El escudo heterosexual

La inercia de los parecidos conduce a un cierto hermanamiento de Dating Amber con una de las m¨¢s refrescantes irrupciones televisivas de los ¨²ltimos a?os: la estupenda serie de Lisa McGee Derry Girls. Sin embargo, pese a los paralelismos, que no son pocos ¡ªambientaci¨®n en los a?os noventa, protagonistas en la edad del instituto, influencia del pop, aparici¨®n del conflicto irland¨¦s, relato de aprendizaje y de descubrimi...

La inercia de los parecidos conduce a un cierto hermanamiento de Dating Amber con una de las m¨¢s refrescantes irrupciones televisivas de los ¨²ltimos a?os: la estupenda serie de Lisa McGee Derry Girls. Sin embargo, pese a los paralelismos, que no son pocos ¡ªambientaci¨®n en los a?os noventa, protagonistas en la edad del instituto, influencia del pop, aparici¨®n del conflicto irland¨¦s, relato de aprendizaje y de descubrimiento, principalmente de la amistad y del sexo, y tono de comedia a veces descacharrante con un punto de amargura¡ª, tambi¨¦n hay esenciales diferencias.

La pel¨ªcula de David Freyne se ambienta en la Rep¨²blica de Irlanda y no en Irlanda del Norte, por lo que la aparici¨®n del hist¨®rico conflicto territorial, religioso y pol¨ªtico se limita a apenas un (muy gracioso) gag en los primeros minutos, y a la profesi¨®n militar del padre de uno de los protagonistas, de lo que nunca se saca partido dram¨¢tico o c¨®mico. Adem¨¢s, el car¨¢cter cat¨®lico de la instituci¨®n educativa de Derry Girls era fundamental y, sobre todo, el desconsuelo que a veces subyac¨ªa en las jocosas situaciones de la serie son apenas rescoldos con m¨¢s sentimentalismo que negrura en el trabajo de Freyne.

En el fondo, lo que ocurre en Dating Amber, la compleja salida del armario de un homosexual y una lesbiana adolescentes, que inicialmente utilizan como escudo su condici¨®n de pareja heterosexual de pega, podr¨ªa haber ocurrido en cualquier pueblo espa?ol de mediados de los noventa. Lo de Derry Girls, en cambio, es pura Irlanda del Norte.

La entonces dif¨ªcil aceptaci¨®n ¡ªe incluso ahora en demasiados casos y c¨ªrculos¡ª, la presi¨®n social y personal, y la asunci¨®n de una etiqueta que no describe lo que en realidad se est¨¢ sintiendo por dentro ocupan la parte dram¨¢tica del relato. Pero de principio a fin lo primordial es la comedia, agradable en general, aunque a veces la extravagancia le siente solo regular. Entre discusiones sobre el britpop, matonismo colegial del idiota de turno, y la forja de una amistad bonita y verdadera, Dating Amber siempre es amena, pero nunca cala. De hecho, parece una pel¨ªcula de hace 25 a?os.