Maria Beth?nia: ¡°Ya no me gusta hablar de Brasil. Me dan ganas de llorar¡±

Maria Beth?nia (Santo Amaro, 75 a?os) fue aconsejada por Boninho, director de televisi¨®n de la cadena Globo, para que hablara bastante durante el recital en directo que ofrecer¨¢ este s¨¢bado y que podr¨¢ verse de forma gratuita a trav¨¦s de la plataforma Globoplay. Le sugiri¨® que evitara el vac¨ªo entre las canciones ante la ausencia de aplausos, ya que no habr¨¢ p¨²blico. La cantante sonr¨ªe: ¡°Le dije que se quedara ...

Maria Beth?nia (Santo Amaro, 75 a?os) fue aconsejada por Boninho, director de televisi¨®n de la cadena Globo, para que hablara bastante durante el recital en directo que ofrecer¨¢ este s¨¢bado y que podr¨¢ verse de forma gratuita a trav¨¦s de la plataforma Globoplay. Le sugiri¨® que evitara el vac¨ªo entre las canciones ante la ausencia de aplausos, ya que no habr¨¢ p¨²blico. La cantante sonr¨ªe: ¡°Le dije que se quedara tranquilo, porque soy la cantante brasile?a que m¨¢s pega una canci¨®n con la otra, ya sea con un texto, con una introducci¨®n. Odio esos vac¨ªos, no me gusta darles espacio¡±, comenta por tel¨¦fono la tambi¨¦n hermana de Caetano Veloso. ¡°Espero los aplausos, pero no cuento con ellos. Muchas lecciones de Fauzi¡±, dice la cantante, nombrando a Fauzi Arap, el director y dramaturgo que fue su gran maestro en la sabidur¨ªa de casar texto y m¨²sica en los espect¨¢culos, una din¨¢mica que se torn¨® su marca registrada.

Rosa de los vientos, un espect¨¢culo fundamental de la colaboraci¨®n entre Beth?nia y Fauzi, cumple 50 a?os en 2021 y se celebrar¨¢ en el directo de este s¨¢bado, su primera experiencia en este formato, que se emitir¨¢ desde el espacio cultural Ciudad de las Artes, en R¨ªo de Janeiro. No es la ¨²nica efem¨¦ride que marca la presentaci¨®n. Beth?nia recuerda, ¡°perfectamente¡±, el 13 de febrero de 1965, d¨ªa de su debut en el espect¨¢culo Opini¨®n: ¡°Recuerdo mi llegada al Teatro Opini?o, entr¨¦ con Caetano. Tereza Arag?o [actriz y productora] me recibi¨® y me llev¨® al camerino. Recuerdo que era muy peque?o, pero c¨¢lido. Una luz ¨¢mbar, un espejo cuadrado, sencillo. El camerino desnudo¡±, describe con detalle. Una osad¨ªa para aquellos a?os. Brasil viv¨ªa en dictadura despu¨¦s del golpe militar de 31 de marzo de 1964.

D¨ªas antes del audaz espect¨¢culo, Beth?nia hab¨ªa llegado desde Bah¨ªa. Estaba all¨ª para sustituir a otra estrella de la m¨²sica brasile?a, Nara Le?o. Ya hab¨ªa cantado en Salvador, capital del Estado de Bahia, pero Opini¨®n ser¨ªa su debut nacional. ¡°El Grupo Opini¨®n me pidi¨® una hora en una peluquer¨ªa al d¨ªa siguiente de mi llegada, no les gust¨® mi pelo¡±, recuerda. ¡°Me pas¨¦ toda la ma?ana en esa peluquer¨ªa. No me gust¨® nada c¨®mo qued¨®. En el camerino, el d¨ªa del estreno, me miraba y pensaba: ¡®Este no es mi pelo¡¯.¡± Minutos antes de entrar, un gran escen¨®grafo, amigo de Tereza, vio que no estaba satisfecha, me cogi¨® el pelo y me hizo ese mo?o con el que cant¨¦ Carcar¨¢. Me pregunt¨® si estaba bien, le dije que estaba mucho mejor que antes. Sub¨ª al escenario feliz, descalza, para cantar ? de manh?, de Caetano. Hab¨ªa conseguido convencerles de entrar con esta canci¨®n de mi hermano, que por aquel entonces era un artista desconocido. Y el mo?o se convirti¨® en una marca¡±.

Beth?nia recuerda que estaba tranquila: ¡°Tereza estaba muy nerviosa, Caetano tambi¨¦n, yo no¡±. Pero no estaba indiferente. Estaba ansiosa por subir al escenario y mostrar lo que hab¨ªa preparado. La misma sensaci¨®n que tiene poco antes de su primer directo virtual, 56 a?os despu¨¦s de aquel espect¨¢culo. ¡°Siempre es as¨ª, hasta hoy. Por eso me gusta ensayar, mucho. S¨¦ hacerlo, lo he aprendido, esto es lo que he elegido, voy a mostrarlo¡±, afirma Beth?nia, anticipando que el espect¨¢culo Opini¨®n ser¨¢ recordado brevemente en el directo ¡°con una estrofa¡±. ¡°No voy a cantar Carcar¨¢. Pero cantar¨¦ algunos ¨¦xitos y algunas cosas de Noturno¡±.

Noturno es el disco que lanzar¨¢ en los pr¨®ximos meses, con canciones de compositores como Adriana Calcanhotto, Chico C¨¦sar y Tim Bernardes, algunas de ellas extra¨ªdas del espect¨¢culo Claros breus, de 2019. Carcar¨¢ ¡ª nombre de una ave del norte de Brasil ¡ª es un marco de la historia musical, una m¨²sica de protesta metaf¨®rica en contra los militares. Su letra tiene versos como Carcar¨¢ es malo y valiente¡­ coge, mata y come.

Beth?nia tiene una ansiedad tranquila por el recital de este s¨¢bado. Se afirma en la certeza de que el 13 de febrero es ¡°el d¨ªa de la buena suerte, el d¨ªa de la bendici¨®n¡±. Ese d¨ªa, en 2016, la escuela de samba Mangueira, de R¨ªo de Janeiro, gan¨® el Desfile de Carnaval de ese a?o con el tema Mar¨ªa Beth?nia: la ni?a de los ojos de Oy¨¢, en honor a la cantante, otro recuerdo que se invocar¨¢ en el directo, en el que estar¨¢ acompa?ada por dos guitarras, bajo y percusi¨®n.

¡°El 13 de febrero es inolvidable. Es el mes de Nuestra Se?ora de la Purificaci¨®n, siempre estoy en Santo Amaro para las fiestas, que no se han celebrado este a?o¡±, se lamenta. ¡°Siempre reservo el 13 de febrero para pasarlo con un amigo, descorchar un champ¨¢n, beber una cerveza. Es un gran d¨ªa. La gente le tiene un poco de man¨ªa al 13, pero para m¨ª es todo lo contrario¡±.

El lamento de estar lejos de Santo Amaro estos d¨ªas se hace m¨¢s fuerte en esta era de noticias falsas. Un v¨ªdeo, realizado en 2019, en el que aparecen Beth?nia y Caetano en una fiesta en Santo Amaro, se comparti¨® como si fuera de esta pasada Nochevieja. Es decir, se les acus¨® falsamente de asistir, durante la pandemia, a un evento donde hab¨ªa multitud de gente y sin llevar mascarilla. ¡°Ni siquiera he visto el v¨ªdeo, pero por supuesto me he enterado¡±, dice Beth?nia. ¡°Tambi¨¦n he o¨ªdo que se ha desmentido. Que tampoco sirve de nada, porque todo el mundo sab¨ªa que no era verdad, pero no se trata de eso. El mundo se ha convertido en esto. La pandemia lleg¨® como una marca de hierro de esta cosa vulgar, peque?a, perversa y mala que vivimos. Y no parece que Brasil vea que hay una salida. Pero un d¨ªa lo har¨¢¡±.

El Brasil de 2021 que describe Beth?nia no se parece en nada al pa¨ªs de belleza profunda y luminosa que cant¨® con ternura en Brasileirinho, un ¨¢lbum de 2003. Pero afirma que aquella patria de sussuaranas, de Heitor Villa-Lobos y de cigarrillos de paja a¨²n permanece: ¡°Brasil sigue siendo el mismo, pero est¨¢ dormido, aterrorizado, asustado, enfermo y triste. Ya no me gusta hablar de Brasil. Me dan ganas de llorar¡±.

Noturno, el nuevo disco de Beth?nia, no es una respuesta a ese estado de cosas: ¡°Este Brasil no me inspira¡±. Pero, como ella misma explica, el ¨¢lbum no ignora su tierra, su tiempo. Su repertorio incluye, por ejemplo, ¡°2 de junio¡±, lanzada por la cantante Adriana Calcanhotto en 2020 sobre la muerte del ni?o Miguel Ot¨¢vio, que se cay¨® de un edificio de lujo en Recife mientras su madre, una empleada del hogar, paseaba al perro de su empleadora. Ese caso de marcada negligencia por parte de los empleadores expone (y la canci¨®n lo pone de manifiesto) profundos nudos en la cuesti¨®n racial y la desigualdad social que han formado y forman Brasil.

¡°Noturno invoca una sobriedad, una calma, una madurez¡±, dice Beth?nia. ¡°Pero es un disco de una mujer de 74 a?os, una cantante brasile?a, en una pandemia, con las angustias y situaciones que todo eso implica. Tambi¨¦n trae una canci¨®n como Lapa santa, in¨¦dita, de Roque Ferreira y Paulo C¨¦sar Pinheiro, que canta este Brasil de hoy, de manera fuerte, nordestina, honesta. En uno de los versos, se pregunta: ¡®?D¨®nde est¨¢ el due?o de la casa?¡±. En un pa¨ªs que no ve salida, la pregunta podr¨ªa estar inscrita en la bandera.