Un dislate sobre terrorismo
Desde su primer minuto, toda la pel¨ªcula, debut en la direcci¨®n de Irene Zoe Alameda, es de echarse a temblar
El primer minuto de La cinta de ?lex, debut en el largometraje de la habitual escritora Irene Zoe Alameda, es ya para echarse a temblar porque se acumulan las malas decisiones: de concepto, de puesta en escena, de montaje, de visualizaci¨®n, de sonorizaci¨®n. Hay decenas de maneras de rodar una explosi¨®n en un lugar p¨²blico con una ni?a como v¨ªctima. La directora elige siete planos consecutivos de tensi¨®n, filmados a c¨¢mara lenta, con notas musicales vehementes de fondo, e intercalados por seis cortes de montaje a negro. El octavo plano es ella volando, saliendo despedida por el aire, mie...
El primer minuto de La cinta de ?lex, debut en el largometraje de la habitual escritora Irene Zoe Alameda, es ya para echarse a temblar porque se acumulan las malas decisiones: de concepto, de puesta en escena, de montaje, de visualizaci¨®n, de sonorizaci¨®n. Hay decenas de maneras de rodar una explosi¨®n en un lugar p¨²blico con una ni?a como v¨ªctima. La directora elige siete planos consecutivos de tensi¨®n, filmados a c¨¢mara lenta, con notas musicales vehementes de fondo, e intercalados por seis cortes de montaje a negro. El octavo plano es ella volando, saliendo despedida por el aire, mientras un risible fuego creado con infumables efectos digitales ocupa buena parte de la pantalla. Si no hay dinero en producci¨®n para fabricar un bombazo cre¨ªble y realmente impactante, existen recursos como el fuera de campo para resultar m¨¢s elegante, m¨¢s cinematogr¨¢fico. Quiz¨¢, incluso m¨¢s ¨¦tico.
Los minutos siguientes no son mucho m¨¢s alentadores. Tras una secuencia en el pasado de la explosi¨®n, con la que comienza el largo flashback que ocupa buena parte del relato y que sirve de presentaci¨®n del personaje de la cr¨ªa, caprichosa y petulante, Alameda coloca a la ni?a haciendo una maleta para mudarse con su padre y lo monta con infinidad de planos cortantes, de apenas unos fotogramas. La directora parece querer hacer muchos ejercicios con el montaje desde el principio, pero no tienen mucho sentido m¨¢s que el simple y llano porque s¨ª. Ni narrativo ni dram¨¢tico.
El resto de la pel¨ªcula es peor a¨²n. Un drama familiar de redenci¨®n social y encuentro entre culturas, de exotismo impostado desde el primer mundo, cursi, condescendiente y de infantil discurso moral, repleto de situaciones rid¨ªculas (el momento ¡°?socorro, este criminal me est¨¢ atacando!¡± se lleva la palma) y de cancioncillas cuyas letras, tambi¨¦n de Alameda, quiz¨¢ lo digan todo: ¡°Cuando algo es bueno, nadie se opone (¡). No hay naciones, no hay fronteras¡¡±. Cuando a mitad del metraje se introduce el elemento terrorista y comienzan los flashbacks de las torturas al padre de la ni?a en una c¨¢rcel secreta para yihadistas, el control del tono y de la historia se ha perdido por completo.
Alameda, guionista, realizadora y productora de La cinta de ?lex, exdirectora del Instituto Cervantes de Estocolmo, compositora musical, ensayista y novelista, estuvo en el centro de una pol¨¦mica pol¨ªtica hace siete a?os, cuando se descubri¨® que estaba detr¨¢s de la identidad fantasma de Amy Martin, supuesta autora estadounidense que escribi¨® numerosos art¨ªculos para la Fundaci¨®n Ideas del PSOE, cerrada un a?o despu¨¦s. Sin haber tenido el gusto de leer nada de Alameda, ni como articulista ni como novelista, es imposible que su calidad literaria sea peor de lo que cinematogr¨¢ficamente es este dislate de pel¨ªcula.
La cinta de ?lex
Direcci¨®n: Irene Zoe Alameda.
Int¨¦rpretes: Fernando Gil, Roc¨ªo Yanguas, Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Aida Folch.
G¨¦nero: drama. Espa?a, 2019.
Duraci¨®n: 108 minutos.