Esqueleto del demonio

¡°?l ten¨ªa sus demonios y nosotros tenemos los nuestros¡±, dice un habitante de una peque?a localidad canadiense cubierta de nieve, barro y desolaci¨®n, fr¨ªo en los cuerpos y en las mentes, ante el suicidio de uno de sus lugare?os. Con accidente mortal a cuestas, relato con informaci¨®n a cuentagotas, trauma comunitario y paisaje humano a¨²n m¨¢s g¨¦lido que el f¨ªsico, El dulce porvenir, la obra maestra de Atom Egoyan, acude a las mentes de los cin¨¦filos en el primer trecho de Antolog¨ªa de un pueblo fantasma, decimocuarto largometraje de Denis C?t¨¦, a uno por a?o desde 2005, y segundo e...

¡°?l ten¨ªa sus demonios y nosotros tenemos los nuestros¡±, dice un habitante de una peque?a localidad canadiense cubierta de nieve, barro y desolaci¨®n, fr¨ªo en los cuerpos y en las mentes, ante el suicidio de uno de sus lugare?os. Con accidente mortal a cuestas, relato con informaci¨®n a cuentagotas, trauma comunitario y paisaje humano a¨²n m¨¢s g¨¦lido que el f¨ªsico, El dulce porvenir, la obra maestra de Atom Egoyan, acude a las mentes de los cin¨¦filos en el primer trecho de Antolog¨ªa de un pueblo fantasma, decimocuarto largometraje de Denis C?t¨¦, a uno por a?o desde 2005, y segundo en estrenarse comercialmente en Espa?a tras Boris sin B¨¦atrice (2016).

Sin embargo, los paralelismos apenas duran un tercio del relato. Lo que en Egoyan ¡ªquiz¨¢ el gran cineasta de los a?os noventa con mayor ca¨ªda en desgracia creativa en la ¨²ltima d¨¦cada y media¡ª era in crescendo emocional, suspense narrativo y pulso maestro para la descripci¨®n de los ambientes externos y de las desdichas internas, aqu¨ª poco a poco se va revelando como vacua autocomplacencia expositiva. Las presencias fantasmales, incorporadas con continuidad a partir del nudo de la pel¨ªcula, llevan el trabajo de C?t¨¦ hasta el terreno de lo sobrenatural, pero, salvo de un par de im¨¢genes concretas ¡ªlos interludios narrativos con apariencia de estar rodados en s¨²per 8 mm y el plano de la chica a¨¦rea¡ª, el conjunto visual tampoco tiene atractivo: fotograf¨ªa ¨¢spera de tonos marrones y grises, ausencia de m¨²sica salvo apenas unas r¨¢fagas y puesta en escena casi fe¨ªsta.

De pronto, una frase rotunda: ¡°Es la primera muerte en mucho tiempo. Est¨¢n desacostumbrados¡±. Pero nada se desarrolla: acontecimientos y di¨¢logos m¨ªnimos; nula explicaci¨®n final a lo sobrenatural. Podr¨ªa ser s¨ªntoma de grandeza narrativa, de valent¨ªa, de sutileza. La impresi¨®n es otra: pocos riesgos, conformismo, convencimiento de que este estilo, o su simulacro, como en el caso de la historia de C?t¨¦, cala en ciertos especialistas. Se present¨® en la Berlinale 2019 y fue Premio de la Cr¨ªtica en el Americana Film Fest 2020, en Barcelona, donde estuvieron las excelentes Thunder Road, Saint Frances y The Vast of Night, pero Antologia de un pueblo fantasma acaba pareciendo el esqueleto de una buena pel¨ªcula. Y esta no lo es.