Se buscan pintoras olvidadas
La perspectiva de g¨¦nero en el arte exige resarcir a artistas borradas de la historia y reescribir los relatos de las que han conseguido sobrevivir
EL PA?S lanza la colecci¨®n ¡®Mujeres extraordinarias¡¯ el domingo 7 de marzo, una serie de libros dirigidos a ni?os con la que podr¨¢n descubrir referentes femeninos que cambiaron la historia con sus ideas y su creatividad.
El discurso hegem¨®nico en la historia del arte pinta a las mujeres como musas y deja el genio para los hombres. ¡°Pero en los a?os 70 este papel ya fue cuestionado por mujeres como Linda Nochlin¡±, puntualiza la historiadora del arte Vanesa Villarejo Herv¨¢s, especia...
EL PA?S lanza la colecci¨®n ¡®Mujeres extraordinarias¡¯ el domingo 7 de marzo, una serie de libros dirigidos a ni?os con la que podr¨¢n descubrir referentes femeninos que cambiaron la historia con sus ideas y su creatividad.
El discurso hegem¨®nico en la historia del arte pinta a las mujeres como musas y deja el genio para los hombres. ¡°Pero en los a?os 70 este papel ya fue cuestionado por mujeres como Linda Nochlin¡±, puntualiza la historiadora del arte Vanesa Villarejo Herv¨¢s, especializada en estudios de g¨¦nero. Las mujeres han continuado reivindicando su papel activo en el arte desde entonces. Griselda Pollock y Rozsika Parker enmendaron en los a?os 80 el manual Historia del Arte de E. H. Gombrich, en el que no hab¨ªa ni una sola mujer en sus casi 700 p¨¢ginas, y las Guerrilla Girls preguntaron al mundo si las mujeres ten¨ªan que estar sin ropa para entrar en el Museo Metropolitano de Nueva York, por la ausencia de pintoras y la abundancia de desnudos femeninos en sus paredes.
Villarejo Herv¨¢s, miembro de la asociaci¨®n Mujeres en las Artes Visuales (MAV), destaca que cuanto m¨¢s se investiga m¨¢s mujeres extraordinarias aparecen en cualquier ¨¦poca de la historia del arte. Entre las menos olvidadas, destaca a Hildegard von Bingen, nacida en Alemania en 1098. Fue una abadesa polifac¨¦tica, adem¨¢s de pintora, era m¨¦dica, fil¨®sofa y ling¨¹ista. Sofonisba Anguissola, italiana que vivi¨® en el siglo XVI, realiz¨® retratos para la corte de Felipe II y se autorretrat¨® en varias ocasiones pintando o tocando instrumentos, pues tambi¨¦n era m¨²sica. Villarejo Herv¨¢s se detiene al nombrar a Artemisia Gentileschi, excelent¨ªsima representante del caravaggismo, para reflexionar sobre la importancia no solo de qu¨¦ se cuenta, sino de c¨®mo se cuenta. ¡°Realiz¨® obras a gran escala de tem¨¢tica bastante innovadora para la ¨¦poca porque, aunque eran mitol¨®gicas y b¨ªblicas, estaban protagonizadas por mujeres, como Judit o Lucrecia, en posici¨®n muy activa que podemos interpretar como hero¨ªnas¡±, explica. Sin embargo, el relato que nos ha llegado es que comenz¨® a pintar despu¨¦s de que un hombre que trabajaba para su padre la violara. ¡°Ese enfoque construy¨® su persona; habr¨ªa que revisar los relatos y dar importancia a la trayectoria¡±.
La deformaci¨®n de la realidad pasa tambi¨¦n por la concepci¨®n de las artistas como personajes extra?os, fuera de lo com¨²n y aislados. La experta aclara que las artistas ten¨ªan contacto con otros intelectuales y colegas y que, aunque habitualmente se usaba como halago expresiones del tipo ¡°pinta como un hombre¡± y su talento se ponderaba en comparaci¨®n con ¡°el otro¡±, su producci¨®n tiene valor en s¨ª misma.
Luisa Rold¨¢n, ¡®La Roldana¡¯, trabaj¨® como escultora de c¨¢mara para Carlos II y Felipe V; Clara Peeters, a la que el Museo del Prado le dedic¨® su primera exposici¨®n con una mujer como protagonista, aprovechaba sus bodegones para autorretratarse en peque?os detalles, mostrando su conciencia de artista; las retratistas Angelica Kauffmann y Marie Louise ?lisabeth Vig¨¦e Lebrun, Rosa Bonheur, Maruja Mallo en Espa?a... ¡°¡®?Hay tantas!¡±, exclama la investigadora lamentando la poca divulgaci¨®n de sus obras.
Al otro lado del olvido podr¨ªa ubicarse la figura de Frida Kahlo, tan popular en las ¨²ltimas d¨¦cadas y tambi¨¦n indispensable en el listado de artistas extraordinarias. Una vez m¨¢s, como se?ala la historiadora, el relato sentimental mezclado con la figura de un hombre, la de su marido y tambi¨¦n artista Diego Rivera, determina la percepci¨®n de la artista: ¡°Se asocia con lo sentimental, el sufrimiento que le produjo un accidente de tranv¨ªa y varios abortos, tambi¨¦n con las infidelidades de su marido, pero tuvo una ingente producci¨®n, se autorretrat¨® en muchas ocasiones y esto no deja ser s¨ªmbolo de autorreconocimiento, y realiz¨® obras que reivindican la cultura mexicana, pint¨® ¡®Unos cuantos piquetitos¡¯, bastante impactante, que nos habla de la violencia machista de forma expl¨ªcita¡±, detalla alabando su resiliencia, prolijidad y aportaci¨®n social y cultural. Y concluye: ¡°Merece una relectura, como tantas otras artistas, centradas en su producci¨®n¡±.