Muere Jos¨¦ Luis de Carlos, arquitecto del mejor pop espa?ol
Como productor, descubri¨® a Las Grecas, Manzanita, El Luis y otros artistas de esencia flamenca y sonido moderno
El productor Jos¨¦ Luis de Carlos falleci¨® mientras dorm¨ªa, en su casa cercana a Madrid, durante la noche del mi¨¦rcoles al jueves, a los 77 a?os. En su paso por sellos como Hispavox, CBS, RCA y Sony, De Carlos realiz¨® un centenar de discos, cubriendo desde cantautores (Sabina, Cecilia, Javier Ruibal, Joan Baptista Humet) a figuras de la copla (Isabel Pantoja, Roc¨ªo Jurado). Pero su gran hallazgo fue modernizar las formas de artistas gitanos, comenzando con Las Grecas.
Nacido en Madrid en 1943, De Carlos estudi¨® m¨²sica cl...
El productor Jos¨¦ Luis de Carlos falleci¨® mientras dorm¨ªa, en su casa cercana a Madrid, durante la noche del mi¨¦rcoles al jueves, a los 77 a?os. En su paso por sellos como Hispavox, CBS, RCA y Sony, De Carlos realiz¨® un centenar de discos, cubriendo desde cantautores (Sabina, Cecilia, Javier Ruibal, Joan Baptista Humet) a figuras de la copla (Isabel Pantoja, Roc¨ªo Jurado). Pero su gran hallazgo fue modernizar las formas de artistas gitanos, comenzando con Las Grecas.
Nacido en Madrid en 1943, De Carlos estudi¨® m¨²sica cl¨¢sica. A los 22 a?os, entr¨® en la compa??a Hispavox, donde le toc¨® dirigir la grabaci¨®n del legendario Canta Jerez, con figuras seleccionadas por Jos¨¦ Blas Vega.Tambi¨¦n se atrevi¨® a fichar nov?simos, como un cantaor granadino llamado Enrique Morente. De repente, abandon¨® el negocio para investigar en Ir¨¢n (sol¨ªa decir que la m¨²sica vocal persa no tiene comparaci¨®n) y vivir el hippismo en Estados Unidos, donde hizo buenas migas con el jazzman Chuck Mangione y vio a Jimi Hendrix en su estudio Electric Ladyland.
A principios de los setenta, de vuelta en Espa?a, entr¨® como productor de plantilla en la sucursal de CBS, que estaba desarrollando un poderoso cat¨¢logo nacional. Acert¨® con los primeros discos de Cecilia y consigui¨® margen de actuaci¨®n suficiente para probar ideas que le rondaban por la cabeza, como potenciar el gancho de las voces flamencas con arreglos de rock y soul.
Encontr¨® la materia prima en el tablao Carip¨¦n: Las Grecas eran dos j¨®venes hermanas que cantaban al un¨ªsono, m¨¢s preocupadas por la comunicaci¨®n emocional que por la dicci¨®n. Te estoy amando locamente se convirti¨® en un hito del pop espa?ol ¨CRosal¨ªa lo canta en directo- y abri¨® la v¨ªa a lo que el productor denomin¨® gipsy rock. Jos¨¦ Luis era un buen conceptualizador y se invent¨® el Sonido Ca?o Roto, en referencia a una zona marginada de Madrid, para lanzar a Los Chorbos. El grupo no prosper¨® por motivos extramusicales pero all¨ª estaba Manzanita, al que De Carlos presentar¨ªa en 1978 como elegante vocalista y certero guitarrista.
Por Las Grecas, conoci¨® a El Luis, alias El Argentino, gitano de garganta rotunda con facilidad para componer, y tambi¨¦n a su hermano, Z¨ªngaro; ambos grabaron para CBS. De Carlos parec¨ªa tener recetas para todos: concibi¨® los estrenos de las hijas de Lola Flores y El Pesca¨ªlla, Lolita y Rosario. Trabaj¨® igualmente con rumberos catalanes, como Chango y Los Amaya. Nada se le resist¨ªa: grab¨® en onda flamenca a un violinista japon¨¦s, Akira.
Ya en los ochenta, Jos¨¦ Luis ampli¨® sus coordenadas. Hizo pop con Sergio Makaroff y Kiko Veneno (su debut en solitario, Ser¨¦ mec¨¢nico por ti). Ten¨ªa sensibilidad para arropar a autores como Javier Ruibal o el Sabina de Pongamos que hablo de Madrid. Y aceptaba los retos: produjo Marinero de luces (1986), la reaparici¨®n de Isabel Pantoja tras la muerte de su marido, Francisco Rivera Paquirri, con un repertorio hecho a su medida por Jos¨¦ Luis Perales.
No se crean que aceptaba todo lo que le propon¨ªan, aunque la idea viniera de Enrique Morente: a pesar de que hab¨ªan colaborado en discos memorables, como Despegando (1977), rechaz¨® publicar en Sony el ahora famoso Omega, alegando que el eclecticismo morentiano all¨ª no funcionaba.
Jos¨¦ Luis de Carlos estuvo activo hasta entrado el siglo XXI. Ya jubilado, empez¨® a detectar que sus aportaciones estaban siendo olvidadas. Cosas de una industria discogr¨¢fica antrop¨®faga, sin sentido hist¨®rico. Por su cuenta, para distribuir entre amigos, prepar¨® un doble CD antol¨®gico de sus producciones. Y se someti¨® a una exhaustiva entrevista, que ocup¨® 38 p¨¢ginas de la revista Cuadernos Efe Eme. A su modo discreto, estaba despidi¨¦ndose.