La pinturer¨ªa, el mando, el valor¡ y la indulgencia
Manuel Perera, valeroso y arrollador, cort¨® una oreja en cada novillo gracias a la generosidad del p¨²blico
El novillero que abri¨® plaza se apellida V¨¢zquez y es nieto del recordado maestro Manolo V¨¢zquez; con lo que le gustan a Sevilla los ilustres apellidos toreros, esa era raz¨®n suficiente para que fuera acogido con cari?osa benevolencia. Adem¨¢s, ven¨ªa precedido el chaval de buena prensa, aunque bien es cierto que demostr¨® gracia en algunos pasajes de su intervenci¨®n.
?l fue el autor de la pinturer¨ªa; el mando lo puso Gonz¨¢lez-Ecija, con recursos impropios de su corta trayectoria; el valor, Perera, que lleg¨® dispuesto a comerse el mundo y pase¨® dos orejas¡ Y la indulgencia la mostr¨®...
El novillero que abri¨® plaza se apellida V¨¢zquez y es nieto del recordado maestro Manolo V¨¢zquez; con lo que le gustan a Sevilla los ilustres apellidos toreros, esa era raz¨®n suficiente para que fuera acogido con cari?osa benevolencia. Adem¨¢s, ven¨ªa precedido el chaval de buena prensa, aunque bien es cierto que demostr¨® gracia en algunos pasajes de su intervenci¨®n.
?l fue el autor de la pinturer¨ªa; el mando lo puso Gonz¨¢lez-Ecija, con recursos impropios de su corta trayectoria; el valor, Perera, que lleg¨® dispuesto a comerse el mundo y pase¨® dos orejas¡ Y la indulgencia la mostr¨® a borbotones el p¨²blico, generoso en exceso con los novilleros, prueba de que la afici¨®n est¨¢ necesitada de triunfos para dejar atr¨¢s la mala racha de la pandemia.
Y no hay que olvidar a los novillos, muy nobles y sosones que, mal que bien, ofrecieron posibilidades para que los chavales triunfaran si no fallan tanto en la suerte suprema.
El Parralejo/V¨¢zquez, Gonz¨¢lez-Ecija, Perera
Novillos de El Parralejo, correctos de presentaci¨®n, a excepci¨®n del primero; cumplidores en los caballos, blandos, nobles y sosos.
Manolo V¨¢zquez: pinchazo y media atravesada _aviso_ (ovaci¨®n); cuatro pinchazos y estocada _aviso_ (ovaci¨®n).
Jaime Gonz¨¢lez-Ecija: dos pinchazos _aviso_, estocada atravesada y un descabello (ovaci¨®n); dos pinchazos y estocada (ovaci¨®n).
Manuel Perera: media estocada (oreja); estocada (oreja).
Plaza de La Maestranza. 21 de septiembre. Tercera de feria. Media entrada sobre un aforo del 60 por ciento.
Perera es un torero arrollador, valiente y comprometido; no le sobra hondura ni le adornan ribetes art¨ªsticos, pero sus carencias las suple con un compromiso encomiable.
Brind¨® al respetable su primero, y se ech¨® de rodillas para iniciar una tanda de meritorios redondos. Ese novillo tercero era descastado y sin celo, pero el torero se arrim¨® como un condenado y traz¨® naturales de buena factura que fueron la antesala del primer trofeo. Esper¨® al sexto de hinojos en los medios; de igual modo inici¨® la faena de muleta y el poco tiempo que dur¨® el animal lo aprovech¨® para demostrar que quiere ser torero. Alarg¨® la faena con el novillo ya exhausto y, a pesar del aburrimiento final, cort¨® otra oreja.
Llam¨® la atenci¨®n la madurez del joven Gonz¨¢lez-Ecija, su serenidad, seguridad y dominio de la situaci¨®n en ambos novillos. Molestado por rachas de viento en su primero, super¨® la prueba ante un animal arisco y de feo estilo, aunque se pas¨® de faena y mat¨® mal. Confirm¨® en el otro que mantiene las ideas claras y maneja los enga?os con soltura. Tambi¨¦n fall¨® con la espada ante este novillo molesto.
Y la gracia pinturera la mostr¨® Manolo V¨¢zquez, quien se encontr¨® primero con un novillete sin estampa de tal, tan bonancible como soso, ante el que dibuj¨® algunos derechazos henchidos de naturalidad y bella factura. M¨¢s codicioso era el cuarto, y traz¨® un manojo de hondos naturales y otros detalles de familia pinturera.
Mat¨® mal a los dos novillos; y despu¨¦s de que pinchara cuatro veces antes de cobrar una estocada en el cuarto, el p¨²blico lo sac¨® a saludar. Generosidad, por un lado, y afecto al apellido ilustre, por otro.