Cosas neutrales
La escritora Melba Escobar renuncia a representar a Colombia en la Feria del Libro de Madrid despu¨¦s de que el embajador asegurara que los autores invitados eran pol¨ªticamente ¡°neutrales¡±
Es cierto que, cuando me invitaron hace varias semanas a la Feria del Libro de Madrid, en el marco de Colombia como pa¨ªs invitado, acept¨¦ la invitaci¨®n. No me result¨® ni sospechoso ni inconveniente aceptar una invitaci¨®n que asum¨ª como un resultado natural de mi trabajo.
Sin embargo, las desafortunadas declaraciones del Embajador de Colombia en Madrid, Luis Guillermo Plata, me llevaron a declinar el lunes la invitaci¨®n. Como lo dije en correo enviado a los organizadores, nunca consider¨¦ que mi participaci¨®n como parte de la d...
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Es cierto que, cuando me invitaron hace varias semanas a la Feria del Libro de Madrid, en el marco de Colombia como pa¨ªs invitado, acept¨¦ la invitaci¨®n. No me result¨® ni sospechoso ni inconveniente aceptar una invitaci¨®n que asum¨ª como un resultado natural de mi trabajo.
Sin embargo, las desafortunadas declaraciones del Embajador de Colombia en Madrid, Luis Guillermo Plata, me llevaron a declinar el lunes la invitaci¨®n. Como lo dije en correo enviado a los organizadores, nunca consider¨¦ que mi participaci¨®n como parte de la delegaci¨®n oficial de Colombia en la Feria de Madrid fuese un aval al gobierno de Iv¨¢n Duque. Quiz¨¢ porque creo en las democracias, en plural y como ente abstracto que existe cada vez menos en la realidad y cada vez m¨¢s en la inmaterialidad de los ideales, no part¨ª de la base de que necesariamente algo deb¨ªa estar mal en la representaci¨®n de pa¨ªs que habr¨ªa de hacer el actual gobierno de mi pa¨ªs.
Llegaron, como es natural que suceda, pues toda selecci¨®n es arbitraria, las cr¨ªticas a qui¨¦nes fuimos invitados, los se?alamientos de qui¨¦nes faltaban, qui¨¦nes declinaron desde un principio, y qui¨¦nes aceptamos. Hasta ah¨ª, nada fuera de lo com¨²n. Pero entonces aparece la declaraci¨®n del embajador Plata, a quien le preguntan c¨®mo se eligieron los autores invitados y responde: ¡°Uno no quisiera que una feria literaria se convirtiera en una feria pol¨ªtica. Ni para un lado ni para el otro (¡). Se ha tratado de tener cosas neutras donde prime el lado literario de la obra¡±.
Primero que todo, todo acto cultural es pol¨ªtico. Incluso declararse apol¨ªtico es una posici¨®n. Segundo, ?qu¨¦ significa ¡°ni para un lado, ni para el otro¡±? ?Se refiere con esto a que eligieron autores cuya obra no fuese cr¨ªtica del Gobierno, y cu¨¢l ser¨ªa el ¡°otro lado¡±, el de la propaganda? ?Y acaso no es esta declaraci¨®n un acto pol¨ªtico? ?Y c¨®mo se puede hablar de ¡°diversa¡± o de ¡°vital¡± en un argumento que infiere que hubo censura en la selecci¨®n?
Las declaraciones del Embajador dan a entender que la selecci¨®n de autores que asistir¨¢n a la Feria fue definida con base en afinidades pol¨ªticas al Gobierno o, al menos, que se rechaz¨® a quienes expl¨ªcitamente han sido sus cr¨ªticos.
Al saber que el Embajador se refiri¨® de forma expl¨ªcita a los autores invitados como ¡°neutrales¡±, no pude sino declinar la invitaci¨®n, pues estoy lejos de ser ¡°neutral¡±. ?De d¨®nde habr¨¢n podido sacar semejante conclusi¨®n? ?Ser¨¢ porque mi m¨¢s reciente libro de cr¨®nicas de viajes entre Colombia y Venezuela, es cr¨ªtico del gobierno de Maduro? En realidad soy cr¨ªtica del populismo rampante, descabellado y ret¨®rico, que cae en todos los excesos y los abusos en nuestro golpeado hemisferio.
Las ideolog¨ªas de izquierda y derecha se reducen cada vez m¨¢s a una ret¨®rica utilizada como arma blanca por candidatos mercenarios que se inclinan por una u otra seg¨²n les dicta el term¨®metro de la popularidad electoral. El coraz¨®n de una ciudadan¨ªa vota con la ferocidad de los hinchas de f¨²tbol, nunca con la cabeza. La gente vota con hambre, sudor y l¨¢grimas, nunca con mesura. M¨¢s a¨²n en Am¨¦rica Latina, donde la pandemia ha dejado una pobreza creciente y nos ha devuelto d¨¦cadas en el crecimiento de la clase media.
Y as¨ª ponemos de mandatario a un demasiado, o a otro demasiado. Al final cualquiera de los demasiados acabar¨¢ cayendo en abusos contra su pueblo, ¡°sean de un lado o del otro¡±, como dir¨ªa el embajador Luis Guillermo Plata.
Pues de un lado, tenemos a Nicol¨¢s Maduro, cuya representaci¨®n cultural niega y denigra del talento de quienes son sus cr¨ªticos. Y, del otro, tenemos a Iv¨¢n Duque, cuyo Gobierno pasa el censor pol¨ªtico por la invitaci¨®n de una delegaci¨®n de escritores a una feria internacional. No se diga m¨¢s.
Lo que cualquier gobierno democr¨¢tico entiende y ejerce es que es a los gobiernos a los que les compete ser neutrales, no a los ciudadanos. Cualquier pol¨ªtica que se haga llamar democr¨¢tica cobija a todas y a todos, m¨¢s all¨¢ de cuales sean las opiniones, miradas o posturas individuales. Un sistema que privilegia a los ¡°neutrales¡± sobre quienes piensan distinto no representa la diversidad de un pa¨ªs, mucho menos su vitalidad y ni hablemos de su esp¨ªritu democr¨¢tico.
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