Picasso y la m¨²sica, una relaci¨®n sonada
Una muestra en la Filarm¨®nica de Par¨ªs desmiente los clich¨¦s sobre las carencias mel¨®manas del pintor
La convenci¨®n de que no le gustaba la m¨²sica es una de las afirmaciones m¨¢s equ¨ªvocas de entre las que circulan sobre Pablo Picasso. La ¡°paradoja¡± de la relaci¨®n del pintor malague?o con el sublime arte sonoro centra Las m¨²sicas de Picasso, una exhaustiva y reveladora exposici¨®n en la Filarm¨®nica de Par¨ªs, que se inaugura hoy y que se centra en este aspecto quiz¨¢s a¨²n sorprendente de un artista del que pareciera saberse todo, pero del que todav¨ªa quedan nu...
La convenci¨®n de que no le gustaba la m¨²sica es una de las afirmaciones m¨¢s equ¨ªvocas de entre las que circulan sobre Pablo Picasso. La ¡°paradoja¡± de la relaci¨®n del pintor malague?o con el sublime arte sonoro centra Las m¨²sicas de Picasso, una exhaustiva y reveladora exposici¨®n en la Filarm¨®nica de Par¨ªs, que se inaugura hoy y que se centra en este aspecto quiz¨¢s a¨²n sorprendente de un artista del que pareciera saberse todo, pero del que todav¨ªa quedan nuevas facetas por descubrir.
De un lado est¨¢ la ¡°leyenda¡±, seg¨²n explic¨® en la presentaci¨®n de la muestra su comisaria, C¨¦cile Godefroy. Ese mito parte de un comentario de Picasso que provoc¨® el debate que ha acabado fundamentando la nueva exposici¨®n: ¡°En el fondo, cuando se habla de arte abstracto, se dice siempre que es m¨²sica. Cuando se quiere hablar bien, se habla de m¨²sica. Todo se convierte en m¨²sica (¡) creo que por eso no me gusta¡±. Esa teor¨ªa vendr¨ªa a contradecirla la ¡°constataci¨®n¡±, de nuevo seg¨²n Godefroy, de ¡°la omnipresencia de la m¨²sica en su obra¡±.
¡°Desde las primeras escenas de vida gitana a los flautistas de los a?os setenta, pasando por los saltimbanquis musicales, las guitarras cubistas, las colaboraciones con los ballets rusos, los poemas sonoros del artista o las bacanales que ilustran en la posguerra, una cantidad infinita de lienzos, obras gr¨¢ficas, cer¨¢micas y esculturas, toda la obra de Picasso, todos los soportes y ¨¦pocas incluidas, est¨¢ atravesada por la m¨²sica¡±, resume esta historiadora del arte que ha dedicado cuatro a?os a investigar al artista y su entorno para esta muestra, que re¨²ne m¨¢s de doscientas obras, desde algunas de las m¨¢s celebradas hasta otras casi desconocidas.
Colecci¨®n de instrumentos
Buena parte han sido cedidas por el Museo Picasso de Par¨ªs, aliado fundamental de la Filarm¨®nica en este proyecto que ¡°busca romper clich¨¦s¡± en torno al pintor, seg¨²n Laurent Le Bon, director del museo parisiense dedicado al artista. La exposici¨®n, abierta al p¨²blico hasta enero de 2021, exhibe asimismo una veintena de los instrumentos, sobre todo de cuerda, que formaron parte de la colecci¨®n privada de Picasso y que se convirtieron en protagonistas frecuentes de su obra. Especial hincapi¨¦ se hace en la etapa cubista del artista, en la que los instrumentos se convirtieron en ¡°un objeto de fascinaci¨®n y de estudio de las formas¡± que le permitieron ¡°reinventar las maneras de percibir y concebir los instrumentos¡± hasta convertirlos en un ¡°algo experimental, conceptual¡±, seg¨²n Godefroy.
Es fundamental tambi¨¦n el acompa?amiento sonoro de la exposici¨®n, un recorrido ac¨²stico especialmente creado para esta muestra a base de un centenar de obras y archivos que suponen, seg¨²n la directora del Museo de la M¨²sica que la ha organizado, Marie-Pauline Martin, una ¡°verdadera inmersi¨®n en lo que escuchaba Picasso¡±. Sirven tambi¨¦n para recordar la larga lista de m¨²sicos con los que colabor¨®, como Erik Satie, autor de la partitura del ballet Parade, estrenado en Par¨ªs en 1917 y cuyo vestuario y escenograf¨ªa eran obra de Picasso.
El recorrido tambi¨¦n incluye numerosas fotograf¨ªas del pintor que contradicen su supuesta aversi¨®n por la m¨²sica, tanto en la intimidad de su casa ¡ªtocando la trompeta en La Californie, la villa que ten¨ªa en Cannes y cuyos jardines decor¨® con figuras de int¨¦rpretes, o ense?¨¢ndole el manejo de la marimba a Jean Cocteau¡ª, como en las fiestas populares, especialmente en las corridas de toros a las que era tan aficionado. ¡°Puede que no fuera un mel¨®mano en el sentido de que iba todo el tiempo a la ¨®pera, pero creo que no se puede decir que la m¨²sica no ha atravesado su vida¡±, coment¨® Laurent Le Bon. Una conclusi¨®n que arranca una reflexi¨®n singular al experto en Picasso: ¡°Quiz¨¢s, en el fondo, toda su vida no fue m¨¢s que una composici¨®n musical¡±.