Una obra de Shakespeare de 1634, hallada fortuitamente en Salamanca
El profesor John Stone relata c¨®mo localiz¨® en el Real Colegio de los Escoceses ¡®Los dos nobles caballeros¡¯, la ¨²ltima pieza teatral del dramaturgo, escrita en colaboraci¨®n con John Fletcher
Nada indicaba que en la secci¨®n de libros del siglo XVIII de pensamiento y cr¨ªtica del Real Colegio de los Escoceses en la Universidad de Salamanca se encontraba la edici¨®n m¨¢s antigua de una obra de Shakespeare de cuantas hay en Espa?a. Pero as¨ª era, como ha constatado John Stone, profesor de la Universidad de Barcelona. ?l investigaba sobre la recepci¨®n cr¨ªtica y el impacto que tuvo entre sus contempor¨¢neos el ensayo La riqueza de las naciones del economista escoc¨¦s Adam Smith cuando se top¨® con un volumen cuya encuadernaci¨®n era distinta del resto.
El profesor, cuya tesis doct...
Nada indicaba que en la secci¨®n de libros del siglo XVIII de pensamiento y cr¨ªtica del Real Colegio de los Escoceses en la Universidad de Salamanca se encontraba la edici¨®n m¨¢s antigua de una obra de Shakespeare de cuantas hay en Espa?a. Pero as¨ª era, como ha constatado John Stone, profesor de la Universidad de Barcelona. ?l investigaba sobre la recepci¨®n cr¨ªtica y el impacto que tuvo entre sus contempor¨¢neos el ensayo La riqueza de las naciones del economista escoc¨¦s Adam Smith cuando se top¨® con un volumen cuya encuadernaci¨®n era distinta del resto.
El profesor, cuya tesis doctoral exploraba en alguno de sus cap¨ªtulos la recepci¨®n cr¨ªtica de Shakespeare en la Europa ilustrada, enseguida identific¨® que ese extra?o tomo era de un siglo antes; pero no hab¨ªa t¨ªtulo, ni marca alguna. Al abrirlo se encontr¨® con una colecci¨®n de 20 piezas teatrales del siglo XVII escritas en ingl¨¦s. Aquello ocurri¨® en diciembre de 2019, y apenas unos meses despu¨¦s el acad¨¦mico Stone relat¨® en Notes & Queries, ¡ªpublicaci¨®n de Oxford University Press, donde los investigadores anuncian este tipo de descubrimientos¡ª su fortuito encuentro de Los dos nobles caballeros, la ¨²ltima obra de William Shakespeare, una tragicomedia que escribi¨® en colaboraci¨®n con John Fletcher. ¡°No es una obra muy conocida pero su fama va a m¨¢s¡±, explica Stone.
La pieza teatral recogida en el volumen descubierto por Stone fue impresa en 1634. ¡°Este descubrimiento redunda en algo que ya sab¨ªamos y es el importante papel que jug¨® la di¨¢spora de cat¨®licos procedentes de Inglaterra en la difusi¨®n de Shakespeare. Hay algunas de sus obras impresas en este mismo periodo en vol¨²menes que est¨¢n en el norte de Francia, y hab¨ªa otra en una colecci¨®n de Valladolid que ahora est¨¢ en Estados Unidos¡±, apunta en conversaci¨®n telef¨®nica Stone, que lleva desde 2015 buceando en los fondos de la hist¨®rica biblioteca de los escoceses, una de las m¨¢s antiguas con libros en ingl¨¦s en Espa?a.
Tal y como expone en su art¨ªculo el profesor, ¡°una antolog¨ªa de textos en ingl¨¦s en el siglo XVII en Espa?a era una rareza y m¨¢s a¨²n una de obras teatrales¡± como la que se ha encontrado en Salamanca. El cat¨¢logo colectivo del patrimonio bibliogr¨¢fico espa?ol de ediciones anteriores a 1900 no contiene ninguna obra teatral en ingl¨¦s impresa antes de 1720, como se?ala el investigador, ya que la biblioteca del diplom¨¢tico gallego Diego Sarmiento de Acu?a que estuvo en la corte de Jaime I de Inglaterra, ¡°seg¨²n el inventario de 1623 conten¨ªa poes¨ªa, pero nada de teatro¡±.
El volumen ahora descubierto, donde est¨¢ la obra de Shakespeare, incluye otras 19 piezas teatrales, y lo cierto es que al Bardo de Avon parece que el impresor no le dio especial importancia. Es m¨¢s, hay varias obras de otros autores, hoy desconocidos, y solo una de Shakespeare. Pero el descubrimiento, se?ala Stone, es relevante porque demuestra que una comunidad de angloparlantes ten¨ªa un acceso muy libre a la cultura en Madrid. ¡°Y esto tambi¨¦n abre nuevas v¨ªas de investigaci¨®n para ahondar y preguntarse qui¨¦n lleg¨® a leer esta obra de Shakespeare, o qu¨¦ influencia pudo tener. Lope de Vega, por ejemplo, conoc¨ªa al rector y estuvo ingresado en el mismo edificio donde se encontraba la biblioteca pocos d¨ªas antes de su muerte¡±, adelanta, antes de a?adir que muy pocos sab¨ªan ingl¨¦s o pod¨ªan leerlo en Espa?a en el siglo XVII.
Originalmente el Real Colegio de los Escoceses, instituci¨®n fundada en 1627, se ubic¨® en la capital, antes de su traslado a Valladolid ¡ªtras quedar clausurada brevemente con la expulsi¨®n de los jesuitas en 1767¡ª, y acabar instalada definitivamente, varios siglos despu¨¦s, en Salamanca en 1985. Poco se sabe de c¨®mo se fue formando su biblioteca entre cuyos fundadores estaba el oficial cat¨®lico William Semple que sirvi¨® a Felipe II desde 1570. Su sobrino, Hugh Semple, fue rector de la instituci¨®n, escapaba al control del Santo Oficio y ¡°ped¨ªa a curas y a estudiantes que le trajeran vol¨²menes y hay libros de un diplom¨¢tico escoc¨¦s que estuvo en Madrid en 1639. Los vol¨²menes llegaban por barco y por tierra¡±, explica Stone. La catalogaci¨®n digital de sus fondos lleva en marcha dos o tres a?os y contin¨²a, as¨ª que cabe esperar que haya nuevos descubrimientos.