La inseguridad personal

Si hay un tipo de historia cinematogr¨¢fica signo de los tiempos es la del retrato de familia en crisis, como colectivo en s¨ª y como suma de individualidades a la deriva, el de la prole que ans¨ªa volver a las mejores ¨¦pocas, las de la casa en el campo, los juegos infantiles, el sol de verano y la inocencia a¨²n no perdida. Las hemos visto del derecho y del rev¨¦s, y con constancia, y Foto de familia, segunda pel¨ªcula de Cecilia Rouaud, solo es la pen¨²ltima. Pero si est¨¢n bien contadas, y esta lo est¨¢, resultan irrenunciables pese a la sobredosis. Sus personajes somos nosotros mismos, y su ...

Si hay un tipo de historia cinematogr¨¢fica signo de los tiempos es la del retrato de familia en crisis, como colectivo en s¨ª y como suma de individualidades a la deriva, el de la prole que ans¨ªa volver a las mejores ¨¦pocas, las de la casa en el campo, los juegos infantiles, el sol de verano y la inocencia a¨²n no perdida. Las hemos visto del derecho y del rev¨¦s, y con constancia, y Foto de familia, segunda pel¨ªcula de Cecilia Rouaud, solo es la pen¨²ltima. Pero si est¨¢n bien contadas, y esta lo est¨¢, resultan irrenunciables pese a la sobredosis. Sus personajes somos nosotros mismos, y su estado de nostalgia quiz¨¢ sea tambi¨¦n el nuestro, el del desequilibrio interior permanente.

Rouaud, tambi¨¦n guionista, relata con dramatismo y apuntes de comedia las peque?as y las grandes depresiones, los abandonos sentimentales y la incomunicaci¨®n. Con sencillez expositiva, y acompa?ada de sus estupendos int¨¦rpretes. Y se da la casualidad de que, en una semana cinematogr¨¢fica dominada por el estreno de la brit¨¢nica El padre, con la demencia senil como eje, en Foto de familia el centro de atenci¨®n tambi¨¦n lo ocupe una anciana que, con su sonrisa perenne, su desconocimiento y su extrav¨ªo, parece mucho m¨¢s feliz que sus hijos y sus nietos, aquejados todos de uno de los m¨¢s misteriosos dolores contempor¨¢neos: la inseguridad personal.

Foto de familia se parece a tantas otras pel¨ªculas francesas, algunas mejores, como Un cuento de Navidad, de Arnaud Desplechin, y otras peores, pero Rouaud labra bien el camino de sus criaturas hasta su buen final, con hermosa canci¨®n de Cat Stevens mediante, y acierta a describir una sensaci¨®n que a una cierta edad nos puede aquejar a todos: no saber ya c¨®mo se hacen las cosas.