La causa que uni¨® a la ciencia mundial (antes de la covid)
La historiadora Andrea Wulf narra en ¡®En busca de Venus¡¯ el primer gran esfuerzo internacional conjunto para medir la distancia entre la Tierra y el Sol
Cient¨ªficos de naciones rivales, y a veces directamente enfrentadas, por encima de las fronteras y de los conflictos, de sus propios reyes y Gobiernos, de sus intereses geogr¨¢ficos, se re¨²nen para una causa com¨²n que implica a toda la humanidad. No, no se trata de la b¨²squeda de la vacuna contra la covid-19, sino de algo que ocurri¨® en el siglo XVIII: el esfuerzo colectivo para medir la distancia entre la tierra y el sol, que la historiadora Andrea Wulf retrata en su ¨²ltimo libro publicado en Espa?a, En busca de Venus (Taurus). Wulf, que alcanz¨® un ¨¦xito internacional con ...
Cient¨ªficos de naciones rivales, y a veces directamente enfrentadas, por encima de las fronteras y de los conflictos, de sus propios reyes y Gobiernos, de sus intereses geogr¨¢ficos, se re¨²nen para una causa com¨²n que implica a toda la humanidad. No, no se trata de la b¨²squeda de la vacuna contra la covid-19, sino de algo que ocurri¨® en el siglo XVIII: el esfuerzo colectivo para medir la distancia entre la tierra y el sol, que la historiadora Andrea Wulf retrata en su ¨²ltimo libro publicado en Espa?a, En busca de Venus (Taurus). Wulf, que alcanz¨® un ¨¦xito internacional con La invenci¨®n de la naturaleza, su premiada biograf¨ªa de Alexander von Humboldt, reconstruye aquella haza?a colectiva en la que percibe indudables paralelismos con la lucha global contra pandemia.
¡°Aquella fue la primera vez en la que la comunidad cient¨ªfica internacional trabaj¨® de forma conjunta y global¡±, explica Andrea Wulf (Nueva Delhi, 1972) por tel¨¦fono desde una casa campestre en Alemania, donde ha pasado gran parte de la pandemia, aunque su residencia habitual est¨¢ en Londres. ¡°Para m¨ª en ese momento empieza la aldea global. Ahora mismo nos apoyamos en esos astr¨®nomos. Y es sin lugar a dudas la fundaci¨®n de lo que est¨¢ ocurriendo ahora mismo con la vacuna. Se trata de una red parecida a la que hemos establecido ahora, que transciende agendas nacionales. Todos los pa¨ªses quieren tener la vacuna para su gente, pero para lograrlo todo el mundo tiene que trabajar de forma conjunta, que es lo mismo que hicieron los astr¨®nomos. Superaron las fronteras nacionales, las diferencias religiosas, incluso trabajaron juntos durante una guerra, y compartieron los resultados. Y, solo despu¨¦s, los sentimientos nacionales se hicieron m¨¢s fuertes. Cada Estado quiso vender que hab¨ªa sido el primero en calcular la distancia con el Sol. Creo que con la vacuna pasar¨¢ lo mismo: una vez que se alcance comenzar¨¢n las discusiones para encontrar a los privilegiados que sean los primeros en probarla¡±.
Santo Grial de la astronom¨ªa
En busca de Venus (traducido por Joaqui?n Chamorro Mielke) relata dos tr¨¢nsitos de Venus, un fen¨®meno astron¨®mico muy raro, que se produce cada siglo. En este caso, el primero fue en 1761 y el segundo en 1769. El tr¨¢nsito es el momento en que el planeta atraviesa la cara del Sol y es visible como un punto negro. Midiendo el tiempo durante el que se prolonga este fen¨®meno se puede calcular la distancia entre el Sol y la Tierra. Fue una idea que propuso el gran astr¨®nomo brit¨¢nico Edmond Halley en 1716. As¨ª describe Wulf en su libro aquel momento fundacional para la cooperaci¨®n cient¨ªfica internacional: ¡°Cuantas ma?s personas participaran, mayor era la probabilidad de e?xito. No bastaba con observar el paso de Venus desde Europa; los astro?nomos tendri?an que viajar a lugares remotos. Y solo si combinaban sus resultados podri?an lograr algo que hasta entonces habi?a sido casi inimaginable: una medicio?n matema?tica de las dimensiones del sistema solar, el Santo Grial de la astronomi?a. La llamada de Halley hallo? respuesta: cientos de astro?nomos se sumaron al proyecto. Fue un momento crucial para el inicio de una nueva era en la que el hombre trato? de entender la naturaleza utilizando la razo?n¡±.
Esta entrevista fue realizada primero en el Hay Festival de Cartagena de Indias, en Colombia, a finales de enero de 2020, cuando la pandemia era una amenaza lejana. En los aeropuertos empezaban a verse a viajeros o polic¨ªas con mascarilla, pero eran la minor¨ªa. Pocos cient¨ªficos intu¨ªan entonces que aquella enfermedad ya hab¨ªa desbordado las fronteras de China y avanzaba desbocada por el mundo. De hecho, Wulf pensaba volver en primavera a Colombia para la Feria del Libro de Bogot¨¢, pero todos los planes se vieron interrumpidos. Su libro iba a salir en marzo, pero se retras¨® hasta septiembre. En aquella primera entrevista, las reflexiones sobre los esfuerzos comunes de la ciencia se centraban en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la indignaci¨®n de la historiadora ante el Brexit. Como alemana residente en Londres desde hace d¨¦cadas, se sent¨ªa varada en tierra de nadie, fuera de la UE. La entrevista se complet¨® en octubre por tel¨¦fono en mundo totalmente diferente (salvo porque el Gobierno de Boris Johnson sigue sin aceptar un acuerdo para el Brexit al que se comprometi¨®).
¡°Es interesante ver que, por una vez, los pol¨ªticos est¨¢n escuchando a la ciencia¡±, explica la investigadora. ¡°Vivimos un momento ins¨®lito en el que se toma en serio a los cient¨ªficos, pero la pregunta es si se los tomar¨¢n tambi¨¦n en serio con respecto a otros problemas. Ojal¨¢ ocurriese lo mismo con el cambio clim¨¢tico, porque los investigadores han demostrado lo que est¨¢ ocurriendo desde hace mucho tiempo y los pol¨ªticos no les han escuchado. Ahora s¨ª lo est¨¢n haciendo; pero a causa del coronavirus. Dudo mucho que cumplan sus promesas de reconstruir apoy¨¢ndose en una econom¨ªa verde. Una pandemia nos afecta de forma muy directa, por nuestros seres queridos enfermos o porque nosotros mismos tenemos miedo de enfermar, pero el cambio clim¨¢tico a largo plazo ser¨¢ mucho m¨¢s devastador para todos nosotros¡±.
Los libros de Wulf se centran en el nacimiento de la ciencia moderna, a trav¨¦s de su relato de la vida de Humboldt, de la creaci¨®n de los grandes jardines bot¨¢nicos ¨CThe Brother Gardeners, todav¨ªa no traducido¨C o de la medici¨®n del tr¨¢nsito de Venus, ¡°un acontecimiento que se prolong¨® durante seis horas y que moviliz¨® a m¨¢s de 200 investigadores, que viajaron por todo el mundo¡±. ¡°Luego, volvieron a sus pa¨ªses, compartieron sus c¨¢lculos. Cientos de cartas recorrieron el planeta de un lado a otro y llegaron a medir la distancia entre el Sol y la Tierra de una forma bastante cercana a la que conocemos ahora. Todas nuestras colaboraciones cient¨ªficas siguen ese mismo patr¨®n¡±, se?ala.
La tesis de Wulf sobre Humboldt es que fue el primer cient¨ªfico que comprendi¨® que los ecosistemas funcionan como un todo ¨Cde ah¨ª el t¨ªtulo de su libro, La invenci¨®n de la naturaleza¨C y cree que esa misma teor¨ªa est¨¢ ahora m¨¢s vigente que nunca, por el cambio clim¨¢tico, pero tambi¨¦n porque la emergencia del coronavirus responde a esa misma quiebra de la relaci¨®n de nuestra especie con el mundo natural. Y la historiadora cree que esto es solo el principio: ¡°Ahora mismo se est¨¢ produciendo un cambio enorme, porque ya no pensamos que la siguiente generaci¨®n vivir¨¢ mejor que la nuestra. Y se ha revertido la idea de progreso como algo positivo: cuando pienso en mi hija y en la generaci¨®n de mi hija, que tiene ahora 29; y en la generaci¨®n de Greta Thunberg, padecen una incertidumbre sobre el futuro mucho m¨¢s profunda que la nuestra. ?Y si somos la ¨²ltima generaci¨®n que tuvo una vida muy buena?¡±. Solo una nueva b¨²squeda de Venus, un esfuerzo cient¨ªfico internacional apoyado por los pol¨ªticos, se interpone entre ese negro futuro y la humanidad.