Los ojos de la miseria
La actriz Samal Yeslyamova logr¨® el premio del festival de Cannes en 2018 por una interpretaci¨®n de una intensidad y crudeza sin respiro
Con una crudeza sin concesiones, Ayka narra el desquiciado periplo de una inmigrante ilegal de Kirguist¨¢n en Mosc¨² los d¨ªas despu¨¦s de dar a luz y abandonar en el hospital a un hijo no deseado. La dur¨ªsima y magn¨ªfica segunda pel¨ªcula del cineasta kazajo Sergei Dvortsevoy arranca con el plano de cuatro beb¨¦s reci¨¦n nacidos envueltos en gasas como gusanos de seda y conducidos en un carrito al primer contacto con el pecho y el olor de sus madres. Solo tienen ojos y hambre. Una imagen extra?a y animal que conecta de forma inquietante con todo lo que ocurrir¨¢ despu¨¦s en la pel¨ªcula. De form...
Con una crudeza sin concesiones, Ayka narra el desquiciado periplo de una inmigrante ilegal de Kirguist¨¢n en Mosc¨² los d¨ªas despu¨¦s de dar a luz y abandonar en el hospital a un hijo no deseado. La dur¨ªsima y magn¨ªfica segunda pel¨ªcula del cineasta kazajo Sergei Dvortsevoy arranca con el plano de cuatro beb¨¦s reci¨¦n nacidos envueltos en gasas como gusanos de seda y conducidos en un carrito al primer contacto con el pecho y el olor de sus madres. Solo tienen ojos y hambre. Una imagen extra?a y animal que conecta de forma inquietante con todo lo que ocurrir¨¢ despu¨¦s en la pel¨ªcula. De forma m¨¢s evidente, con varias secuencias clave, como una terrible que ocurre al principio en un almac¨¦n clandestino donde un grupo de mujeres, entre ellas la joven que acaba de parir, limpia de v¨ªsceras y plumas enormes pollos para ganarse la vida. No hemos asistido al parto, ni falta que hace, Dvortsevoy se las ingenia para que no se nos quite de la cabeza.
La huida a ninguna parte de una mujer pobre y sola acechada por la miseria y sus deudas con la mafia es un desgarrador viaje a las entra?as f¨ªsicas y morales de una maternidad desnaturalizada que aqu¨ª se presenta sin pa?os calientes y sin ocultar la escabechina que es para una mujer un posparto en condiciones infrahumanas. Seg¨²n Dvortsevoy su filme naci¨® de un recorte de peri¨®dico y una estad¨ªstica: en un solo a?o los hospitales de maternidad de Mosc¨² registraron 248 beb¨¦s abandonados por madres de Kirguist¨¢n. Un dato tan g¨¦lido como la tormenta de nieve que ocurre durante los d¨ªas en los que, con esos dolores que le impiden caminar erguida y que el espectador hace propios, la joven Ayka se comporta como un animal enfermo y desorientado. Al puro estilo de los hermanos Dardenne y su referencial Rosetta, la c¨¢mara de Dvortsevoy no se despega ni un segundo de esta mujer desesperada. Tan atosigante como todo lo que ocurre fuera de campo, la c¨¢mara se nutre del rostro, el cuerpo y la respiraci¨®n de la actriz Samal Yeslyamova, que logr¨® el premio del festival de Cannes en 2018 por un trabajo de una intensidad sin respiro. Entre el pelo sucio y el cuerpo agazapado asoman los ojos de Ayka que, como los de los beb¨¦s reci¨¦n nacidos, miran pero no ven, transmitiendo la culpa y la inocencia de cualquier ser vivo asediado por la indigencia de un mundo que los expulsa y rechaza.
Ayka
Direcci¨®n: Sergei Dvortsevoy.
Int¨¦rpretes: Samal Yeslyamova.
Plataforma: Filmin.
G¨¦nero: drama. Rusia, 2018.
Duraci¨®n: 100 minutos.