Terrence Malick: la misma cantinela
Una pel¨ªcula cansina y estirada como un chicle, en la que el director cae en un erotismo barato y unos cameos de ¨ªdolos musicales sonrojantes
Si la semana pasada se estrenaba en Espa?a Knight of Cups, pel¨ªcula de Terrence Malick de 2015, ahora llega Song to Song, dos a?os posterior pero en la misma l¨ªnea estil¨ªstica. Es decir, un caleidoscopio de im¨¢genes on¨ªricas que conectan con la voz interior de los personajes y esas sinuosas coreograf¨ªas entre la c¨¢mara, los actores y los espacios. El baile incluye otra vez, y en un registro similar aunque con un resultado menos espectacular, la fotograf¨ªa de Emmanuel Lubezki. Ambas pel¨ªculas est¨¢n conectadas...
Si la semana pasada se estrenaba en Espa?a Knight of Cups, pel¨ªcula de Terrence Malick de 2015, ahora llega Song to Song, dos a?os posterior pero en la misma l¨ªnea estil¨ªstica. Es decir, un caleidoscopio de im¨¢genes on¨ªricas que conectan con la voz interior de los personajes y esas sinuosas coreograf¨ªas entre la c¨¢mara, los actores y los espacios. El baile incluye otra vez, y en un registro similar aunque con un resultado menos espectacular, la fotograf¨ªa de Emmanuel Lubezki. Ambas pel¨ªculas est¨¢n conectadas no solo por la forma de Malick de adentrarse en sus criaturas sino porque algunos de sus personajes parecen salidos del mismo after.
Pero si en la anterior pel¨ªcula el cineasta prescind¨ªa de un guion convencional para seguir los pasos de un hombre, su ciudad y las cartas de su destino, Song to Song cuenta la historia de un tri¨¢ngulo amoroso corriente al que le sienta peor la ret¨®rica visual del director de El ¨¢rbol de la vida. Se trata de tres personajes principales envueltos en enredos de sumisi¨®n y sexo que el cineasta va destripando a trav¨¦s de un montaje que rompe la l¨ªnea cronol¨®gica para componer como un puzle una cartograf¨ªa del amor y del dolor.
Rooney Mara es el centro de las pasiones y el personaje m¨¢s logrado de los tres. Ryan Gosling es el chico sexy y bueno que tan bien le sale al actor de Drive. Y Michael Fassbender carga con el clich¨¦ del millonario megal¨®mano y resulta directamente insoportable. Su personaje podr¨ªa estar en la l¨ªnea del de Christian Bale en Knight of Cups, un guionista perdido en sus dilemas existenciales que tambi¨¦n salta de cama en cama, pero Fassbender no mide bien sus lances con la c¨¢mara de Malick / Lubezki y su histrionismo solo acent¨²a el lado m¨¢s artificioso y plasta de la propuesta. El personaje de Knight of Cups tambi¨¦n daba para pasarse de la raya, pero la estrategia del actor brit¨¢nico era m¨¢s sabia y contenida. Fassbender, otra vez en la piel de un hombre obsesionado con el poder y el sexo, resulta falso y forzado. Y toda la pel¨ªcula resulta cansina, estirada como un chicle, una desgarrada historia de amor a varias bandas con un erotismo bastante barato y unos cameos de ¨ªdolos musicales (de Patti Smith a Iggy Pop) que resultan sonrojantes.
SONG TO SONG
Direcci¨®n: Terrence Malick
Int¨¦rpretes: Michael Fassbender, Ryan Gosling, Rooney Mara, Natalie Portman, Cate Blanchett, Val Kilmer.
G¨¦nero: drama, EE UU, 2017.
Duraci¨®n: 129 minutos.