¡®Aftermath¡¯, una rareza sonora
El disco, incluido en la colecci¨®n ¡®Rolling Stones¡¯, sirvi¨® a Jones para experimentar con numerosos instrumentos
Muchos lo califican como un disco raro por su particular sonido. Aftermath (1966) fue un trabajo de experimentaci¨®n para los Rolling Stones, o m¨¢s bien para uno de sus componentes, el guitarrista Brian Jones, que incluy¨® instrumentos muy poco comunes que dieron al ¨¢lbum una variedad estil¨ªstica y singular, aunque sin perder sus referencias al blues. El disco, que alcanz¨® el n¨²mero 1 en Reino Unido y 2 en Estados Unidos, llega este domingo a los quioscos con EL PA?S como parte de ...
Muchos lo califican como un disco raro por su particular sonido. Aftermath (1966) fue un trabajo de experimentaci¨®n para los Rolling Stones, o m¨¢s bien para uno de sus componentes, el guitarrista Brian Jones, que incluy¨® instrumentos muy poco comunes que dieron al ¨¢lbum una variedad estil¨ªstica y singular, aunque sin perder sus referencias al blues. El disco, que alcanz¨® el n¨²mero 1 en Reino Unido y 2 en Estados Unidos, llega este domingo a los quioscos con EL PA?S como parte de la colecci¨®n Rolling Stones, que tambi¨¦n est¨¢ disponible en la p¨¢gina de Colecciones.
Publicado dos a?os antes de iniciar su tr¨ªo de gloria con Beggars Banquet, este disco ha quedado un tanto olvidado, siendo un trabajo relevante en la carrera de los Stones. Aftermath supuso la consolidaci¨®n de Mick Jagger y Keith Richards como compositores, pues por primera vez todos los temas que publicaron eran de cosecha propia, sin versiones de otras canciones.
Adem¨¢s, Jones demuestra aqu¨ª su genialidad musical. No cantaba, pero pod¨ªa tocar un sinf¨ªn de instrumentos sin importar lo extra?os que fueran. En Aftermath se atreve con un koto japon¨¦s, un instrumento tradicional de cuerda familia de las c¨ªtaras; el sitar, un clavicordio o un dulc¨¦mele de los Apalaches, tambi¨¦n de cuerda y con or¨ªgenes misteriosos.
Y como olvidar que, en la edici¨®n estadounidense, la que recoge la colecci¨®n Rolling Stones, este es el disco de canciones como la popular Paint It Black y las muy juveniles Stupid Girl y It¡¯s Not Easy, que traen a la cabeza las im¨¢genes de los Stones tocando en una televisi¨®n en blanco y negro y bailando contenidamente dentro de unas formales camisas.
Tambi¨¦n es el ¨¢lbum de Flight 505, con una autorreferencia en la apertura de piano a su gran y reciente ¨¦xito Satisfaction; Lady Jane, la provocadora Under My Thumb, Doncha Bother Me, Think, High And Dry, I Am Waiting y Going Home. Esta ¨²ltima cierra el ¨¢lbum marcando otra singularidad: su longitud. El tema supera los 10 minutos, muy poco habitual en la ¨¦poca y mucho antes que Hey Jude, de los Beatles y algo m¨¢s corta, o Echoes, de Pink Floyd.
Como escribi¨® el productor de los Stones Dave Hassinger, el grupo ¡°nunca va por el camino f¨¢cil¡± y no lo hicieron tampoco en este disco que, si bien pertenece a una etapa poco madura del grupo, no es menos relevante. Como apunt¨® Hassinger, ¡°en este negocio de dudosa calidad¡± los Stones, ¡°al contrario de las innumerables burlas de los comediantes mediocres de todo el mundo, son verdaderos profesionales¡±.