13 a?os de pelea por el nombre de un dolmen Neol¨ªtico
La discutida nomenclatura de un megalito burgal¨¦s suscita la cruzada de un vecino contra las instituciones
Hace casi 6.000 a?os que unos burgaleses neol¨ªticos construyeron un dolmen de corredor para que sirviera como sepulcro para sus muertos. Colocaron las grandes piedras entre dos arroyos y alinearon perfectamente el conjunto megal¨ªtico para que el sol del solsticio de invierno entrara por la apertura, adornada con grabados de animales, e iluminara directamente la c¨¢mara circular de cinco metros de di¨¢metro. No pusieron, claro, r¨®tulos sobre c¨®mo denominar a este monumento mortuorio. Quiz¨¢ as¨ª hubieran evitado un debate sobre la denominaci¨®n del enclave, que se descubri¨® en 1970 y se bautiz¨® como...
Hace casi 6.000 a?os que unos burgaleses neol¨ªticos construyeron un dolmen de corredor para que sirviera como sepulcro para sus muertos. Colocaron las grandes piedras entre dos arroyos y alinearon perfectamente el conjunto megal¨ªtico para que el sol del solsticio de invierno entrara por la apertura, adornada con grabados de animales, e iluminara directamente la c¨¢mara circular de cinco metros de di¨¢metro. No pusieron, claro, r¨®tulos sobre c¨®mo denominar a este monumento mortuorio. Quiz¨¢ as¨ª hubieran evitado un debate sobre la denominaci¨®n del enclave, que se descubri¨® en 1970 y se bautiz¨® como dolmen de Cubillejo, en alusi¨®n a la localidad m¨¢s cercana. Se hizo a simple vista, pero los catastros y la cartograf¨ªa revelaron que, por apenas unos metros, se encuentra en suelo de Mazariegos, un despoblado adscrito a Mecerreyes. Toda una afrenta para Salvador Alonso, un vecino de Mecerreyes que lleva 13 a?os tratando de cambiar el nombre de este emblema de la prehistoria de Burgos. Su cruzada contra la justicia, la Junta de Castilla y Le¨®n y los historiadores ha resultado bald¨ªa. Pero no piensa rendirse.
La ma?ana se presenta g¨¦lida en el antiqu¨ªsimo cementerio. All¨ª se citan el doctor en prehistoria y especialista en d¨®lmenes Miguel Moreno y el catedr¨¢tico en prehistoria Germ¨¢n Delibes, dos eminencias sobre las construcciones neol¨ªticas de Burgos. Moreno, de melena larga y blanca como la nieve que descansa sobre las milenarias rocas, ha madrugado para intentar disfrutar de la luz del solsticio, pero las nubes lo han frustrado. Ambos colegas pasean por el sepulcro y comentan su gran valor merced a la aparici¨®n de una concha mediterr¨¢nea inaudita en esos lares en aquella ¨¦poca, los dibujos en las paredes y los restos humanos localizados: tres sujetos pertenec¨ªan al 3.700 antes de Cristo, pero un individuo fue enterrado 1.400 a?os despu¨¦s. Lo achacan a una figura aristocr¨¢tica para la cual, tras siglos de desuso del dolmen, se recuper¨® la tradici¨®n de ubicarla all¨ª. Moreno suspira ante el entuerto actual: ¡°Cuando se construy¨® no hab¨ªa mi Cubillejo ni Mazariegos¡±. Delibes rechaza la pol¨¦mica: ¡°No queremos saber nada, es una pelea individual¡±. Su mensaje coincide en que de cara a la ciencia tiene que haber un nombre y que, una vez acu?ado el apellido ¡°de Cubillejo¡±, no existe autoridad que pueda cambiarlo.
La mano de Salvador Alonso, licenciado en Geograf¨ªa e Historia, se aprecia en Mecerreyes (200 habitantes). Una casona de piedra de su propiedad, al lado de la carretera, se encuentra empapelada con proclamas que piden una ¡°correcci¨®n del error de localizaci¨®n¡± y lemas contra el catastro. Alonso se ha manifestado durante semanas incontables con una pancarta frente a la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Junta de Castilla y Le¨®n en Valladolid. Tambi¨¦n ha frecuentado la facultad de Filosof¨ªa y Letras vallisoletana para presionar a Germ¨¢n Delibes, con quien ha tratado el asunto varias veces. El tenaz burgal¨¦s ha colgado en un port¨®n de madera decenas de folios con las denuncias y los escritos ante la Junta, as¨ª como mapas de los ministerios de Hacienda, Fomento y Agricultura o del Ej¨¦rcito para insistir sobre la localizaci¨®n del megalito. Patrimonio remite a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia castellanoleon¨¦s, que rechaz¨® la iniciativa de Alonso porque consider¨® que existe un ¡°problema de deslinde¡± de este Bien de Inter¨¦s Cultural entre Mambrillas de Lara, al que corresponde Cubillejo, y Mecerreyes. El demandante entiende que no existe tal conflicto de deslinde porque los catastros revelan que esa peque?a parcela se halla en Mazariegos. ¡°No vamos a parar hasta que se cumpla la ley¡±, advierte, pues baraja acudir al Tribunal Supremo ¡°o a Europa¡± para salirse con la suya.
El olor al fuego de una chimenea para combatir el fr¨ªo se cuela en un di¨¢logo en el que Alonso se dice ¡°ninguneado por las Administraciones¡± y censura que ning¨²n ente p¨²blico se ha parado a escuchar sus reivindicaciones: ¡°No hacen caso y quieren que los pueblos se peleen entre ellos¡±. Sus 40 escritos a Patrimonio, denuncia, jam¨¢s obtuvieron respuesta. Adem¨¢s, admite que cort¨® un panel informativo instalado por la asociaci¨®n Tierra de Lara justo al lado del dolmen -ahora se encuentra en suelo de Cubillejo- y menciona un carrusel de denuncias cruzadas con el Ayuntamiento de Mambrillas de Lara: ¡°Entre los pueblos nunca hemos tenido mucha relaci¨®n ni antes ni despu¨¦s de todo esto¡±.
La pugna administrativa entristece a Delibes y a Moreno. Estos expertos lamentan que esta discusi¨®n por el nombre del dolmen empa?a una comarca rebosante de historia, con los castros celtas de Lara en una monta?a cercana; al fondo, el castillo del conde castellano medieval Fern¨¢n Gonz¨¢lez. La zona se desangra de vida mientras se debate c¨®mo denominar a un sepulcro prehist¨®rico que ten¨ªa los mismos muertos enterrados que habitantes hay entre los cero de Mazariegos y los cuatro de Cubillejo en este crudo invierno climatol¨®gico y demogr¨¢fico.