembrandt y Joan Jonas
Cuando se abrieron las puertas, El Para¨ªso segu¨ªa all¨ª. Ah¨ª estaban los santos, los profetas, los ¨¢ngeles y los Papas, todos en su sitio, impert¨¦rritos, hermosos, flotando sobre las esponjosas nubes que Tintoretto pint¨® en 1588 y que desde hac¨ªa casi tres meses no ten¨ªan a nadie que los mirara. Esas puertas que se abrieron hoy jueves para la prensa lo har¨¢n el s¨¢bado para el p¨²blico general, que podr¨¢ disfrutar tanto de ese majestuoso cuadro, que preside la galer¨ªa de entrada al ...
Cuando se abrieron las puertas, El Para¨ªso segu¨ªa all¨ª. Ah¨ª estaban los santos, los profetas, los ¨¢ngeles y los Papas, todos en su sitio, impert¨¦rritos, hermosos, flotando sobre las esponjosas nubes que Tintoretto pint¨® en 1588 y que desde hac¨ªa casi tres meses no ten¨ªan a nadie que los mirara. Esas puertas que se abrieron hoy jueves para la prensa lo har¨¢n el s¨¢bado para el p¨²blico general, que podr¨¢ disfrutar tanto de ese majestuoso cuadro, que preside la galer¨ªa de entrada al Museo Thyssen-Bornemisza, como del resto de su colecci¨®n permanente.
Se entornar¨¢n, eso s¨ª, con el aforo reducido a un tercio: 1.200 personas como m¨¢ximo que, como asegura con mentalidad de vaso medio lleno Evelio Acevedo, el director gerente de la instituci¨®n, tendr¨¢n as¨ª un ¡°acceso preferente¡± al Para¨ªso y m¨¢s all¨¢: a los taciturnos interiores flamencos de David Teniers, a ese exuberante jard¨ªn rococ¨® de Fragonard donde una dama se columpia bajo las ramas de un ¨¢rbol, a las calles lluviosas del Par¨ªs de Pisarro, a la playa de colores y trazos chillones de Kirchner, al Nueva York misterioso de O¡¯Keeffe y a tantos otros lugares y personajes e historias a los que transportan los casi mil cuadros de entre los siglos XIV y XX que se exhiben nuevamente en el madrile?o palacio de Villahermosa.
Pocos m¨¢s cambios que ese aforo reducido, y el uso obligatorio de mascarillas, notar¨¢ el espectador que vuelva estos d¨ªas a pasearse por el museo. ¡°Y esperamos que esos cambios sean transitorios¡±, puntualiza Acevedo, que subraya que la prioridad que se han marcado es que el p¨²blico ¡°se sienta en un espacio seguro¡±. Unos felpudos a la entrada, se?ales en el suelo que recuerdan la importancia de mantener la distancia, unas mamparas dispuestas frente a taquillas y mostradores de informaci¨®n, dispensadores de gel distribuidos por el edificio, c¨®digos QR para bajarse al m¨®vil los folletos, desaparecidos en su versi¨®n en papel, y la recomendaci¨®n de tomar las escaleras y no el ascensor completan el juego de diferencias en el universo Thyssen pre y poscovid.
Adem¨¢s de reabrir la colecci¨®n permanente, el museo ha gestionado el prolongamiento de todos los pr¨¦stamos de su ¨²ltima exposici¨®n temporal, Rembrandt y el retrato en ?msterdam 1590-1670, que cerr¨® a las tres semanas de inaugurarse y se ampl¨ªa hasta el 30 de agosto. La podr¨¢n visitar 100 personas a la vez, 25 cada 15 minutos, durante tres cuartos de hora. Este fin de semana, las entradas ¡ªque preferiblemente deben adquirirse en l¨ªnea¡ª son gratuitas, y la muestra de Rembrandt ya ha agotado todas las reservas para s¨¢bado y domingo. Moving Off the Land II, la propuesta de la pionera del v¨ªdeoarte y la performance Joan Jonas en el espacio TBA21 tambi¨¦n se alarga unos meses, hasta el 13 de septiembre, y tendr¨¢ capacidad para 65 personas.
En las pr¨®ximas semanas, cuando se avance a la fase 3 de la desescalada, el Thyssen podr¨¢ recibir a m¨¢s visitantes, un 50% de su aforo. Hasta que se pueda viajar entre provincias, obligatoriamente el p¨²blico ser¨¢ madrile?o. ¡°Confiamos en que responda: un 40% de nuestros visitantes son de Madrid¡±, dice el director gerente. ¡°Conforme transcurra el a?o, esperamos que el visitante espa?ol tenga m¨¢s presencia. El internacional este 2020 lo vamos a tener dif¨ªcil, porque es un cuesti¨®n que no solo depende de nosotros¡±, a?ade.
En todo caso, que el paso por un museo se transforme en una experiencia menos concurrida, por no decir agobiante, de lo que muchas veces acostumbraba, no tiene por que suponer ning¨²n drama. M¨¢s bien, todo lo contrario. ¡°Es bueno que haya restricciones de acceso: nosotros ya limit¨¢bamos los aforos de las exposiciones temporales por la calidad de la visita¡±, se?ala Acevedo. ¡°Un museo es un espacio para un disfrute casi espiritual, y en algunos yo me he llegado a ver tan inc¨®modo como si estuviera viajando en el metro¡±.
Internet seguir¨¢ contando
Despu¨¦s de estos meses volcado en la Red como medio para comunicarse y continuar exibiendo sus obras, el Thyssen no piensa dejar de lado todo el trabajo realizado. ¡°Tras el 'shock' del 12 de marzo, cuando creamos a toda prisa un comit¨¦ web, el equipo ha volcado sus esfuerzos en crear no solo gran cantidad de contenidos, sino tambi¨¦n de calidad¡±, explica Acevedo. ¡°Hace a?os que comenzamos la digitalizaci¨®n del museo, y esta situaci¨®n ha supuesto un empuj¨®n a ese proceso. Nos hemos dado cuenta de que lo digital no es igual que lo presencial, y tenemos que reflexionar para dise?ar un plan digital fij¨¢ndonos sobre todo en los distintos p¨²blicos, y en c¨®mo podemos enriquecer la experiencia de la visita al museo¡±.