La debutante Lorena Salazar novela los miedos de la maternidad

Lorena Salazar Masso (Medell¨ªn, 29 a?os) pas¨® parte de su infancia en el Choc¨®, en el Pac¨ªfico colombiano, una de las regiones m¨¢s pobres del pa¨ªs, donde la desigualdad y la discriminaci¨®n azotan con la misma virulencia que los grupos armados a una poblaci¨®n mayoritariamente negra. En este territorio de lluvias interminables y naturaleza insondable se pregunt¨® qu¨¦ es el arraigo y la pertenencia. A?os despu¨¦s, antes de la pandemia, en la Escuela de Escritores de Madrid comenz¨® a contestarse en su primera novela. Esta herida llena de peces (publicada por Tr¨¢nsito Editorial ahora en Espa?a) es su respuesta a trav¨¦s de la historia de una madre blanca y un hijo negro que recorren un r¨ªo, a los que traslad¨® esa cuesti¨®n: ?a d¨®nde pertenecemos?

Estos dos personajes, la madre y el ni?o, son los ¨²nicos que no tienen nombre en el libro. ¡°Escrib¨ªa pensando en los ni?os de pies descalzos y en muchas madres con los que he tenido contacto. Me pareci¨® un poco injusto darles un nombre cuando representan a tantos¡±, explica la escritora.

Salazar se incorpora as¨ª a un grupo de escritores colombianos que han virado su inter¨¦s y escritura hacia una regi¨®n abandonada por el Estado y por la literatura. El realismo m¨¢gico que tuvo su explosi¨®n de narrativas a trav¨¦s del Caribe de los libros de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, entre otros autores, se rinde al litoral pac¨ªfico. Uno de los ejemplos m¨¢s conocidos es el de La perra de la escritora Pilar Quintana (Cali, 49 a?os) ganadora del premio Alfaguara 2020. En esta n¨®mina tambi¨¦n est¨¢ el escritor Tom¨¢s Gonz¨¢lez que acaba de publicar El fin del oc¨¦ano Pac¨ªfico sobre el viaje a esta regi¨®n de una mujer que quiere ver las ballenas antes de morir.

¡°Cuando viv¨ªa all¨ª era m¨¢s ni?a y no entend¨ªa todo lo que pasaba, ten¨ªa preguntas que nadie me respond¨ªa y me quedaba solo con lo bueno: la cultura, las mujeres, los ni?os¡­¡±, cuenta Salazar sobre sus a?os en el Choc¨®. ¡°A medida que fui creciendo entend¨ª el abandono, la desigualdad, las necesidades de los habitantes de esta regi¨®n¡±. Todos esos problemas est¨¢n en la novela, pero como insiste la autora, no es un libro sobre la raza: ¡°No hablo de piel ni raza, sino del choque de dos culturas. Hablo de madres, de una que creci¨® en un territorio donde cree que las mujeres son m¨¢s fuertes¡±.

Tampoco lo asume como un libro sobre la violencia. La pregunta es, una vez m¨¢s, si se puede contar Colombia sin contar la violencia que por desgracia padece. ¡°Podemos elegir c¨®mo contarla¡±, opina. ¡°La violencia hace parte de este libro porque hace parte del d¨ªa a d¨ªa de las personas. No incluirla era escribir una historia incompleta, que no era fiel a lo que sucede. Pero no buscaba denunciar a un grupo armado. Depende mucho del entorno en el que crece el autor y si le importa. A m¨ª me importa, por eso se col¨® tanto en la historia¡±.