El duelo del ogro
Un lac¨®nico paseo por el lado oscuro de un hombre y de un paisaje cuya naturaleza volc¨¢nica emerge en forma de s¨ªmbolo
Un blanco, blanco d¨ªa toma su t¨ªtulo de un dicho island¨¦s que hace referencia al momento en el que la niebla confunde el cielo con la tierra y los muertos hablan con los vivos. Pero no, este no es un relato zombi como el de Juego de tronos, aunque la fisionom¨ªa de su personaje principal, un exjefe de polic¨ªa de rostro impenetrable interpretado por un formidable Ingvar Sigur?sson, se parezca a la de los hombres salvajes y ambas compartan localizaciones.
Aqu¨ª tambi¨¦n ocurren cosas sobrenaturales, y fatalmente terrenales. La segunda pel¨ªcula escrita y dirigida por Hlynur P¨¢lm...
Un blanco, blanco d¨ªa toma su t¨ªtulo de un dicho island¨¦s que hace referencia al momento en el que la niebla confunde el cielo con la tierra y los muertos hablan con los vivos. Pero no, este no es un relato zombi como el de Juego de tronos, aunque la fisionom¨ªa de su personaje principal, un exjefe de polic¨ªa de rostro impenetrable interpretado por un formidable Ingvar Sigur?sson, se parezca a la de los hombres salvajes y ambas compartan localizaciones.
Aqu¨ª tambi¨¦n ocurren cosas sobrenaturales, y fatalmente terrenales. La segunda pel¨ªcula escrita y dirigida por Hlynur P¨¢lmason es un lac¨®nico paseo por el lado oscuro de un hombre y de un paisaje cuya naturaleza volc¨¢nica emerge en forma de s¨ªmbolo. La pel¨ªcula se abre con una carretera sin visibilidad surcada por un coche. Como el veh¨ªculo, el espectador intenta abrirse paso por un paisaje cuya inmensidad se le escapa, pese a que intuye que est¨¢ ah¨ª, tan amenazante como hermoso.
Despu¨¦s de enviudar, el taciturno personaje que interpreta Sigur?sson pasa los d¨ªas arreglando una casa en medio de la nada junto a su nieta, una perspicaz ni?a que adora a su abuelo. En una secuencia vertebral del filme el hombre le cuenta a la ni?a un cuento: la historia de un monstruo. La c¨¢mara fija sobre el rostro de la ni?a (es la hija del director y sin duda eso explica su desenvoltura ante la c¨¢mara) marca un segundo tiempo, el mejor, en esta inquietante par¨¢bola sobre el duelo de un ogro.
P¨¢lmason, con formaci¨®n de videoartista, logra doblegar su inclinaci¨®n a lo conceptual con una puesta en escena donde el eje es un hombre cuya simbiosis con el territorio que pisa se va mostrando con un pulso que mejora seg¨²n avanza el filme. Un hombre cuya masculinidad ha sido ultrajada se debate entre el bien y el mal. La obsesi¨®n se apodera de un car¨¢cter aparentemente bueno y tranquilo. Est¨¢ la mujer muerta y la sospecha de una aventura que ¨¦l desconoc¨ªa (en la l¨ªnea de la gran Los descendientes de Alexander Payne, pero lejos de su cat¨¢rtico sentido humor) y est¨¢ la ni?a, guardiana secreta de un crescendo de dolor y violencia que sube como la espuma en el mano a mano final abuelo-nieta.
Un blanco, blanco d¨ªa
Direcci¨®n: Hlynur Palmason.
Int¨¦rpretes: Ingvar Sigur?sson, ?da Mekk¨ªn Hlynsd¨®ttir, Hilmir Sn?r Gu?nason, Sara D?gg ?sgeirsd¨®ttir.
G¨¦nero: drama. Islandia, 2019.
Duraci¨®n: 109 minutos.