Los poemas in¨¦ditos de un Brines adolescente y alejado de la fe
El Instituto Cervantes recibe p¨®stumamente 79 poemas del libro manuscrito ¡®Dios hecho viento¡¯ que el escritor de Oliva cre¨ªa perdido y que compuso cuando era adolescente
Francisco Brines no abri¨® todas las cajas de la mudanza que le llev¨® de su vivienda en la calle Mar¨ªa Auxiliadora de Madrid a Elca, la mas¨ªa familiar en Oliva (Valencia). 21 a?os despu¨¦s, mientras recopilaba material para la exposici¨®n que iba a dedicar la Universidad de Alcal¨¢ de Henares al poeta valenciano con motivo de la ...
Francisco Brines no abri¨® todas las cajas de la mudanza que le llev¨® de su vivienda en la calle Mar¨ªa Auxiliadora de Madrid a Elca, la mas¨ªa familiar en Oliva (Valencia). 21 a?os despu¨¦s, mientras recopilaba material para la exposici¨®n que iba a dedicar la Universidad de Alcal¨¢ de Henares al poeta valenciano con motivo de la entrega del Premio Cervantes, ?ngels Gregori, directora de la fundaci¨®n que lleva el nombre del escritor fallecido el pasado 20 de mayo a los 89 a?os, encontr¨® tres carpetas en una caja. Una de ellas guardaba hasta 79 poemas, in¨¦ditos. Parec¨ªan formar parte de un libro manuscrito aunque solo conten¨ªa la anotaci¨®n ¡°Para el premio de poes¨ªa ?nsula¡±.
De ello hace tres meses y Gregori intuy¨® enseguida que se trataba de un libro del que el acad¨¦mico de la RAE hablaba en repetidas ocasiones, lamentando su p¨¦rdida, pues lo escribi¨® siendo un adolescente, entre los 15 y 17 a?os, a finales de los cuarenta. Entonces cursaba estudios en el colegio de los jesuitas de Valencia y empezaba a cuestionarse las creencias religiosas cat¨®licas que hab¨ªa adquirido en sus a?os de formaci¨®n, en un pa¨ªs regido por el nacionalcatolicismo de la dictadura franquista.
El libro se titulaba Dios hecho viento, seg¨²n evocaba el propio autor, que lleg¨® a disfrutar y tambi¨¦n a re¨ªrse de sus versos adolescentes recuperados semanas antes de fallecer en un hospital de la vecina localidad de Gand¨ªa. Esta obra primeriza fue la elegida por el propio Brines para cederla como legado al Instituto Cervantes. No la pudo depositar el pasado mes de abril por su fr¨¢gil estado de salud, como tampoco pudo entonces acudir a recibir el Premio Cervantes a Alcal¨¢ de Henares. Por ello, fueron los Reyes los que le dieron en mano la distinci¨®n en su casa de Oliva ocho d¨ªas antes de morir. Y este lunes ha sido el director del Cervantes, el tambi¨¦n poeta Luis Garc¨ªa Montero, quien ha recibido el legado, tambi¨¦n en la mas¨ªa de Elca, de manos de la sobrina del poeta, Mariona Brines, para su resguardo. Su ¨²ltimo destino ser¨¢ la nueva Biblioteca Patrimonial del organismo, ubicada tambi¨¦n en la ciudad natal de Cervantes.
?ngels Gregori tuvo tiempo de mostrar el contenido de la carpeta hallada al autor de El oto?o de las rosas. ¡°Se emocion¨® much¨ªsimo cuando se lo estaba leyendo. Era como volver a su adolescencia. Fue muy emocionante tambi¨¦n para m¨ª le¨¦rselo, escuchar c¨®mo se burlaba de un verso y c¨®mo comentaba de otro que no estaba mal del todo, como se autoevaluaba con precisi¨®n. Es un libro con sus primeras probaturas de poeta, pero de alguna manera s¨ª que podemos ver parte de la po¨¦tica posterior de Brines. En el t¨ªtulo de El poema perdido y hallado en el bosque ya hay ciertas resonancias que luego recoge en otros como El ni?o perdido y hallado en Elca, que pertenece a su ¨²ltimo libro original, La ¨²ltima costa [1995]. ?l me preguntaba: ¡®?Qu¨¦ hago? ?Lo publico o no?¡¯. Yo al principio le dec¨ªa que no y luego: pues s¨ª. No es el mejor libro de Brines, pero es un libro de Brines. No sabemos si se acabar¨¢ publicando de aqu¨ª a unos a?os. A ver¡±, explica a este peri¨®dico la directora de la fundaci¨®n.
En esa ¨¦poca, el poeta de Oliva estudiaba de lunes a viernes en Valencia con los jesuitas y los fines de semana iba a menudo a la casa que la congregaci¨®n ten¨ªa en la cercana poblaci¨®n de Alaqu¨¤s. Uno de sus poemas se titula Noches de ejercicios espirituales. ¡°Por primera vez, Brines es consciente de que empieza a dudar de su fe; tiene su primera crisis religiosa¡±, se?ala Gregori. Otro de esos poemas in¨¦ditos, El Dios estaba solo, nunca publicado, fue mostrado en la exposici¨®n de Alcal¨¢ de Henares, inaugurada el 23 de abril. En ¨¦l demuestra ya un dominio de la lengua sorprendente¡±, apostilla. En la misma carpeta hab¨ªa algunos dibujos del propio Brines.
Otra carpeta inclu¨ªa prosas primerizas, ¡°maravillosas¡±, sobre las primeras ciudades que visit¨®, como Cuenca o Valladolid, apunta Gregori. ¡°Brines apenas guardaba nada, pero su madre s¨ª, y yo creo que gracias a ella se han conservado estas carpetas¡±, agrega. En la tercera de ellas hay correspondencia con Luis Cernuda, con Vicente Aleixandre, tambi¨¦n con su familia. Esta le reprochaba que escribiera tan poco, sobre todo cuando estuvo de lector en Oxford. ¡°Es que soy un perezoso epistolar¡±, contestaba ¨¦l.
Un perezoso perfeccionista que daba vueltas a los versos. Llevaba a?os anunciando que estaba ultimando un nuevo poemario, Donde muere la muerte, del que han trascendido algunos poemas. La editorial Tusquets tiene previsto publicar el libro en octubre con la inclusi¨®n de una veintena de composiciones trabajadas en los ¨²ltimos 25 a?os, algunas de una ¡°intensidad extraordinaria¡±, como Bienvenida al a?o 2000 o Declaraci¨®n de amor a Elca¡±, seg¨²n la directora de la fundaci¨®n del poeta, cuya personalidad tolerante, dialogante, abierta, le granje¨® numerosas amistades.
Prueba de ello es que escritores como Felipe Ben¨ªtez Reyes, Luisa Castro, Fernando Delgado, Vicente Gallego, Carlos Marzal, Mart¨ªn L¨®pez Vega, Lola Mascarell o Jos¨¦ Saborit tambi¨¦n han participado en la donaci¨®n a la caja del Cervantes con la aportaci¨®n de un libro cada uno con alg¨²n significado especial relacionado con Francisco Brines. Tambi¨¦n las artistas pl¨¢sticas Mariona Brines, presidenta de la fundaci¨®n, y Carmen Calvo, han donado obras suyas. Garc¨ªa Montero, por su parte, deja en este legado ampliado dos primeras ediciones de Diario de un poeta reci¨¦n casado, de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, y Soledades, de Antonio Machado, maestros y dos de los poetas predilectos de Francisco Brines. Los miembros de la fundaci¨®n han entregado el manuscrito del rostro de Oliva y han expresado su deseo de que se ponga una placa conmemorativa en la calle que lo vio nacer en el pueblo, seg¨²n ha indicado la propia Gregori.
Garc¨ªa Montero ha destacado que el acto es tambi¨¦n un homenaje a Brines. Y as¨ª ha sido, con lectura de poemas y breves parlamentos. La directora general del Libro y Fomento de la Lectura, Mar¨ªa Jos¨¦ G¨¢lvez G¨¢lvez, ha recordado la felicidad del poeta cuando el ministro de Cultura, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, le comunic¨® que hab¨ªa ganado Cervantes. ¡°Adem¨¢s de un maestro de la poes¨ªa, fue un padre, un amigo, una amigote¡±, ha se?alado Marzal. El presidente de las Cortes valencianas, Enric Morera, y el consejero de Cultura, Vicent Marz¨¤, entre otros representantes pol¨ªticos, tambi¨¦n han asistido.
'El Dios estaba solo': poema in¨¦dito de Francisco Brines
El Dios estaba solo.
era en la pausa eterna de un Dios que se sab¨ªa.
Fue antes del espacio cuando todo era todo.
Cuando el canto y el grito luchaban en lo mudo,
cuando no hab¨ªa pozos para esconderlo oscuro
ni los mares m¨¢s vastos esperaban los soles.
Cuando Dios era un ocio sin un viento a la espera,
cuando el hombre era polvo sin que el polvo existiera.
Era el mundo sombr¨ªo de lo quieto,
moraba su silencio.
El dios estaba solo, calladamente bello.
Sub¨ªa tristemente por su reino desierto,
se gozada en las cumbres crey¨¦ndolas su sue?o,
era un dolor intenso cual del valle sediento
?qu¨¦ vac¨ªo demente aquel su pecho inmenso
en la seca amenaza de aquel abismo lento!
Dios sent¨ªa cansancio -cansancio de lo eterno-
y buscaba los llanos a descansar el pecho.
Sinti¨® tierno el aliento,
?qu¨¦ congoja tan leve sent¨ªa entre los dedos!
se le hac¨ªa el tiempo,
y al verse tan sincero
rebaj¨® de sus cumbres un Espacio a lo lejos.