Alex de la Iglesia: ¡°Creo en Dios y en los diez mandamientos¡±

En la oscuridad de una cuadra, una vaca da a luz a un beb¨¦ humano. Ese es el desconcertante punto de partida de 30 monedas, la nueva serie que Alex de la Iglesia (Bilbao, 54 a?os) ha rodado para HBO Espa?a, que se estrenar¨¢ este oto?o. El primer cap¨ªtulo se proyect¨® ayer, fuera de competici¨®n, en la Mostra de Venecia.

El proyecto, protagonizado por Eduard F...

En la oscuridad de una cuadra, una vaca da a luz a un beb¨¦ humano. Ese es el desconcertante punto de partida de 30 monedas, la nueva serie que Alex de la Iglesia (Bilbao, 54 a?os) ha rodado para HBO Espa?a, que se estrenar¨¢ este oto?o. El primer cap¨ªtulo se proyect¨® ayer, fuera de competici¨®n, en la Mostra de Venecia.

El proyecto, protagonizado por Eduard Fern¨¢ndez, Miguel ?ngel Silvestre, Macarena G¨®mez y Carmen Machi, traslada una turbia historia de exorcismos a un municipio de la Espa?a profunda. El alcalde y la veterinaria de ese pueblo lideran una investigaci¨®n que los llevar¨¢ a destapar una conspiraci¨®n mundial por el control de las monedas por las que Judas Iscariote traicion¨® a Jes¨²s de Nazaret. ¡°Es una mezcla de Historias para no dormir y Cr¨®nicas de un pueblo, dos hitos personales¡±, dec¨ªa ayer el director en una playa del Lido. La herej¨ªa, ya presente en El d¨ªa de la bestia, le interesa como cineasta y como creyente: ¡°Soy profundamente cat¨®lico. Creo en Dios, en la confesi¨®n y en los diez mandamientos, por lo que soy el director id¨®neo para este tema¡±.

Con todo, su prioridad parece retratar a los grotescos habitantes de ese lugar con un costumbrismo digno de Berlanga, centr¨¢ndose en iconos patrios como el cura, el guardia civil o el tonto del pueblo. ¡°El pueblo es la imago mundi, condensa el car¨¢cter de nuestra sociedad¡±, sostiene. En vista de la sordidez moral que reina en la villa no es muy buena se?al. ¡°Somos gente buena, pero empujada al caos. Estamos en un momento de cambio en el que vamos a descubrir c¨®mo reaccionamos ante la adversidad¡±, a?ade el director, que llegaba a Venecia d¨ªas despu¨¦s de haber enterrado a su madre. ¡°Ante esa situaci¨®n, dudas entre derrumbarte y seguir adelante. Ahora todos estamos un poco hu¨¦rfanos y debemos madurar¡±, apunta el director, llamando a ¡°la honestidad y el inter¨¦s general¡±.

De ese retrato de Espa?a a peque?a escala sobresale la obsesi¨®n de sus personajes por no ser percibidos como paletos, lo que De la Iglesia considera un defecto nacional. ¡°Se debe a un sentimiento de inferioridad por un pasado que no hemos asumido¡±, afirma. En el fondo, toda su obra parece ba?ada en el retraso cultural de los duelos a garrotazos de otro tiempo. ¡°Es exactamente eso. Vivimos sobre una tierra blanda, con una sensaci¨®n de debilidad¡±.