Nick Cave, ¡®Carnage¡¯: otro disco estupendo
El australiano recorre todos sus registros en un trabajo grabado con su mano derecha de los ¨²ltimos a?os, Warren Ellis
Presenta la compa?¨ªa discogr¨¢fica este Carnage como ¡°el primer ¨¢lbum de estudio de Nick Cave y Warren Ellis trabajando juntos fuera de Nick Cave & the Bad Seeds¡±. Pero esa afirmaci¨®n solo es cierta relativamente. En realidad, han firmado una decena de bandas sonoras desde 2005.
Pero s¨ª, esta es la primera vez que firman al alim¨®n un ¨¢lbum compuesto exclusivamente de canciones. Ocho temas que, seg¨²n cuenta Ellis en un texto enviado por la discogr¨¢fica, salieron del tir¨®n: ¡°Fue un proceso acelerado de intensa creatividad. Las ocho canciones surgieron de una forma u otra durante los primeros dos d¨ªas y medio y luego fue: ¡®?Hagamos un disco!¡¯. No hubo nada demasiado premeditado al respecto¡°. ¡°Simplemente nos cay¨® del cielo, es un regalo¡±, a?ade Cave en el mismo texto.
Todo naci¨® con el confinamiento. Con Cave escribiendo compulsivamente en el despacho de su casa. Despu¨¦s se reuni¨® con Ellis y la m¨²sica surgi¨® improvisando sobre esos textos. Algo parecido a lo que hicieron con su anterior disco con The Bad Seeds, Ghosteen (2019), excepto que aqu¨ª el resultado es totalmente distinto.
Escuchando Carnage cabe preguntarse con qu¨¦ tiene m¨¢s en com¨²n, si con los trabajos cinematogr¨¢ficos con Ellis o con los discos recientes de The Bad Seeds. La respuesta: con ninguno de los dos. Habr¨ªa que remontarse muy atr¨¢s, m¨¢s all¨¢ de Skeleton Tree (2016), quiz¨¢s hasta Push the Sky Away (2013), el primer disco de The Bad Seeds en el que no particip¨® Mick Harvey, el ¨²ltimo miembro original que aguantaba, aparte del mismo Cave.
En ese disco fue donde Ellis, que entr¨® en la banda en 1993 como violinista, ejerci¨® por primera vez de mano derecha del l¨ªder. Cave siempre ha necesitado un ayudante a su lado. Un puesto que han ocupado el fallecido Roland S. Howard, Mick Harvey y Blixa Bargeld y que terminaba siempre en enorme bronca y abandono o expulsi¨®n, pero en el que Ellis parece moverse con soltura.
Carnage, que se publica este viernes en versi¨®n digital y el 28 de mayo en formato f¨ªsico, recorre todos los registros habituales del cantante australiano. Despista el inicio con Hand of God, en la que suenan unas bases electr¨®nicas con las que por momentos parecen estar jugando a ser Radiohead. Pero, a partir de ah¨ª, el resto es familiar. Hay letan¨ªas el¨¦ctricas, temas interpretados solo con el piano, baladas a lo Leonard Cohen (una referencia cada vez m¨¢s clara en Cave), nanas oscuras, coros g¨®spel¡
Las letras, tirando a lo abstracto, est¨¢n llenas de ¨¢rboles, flores, r¨ªos, monta?as y caminos. Hay expresiones que se repiten en varios temas. Por supuesto el amor, esa fuerza a la que Cave, que se ha ablandado con los a?os (ya tiene 63), otorga un poder liberador, pero tambi¨¦n un inalcanzable ¡°kingdom in the sky¡±, un reino en el cielo al que parece dirigir sus plegarias. Y Dios, claro. Ese Dios distante que disfruta viendo sufrir a sus criaturas. Y Cave, que perdi¨® un hijo de 15 a?os en 2015 al caerse desde un acantilado, ha sufrido mucho.
Es un disco de confinamiento. ¡°Soy el hombre del balc¨®n. / Soy doscientas libras de hielo empaquetado sentado en una silla bajo el sol de la ma?ana. / Poni¨¦ndome mis zapatos de claqu¨¦ en el sol de la ma?ana¡±, canta en Balcony Man, el tema que cierra el disco. Casi se puede sentir a Cave escribiendo solo, pensando mientras da vueltas por su despacho, hablando en voz alta, viendo las noticias en la televisi¨®n. Parece otro de esos proyectos en los que ha ocupado 2020 empe?ado en que el tiempo pase m¨¢s r¨¢pido despu¨¦s de verse obligado a suspender su gira, la forma en la que muchos m¨²sicos huyen de sus fantasmas.
Menos pulido que sus trabajos habituales, m¨¢s improvisado, con un sonido m¨¢s casero y por eso m¨¢s cercano, Carnage es otro disco personal de un m¨²sico que siempre tuvo un toque teatral, pero que ¨²ltimamente parece estar abri¨¦ndose en canal. ¡°Estoy viajando terriblemente solo. / Por un camino singular. / Por los campos de lavanda que llegan alto, m¨¢s all¨¢ del cielo. / La gente me pregunta c¨®mo he cambiado. / Yo digo que es un camino singular¡±, canta en Lavender Fields. Ese ambiguo ¡°camino singular¡±, que puede significar muchas cosas distintas es la mejor descripci¨®n de un Nick Cave maduro que sigue entreg¨¢ndonos discos estupendos.
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