Las mujeres que reeducan a la industria audiovisual en Colombia
El colectivo RecSisters acompa?a a las v¨ªctimas de abuso y trabaja para que los rodajes y las actividades fuera del set en las producciones nacionales sean espacios libres de violencia de g¨¦nero
Hab¨ªa silencio porque hab¨ªa miedo. Detr¨¢s de las producciones audiovisuales en Colombia las mujeres no la estaban pasando bien, pero callaban por temor a perder el trabajo, a que les dijeran problem¨¢ticas o a que, como casi siempre ocurre, las denuncias no pasaran de ser titular en la prensa de un d¨ªa y quedaran represadas en los archivos de la Fiscal¨ªa. Hace tres a?os una v¨ªctima de violencia sexual llev¨® su caso a la justicia y aunque el proceso no ha avanzado ¡ªhace tres meses le pidieron nuevas pruebas¡ª, en la industria se ha empezado a hablar del acoso que sufren...
Hab¨ªa silencio porque hab¨ªa miedo. Detr¨¢s de las producciones audiovisuales en Colombia las mujeres no la estaban pasando bien, pero callaban por temor a perder el trabajo, a que les dijeran problem¨¢ticas o a que, como casi siempre ocurre, las denuncias no pasaran de ser titular en la prensa de un d¨ªa y quedaran represadas en los archivos de la Fiscal¨ªa. Hace tres a?os una v¨ªctima de violencia sexual llev¨® su caso a la justicia y aunque el proceso no ha avanzado ¡ªhace tres meses le pidieron nuevas pruebas¡ª, en la industria se ha empezado a hablar del acoso que sufren las mujeres cuando la c¨¢mara se apaga. Ya no hay miedo a denunciar.
¡°Todo inici¨® cuando varias camar¨®grafas se unieron para apoyarse ante situaciones dif¨ªciles que estaban viviendo¡±, cuenta M¨®nica Hern¨¢ndez, una de las voces de RecSisters, un colectivo que en poco tiempo ¡ªse lanz¨® oficialmente en marzo pasado¡ª se convirti¨® en el lugar seguro de las mujeres maltratadas en el gremio audiovisual de Colombia. La idea surgi¨® en un grupo de WhatsApp en donde alertaban sobre los abusadores y discut¨ªan sobre esas pr¨¢cticas que se hab¨ªan normalizado, pero que incomodaban. Una mano del director en la cintura cuando pasa cerca y ordena una instrucci¨®n en la grabaci¨®n, un comentario sobre la ropa que llevan puesta, un piropo. Parec¨ªa que no eran casos aislados, por eso hicieron una encuesta para saber si las experiencias trascend¨ªan de un chat y comprobaron que al menos 147 hab¨ªan tenido un mal momento dentro y fuera del set con sus compa?eros de trabajo. El 81% de las entrevistadas sufri¨® acoso. Hubo tres que dijeron haber sido v¨ªctimas de violaci¨®n en espacios laborales.
¡°Queremos mostrar lo que est¨¢ mal, pero sobre todo generar cambios¡±, dice M¨®nica. Por eso han querido hablar tambi¨¦n de las condiciones laborales, de la informalidad que resulta siendo terreno propicio para el acoso y de por qu¨¦ la raz¨®n principal para callar ha sido el miedo a perder el trabajo. ¡°Adem¨¢s nos dimos cuenta de que, al ser una industria jer¨¢rquica, el nivel de acoso var¨ªa de acuerdo al cargo en el que est¨¦s. Desde el contacto f¨ªsico no deseado hasta que inhabiliten tu voz y tu opini¨®n¡±, explica Lina Rizo, otra de las integrantes del colectivo. Tambi¨¦n es violencia que no haya paridad salarial con un hombre que desempe?e la misma funci¨®n y que la intimidaci¨®n a cambio de un puesto laboral sea una pr¨¢ctica frecuente.
Despu¨¦s de las denuncias, en junio pasado, de ocho mujeres contra el director Ciro Guerra (El abrazo de la serpiente, P¨¢jaros de verano) algunos hombres de la industria se han acercado a RecSisters. ¡°Nos buscan para saber si conductas que han considerado normales han podido ser inc¨®modas para sus compa?eras, otros para saber qu¨¦ pueden hacer, c¨®mo pueden prevenir¡±, dice M¨®nica. Han tenido que explicar qu¨¦ es machismo, por qu¨¦ para avanzar es importante la equidad de g¨¦nero y aclarar algo tan obvio como por qu¨¦ cuando una mujer dice no, es no. ¡°No creemos en el linchamiento medi¨¢tico, ni en que el cambio se pueda dar sin incluir a los hombres. En el gremio no van a dejar de existir y lo que necesitamos es que se eduquen. Nunca se hab¨ªa hablado de abuso y acoso en estos espacios laborales y ahora est¨¢n pensando c¨®mo evitarlo y c¨®mo reparar. Eso es un avance¡±, se?ala Paula. Las fiestas y las cenas son parte del trabajo en esta industria y las mujeres esperan que sean espacios seguros, donde no se sientan amenazadas. ¡°Si fueran fiestas no laborales tampoco tendr¨ªan que acosarnos, pero en este caso lo son, son actividades que suelen estar ligadas al estreno de una pel¨ªcula, a un festival, es trabajo y as¨ª funciona el cine¡±.
Cuando una mujer decide denunciar ante la justicia, RecSisters la acompa?a en el proceso aunque saben que se enfrentan a un sistema donde la mayor¨ªa de los jueces son hombres y los procesos son largos y emocionalmente dif¨ªciles. ¡°El 98% de denuncias se desestiman, por eso algunas prefieren no hacerlo y nuestro trabajo es estar con ellas en lo que decidan¡±, cuenta Paula Murcia. La mayor¨ªa no lleva los casos a instancias judiciales ni a su entorno laboral porque la respuesta cuando algunas lo han hecho las hace dudar. ¡°Cuando la productora lo supo me dijo que me acostumbrara, que no pod¨ªa andar quej¨¢ndome por eso¡±, se lee en uno de los testimonios que ha recogido el colectivo.
RecSisters tiene el apoyo de la red jur¨ªdica feminista, con abogadas penalistas, laboralistas, y de psic¨®logas que voluntariamente se han ofrecido a acompa?arlas. ¡°Esto empez¨® y no va a parar. Viene una generaci¨®n mucho m¨¢s activa que no est¨¢ dispuesta a aguantar. El que no se sume al cambio, se quedar¨¢ solo¡±, advierte Paula.