Doce pel¨ªculas imprescindibles de Sean Connery
El actor escoc¨¦s, fallecido hoy, supo dejar atr¨¢s a James Bond para construir una filmograf¨ªa apasionante, con grandes t¨ªtulos de aventuras
Cerca de 70 pel¨ªculas, series, voces en videojuegos -qu¨¦ voz, tan ¨²nica que sonaba en los ascensores del Parlamento escoc¨¦s y as¨ª subrayaba su fervor independentista- y una presencia descomunal. Connery tambi¨¦n ten¨ªa un lado hortera (demasiados a?os con peluqu¨ªn), como se atestiguaba en su querencia por las fiestas de Marbella. Pero supo huir de trampas profesionales, dej¨® a Bond a tiempo -aunque volver¨ªa a?os despu¨¦s a ¨¦l- quedan fuera Atm¨®sfera cero o La roca o sus dos trabajos con el maestro Lumet: La colina de los hombres perdidos (1965) y La ofensa (1971).
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Cerca de 70 pel¨ªculas, series, voces en videojuegos -qu¨¦ voz, tan ¨²nica que sonaba en los ascensores del Parlamento escoc¨¦s y as¨ª subrayaba su fervor independentista- y una presencia descomunal. Connery tambi¨¦n ten¨ªa un lado hortera (demasiados a?os con peluqu¨ªn), como se atestiguaba en su querencia por las fiestas de Marbella. Pero supo huir de trampas profesionales, dej¨® a Bond a tiempo -aunque volver¨ªa a?os despu¨¦s a ¨¦l- quedan fuera Atm¨®sfera cero o La roca o sus dos trabajos con el maestro Lumet: La colina de los hombres perdidos (1965) y La ofensa (1971).
Brumas de inquietud (1958). Su primer gran trabajo (tras quedar tercero en Mister Universo y estar cuatro a?os picando piedra en la televisi¨®n) fue un drama sentimental entre periodistas con Lana Turner. Ya se le ve con maneras sexys, tantas que el entonces novio de Turner, Johnny Stompanato, vol¨® hasta el rodaje en Inglaterra y se peg¨® con ¨¦l por puros celos. Poco tiempo despu¨¦s, a Stompanato lo asesin¨® a cuchilladas la hija de Turner, para defender a su madre de su maltrato.
Agente 007 contra el Dr. No (1962). Empieza la leyenda, Bond, James Bond. Connery no era ni el quinto de la lista de actores deseados por los productores de las adaptaciones de las novelas de Ian Fleming, pero el escoc¨¦s se convirti¨® en los cimientos del mito de 007. La primera vez que aparece es con esmoquin en un casino. ¡°Admiro su valor, se?orita...¡±, le dice a su contrincante en la partida. Y cuando ella le responde con su nombre, le pregunta a ¨¦l el suyo. Y llega la magia.
Marnie, la ladrona (1964). La leyenda dice que tras un ensayo con Connery, Tippi Hedren se fue a hablar con Alfred Hitchcock y le dijo: ¡°Se supone que Marnie es fr¨ªgida. Pero, ?usted le ha visto?¡±. A lo que el director respondi¨®: ¡°S¨ª, querida, y a eso le llamamos actuar¡±. Actor y cineasta se llevaron bien... hasta 1976, cuando Connery le present¨® en el homenaje del American Film Institute, donde Hitchcock no reconoci¨® al actor porque no llevaba su peluqu¨ªn.
Zardoz (1974). Y luego dicen que Borat es original con su ba?ador. Solo alguien como Sean Connery pudo sobrevivir a una pel¨ªcula como Zardoz, de John Boorman, hoy devenido en t¨ªtulo de culto de ciencia-ficci¨®n. Por cierto, Connery cobr¨® 200.000 d¨®lares de salario, poco comparado con lo que cobr¨® por Diamantes para la eternidad, pero mucho comparado con el presupuesto de Zardoz: un mill¨®n.
El hombre que pudo reinar (1975). Una de las pel¨ªculas que honran la historia del cine. John Huston (que llevaba d¨¦cadas luchando por rodarla) + Sean Connery + Rudyard Kipling + Michael Caine. Una f¨®rmula perfecta para las aventuras de dos rufianes, soldados del ej¨¦rcito del imperio brit¨¢nico, que querr¨¢n reinar donde solo lo hizo Alejandro el Grande.
Robin y Marian (1976). Otro filme m¨¢gico, con un Robin Hood oto?al y con Audrey Hepburn como radiante Marian. Lady Marian, en el lecho de muerte de ambos, entona un discurso arrebatador sobre su amor: ¡°Te amo m¨¢s que a los ni?os, m¨¢s que a los campos que plant¨¦ con mis manos, m¨¢s que a la plegaria de la ma?ana, m¨¢s que a nuestros alimentos, m¨¢s que al amor o a la alegr¨ªa o a la vida entera¡±. A?os despu¨¦s, Connery volver¨ªa a Robin Hood, aunque con otro personaje, gracias a Kevin Costner.
Nunca digas nunca jam¨¢s (1983). Esa es la frase que, aseguran, dijo la esposa de Connery cuando este solt¨® que nunca har¨ªa de nuevo un Bond. S¨¦ptima y ¨²ltima aparici¨®n del escoc¨¦s como 007, en este guion un agente retirado. Por cierto, estupendas Kim Basinger y Barbara Carrera (que rechaz¨® Octopussy con Roger Moore para actuar con Connery aqu¨ª).
Los inmortales (1986). Solo puede quedar uno de los inmortales. Y Connery no ser¨¢, pero ense?ar¨¢ al elegido, en un personaje -el de mentor del protagonista- que repetir¨¢ en los siguientes a?os. El escoc¨¦s rod¨® su trabajo en siete d¨ªas, curiosamente un espa?ol, Juan Ram¨ªrez S¨¢nchez Villalobos, y se volvi¨® a Marbella con un mill¨®n de d¨®lares. Pero en pantalla luce todo.
El nombre de la rosa (1986). Un thiller medieval... A priori, una locura, pero la novela de Umberto Eco hab¨ªa sido un best seller y lleg¨® al cine con gracia. Con Connery como Guillermo de Baskerville -si el papel bebe de Sherlock Holmes, qu¨¦ mejor nombre- todo es cre¨ªble en esta conjura entre monjes que esconde un enfrentamiento moral y cient¨ªfico m¨¢s profundo.
Los intocables de Eliot Ness (1987). Brian de Palma afin¨® las cuerdas de un reparto perfecto, y elev¨® el material primigenio (la serie de televisi¨®n) para lograr un gran policiaco. Supuso el ¨²nico Oscar para Connery, tras su ¨²nica nominaci¨®n.
Indiana Jones y la ¨²ltima cruzada (1989). Otro exitazo (del 85 al 90, Connery triunf¨® por lo alto, cerrando la racha con La casa Rusia). A un mito solo se le puede contraponer otro mito: para igualar el carisma de Harrison Ford como Indiana Jones, se necesitaba alguien similar. As¨ª que el profesor Henry Jones, el ¨²nico que llama a su hijo por su nombre (Henry junior o junior), lo encarn¨® Connery. Es el indiana favorito de Spielberg.
La caza del Octubre Rojo (1990). Otro personaje con el que Connery roba el protagonismo al aut¨¦ntico protagonista, el analista de la CIA Jack Ryan, al interpretar a un capit¨¢n de submarino sovi¨¦tico, Markus Ramius, cuya sabidur¨ªa marca la trama. Por cierto, el tup¨¦ de Connery cost¨® 20.000 d¨®lares.