Chiara Mastroianni: ¡°Si a mi padre le dicen que es un icono, se muere de risa¡±
La actriz, hija de Marcello Mastroianni y Catherine Deneuve, recoge el Premio de Honor del Festival de Gij¨®n, donde ha sido aclamada como referente del cine independiente europeo
En Gij¨®n, Chiara Mastroianni, (Par¨ªs, 49 a?os) se resguarda de la lluvia y pasa desapercibida. Le han dado el Premio de Honor en el Festival de Cine de la ciudad y pasea sus genes ic¨®nicos con la naturalidad de quien defiende con elegancia discreta un legado. No es ligero, el suyo. Hija de Catherine Deneuve y ...
En Gij¨®n, Chiara Mastroianni, (Par¨ªs, 49 a?os) se resguarda de la lluvia y pasa desapercibida. Le han dado el Premio de Honor en el Festival de Cine de la ciudad y pasea sus genes ic¨®nicos con la naturalidad de quien defiende con elegancia discreta un legado. No es ligero, el suyo. Hija de Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni, la carrera de Chiara entre el cine y la canci¨®n ha sido merecedora de galardones como el C¨¦sar o el de la secci¨®n Un Certain Regard, de Cannes. Da sus primeros pasos ahora en el teatro con Le ciel de Nantes, de Christophe Honor¨¦, que se ver¨¢ en el Odeon de Par¨ªs.
Pregunta. Debutando en el teatro¡ ?Le ten¨ªa demasiado respeto al g¨¦nero?
Respuesta. S¨ª, de hecho me daba miedo, pero ahora estoy feliz. Quer¨ªa volver a trabajar con Christophe Honor¨¦ y me ofreci¨® un papel en esta historia sobre su familia. Trata de unos parientes fantasmas que murieron todos antes de cumplir 50 a?os y le reprochan no haber escrito sobre ellos. Es una confrontaci¨®n con el pasado.
P. ?Tiene usted que confrontar muchas cosas con el pasado?
R. ?Yo? No. El pasado es buen alimento para el trabajo, pero cuando act¨²o no pienso en m¨ª misma. Por eso me gusta.
P. No es una actriz del m¨¦todo, entonces¡
R. No, aunque a nivel inconsciente, seguramente aparecen muchas cosas. Pero en mi caso, el trabajo me libera de m¨ª.
P. Venir a Gij¨®n a que le hagan un homenaje a su carrera, ?no le hace tampoco mirar atr¨¢s?
R. Pues te preguntas, ?a m¨ª? ?Por qu¨¦? No miro atr¨¢s. Tuve suerte, quiz¨¢s mi m¨¦rito ha sido trabajar con buenos directores, es en lo que me fijo a la hora de elegir: el director. Pero eso de los homenajes me da algo de verg¨¹enza. Lo que me gusta es venir a los festivales a conocer gente.
P. Parece que usted estaba predestinada para su oficio. Unos padres as¨ª, ?marcan demasiado el camino?
R. Supongo. No sabr¨ªa hacer otra cosa.
P. Pero, ?le habr¨ªa gustado?
R. Ah, s¨ª, por supuesto. Me hubiese encantado ser m¨²sico.
P. Pero ha cantado.
R. S¨ª, pero me habr¨ªa encantado dedicarme de lleno. Ser compositora, montar un grupo. Adoro actuar, pero la m¨²sica es igual de importante para m¨ª. Crear me hubiera fascinado. Escribir tambi¨¦n. Me entusiasm¨¦ con el cine como espectadora, aunque tambi¨¦n viv¨ª el sue?o de ese mundo desde dentro.
P. ?Qu¨¦ es el sue?o del cine?
R. Vivir dentro de una pel¨ªcula, en las tripas, un rodaje es el lugar m¨¢s seguro que se me ocurre en el mundo. Cuando iba con mi padre, as¨ª lo sent¨ªa. Y fui a muchos, porque ¨¦l trabaj¨® much¨ªsimo. Era un espacio de reconciliaci¨®n y no vi nunca a mi padre m¨¢s feliz en otro sitio que en un rodaje.
P. Parec¨ªa un hombre feliz, cierto. ?Lo era?
R. Lo era, pero haciendo una pel¨ªcula, esa felicidad te la contagiaba.
P. Como si viviera de un juego, es muy acertado el t¨¦rmino en franc¨¦s y en ingl¨¦s para actuar cuando dicen jugar.
R. S¨ª, sin duda. Es un juego, completamente.
P. Si hacemos una lista de los rodajes a los que fue con su padre o su madre nos salen dos cap¨ªtulos de la historia del cine.
R. El primero que recuerdo con ¨¦l fue La ciudad de las mujeres, de Fellini. Tom¨¦ conciencia de quien era el director despu¨¦s, de adolescente. Antes era, sencillamente, un amigo de mi padre. Recuerdo haber llegado all¨ª como a un parque de atracciones. Me impresion¨®. B¨¢sicamente desde 1979 a 1996 fui a todos los rodajes que hizo con Ettore Scola, Angelopoulos, Nikita Mihalkov, con quien hizo Ojos negros, preciosa pel¨ªcula¡
P. ?Y con su madre?
R. Con ella menos, viv¨ªamos juntas en Par¨ªs y ten¨ªa que ir al colegio. Fui algunos, de Truffaut, por ejemplo, del que luego me hice muy admiradora.
P. ?De su madre hered¨® la cinefilia como espectadora?
R. Ah, s¨ª, eso s¨ª. Ella va, como m¨ªnimo, dos veces a la semana al cine. Las ¨²ltimas que hemos visto juntas eran de terror¡
P. Y tambi¨¦n ha trabajado con los dos.
R. S¨ª, la suerte para m¨ª era que no me impresionaban. Sabes que son grandes y es una responsabilidad, pero mi carrera fue distinta, yo eleg¨ª cineastas independientes con bajo presupuesto. Se alegraron mucho cuando les dije que me iba a dedicar a esto.
P. ?Le ense?aron mucho?
R. Tampoco, pero sus consejos fueron muy v¨¢lidos. Me animaron a tomar mis propias decisiones y a encarar mis errores como parte del trabajo. Y mi padre me insist¨ªa en que este oficio consiste en tener paciencia y saber esperar.
P. ?No perder los nervios?
R. S¨ª, ¨¦l siempre fue muy humilde. Sab¨ªa de d¨®nde ven¨ªa, ambos nunca perdieron la cabeza, se mantuvieron con los pies en la tierra y eso que sus carreras han sido m¨¢s que excepcionales. No han sido en absoluto egoc¨¦ntricos. Fueron muy inteligentes a la hora de educarme.
P. ?C¨®mo lo hicieron?
R. Con toda la normalidad, fuera del sistema del mundo del espect¨¢culo.
P. Y ser hija de Catherine Deneuve, seguramente le ha ense?ado a cumplir a?os con dignidad. Aunque supongo que no es f¨¢cil crecer con la conciencia de ser hija de dos iconos.
R. Pues s¨ª, me han servido para eso y tambi¨¦n a saber ser feliz en cada ¨¦poca de la vida. Soy ahora tan feliz como cuando era joven. En fin, lo que se puede ser en este mundo de locos. M¨¢s con esta pandemia, que a¨²n no sabemos c¨®mo nos va a afectar psicol¨®gicamente. Digamos que he aprendido bien a trav¨¦s de ellos a sentirme en paz conmigo misma.
P. Ya es algo.
R. Desde luego, si algo lamento es que mis hijos no hayan disfrutado de su abuelo. En cuanto a lo que dec¨ªa usted de los iconos, si a mi padre le hubieran dicho esa palabra, se hubiera muerto de risa. No ten¨ªa ni rastro de narcisismo, era como el pariente de cualquier familia: no fing¨ªa esa naturalidad, ni la constru¨ªa de manera artificial.
P. Es lo que llamamos elegancia.
R. Se mostr¨® muy humilde con su destino y fue consciente de su suerte. Era natural y amable, genuinamente amable, sin tratar de impresionar a nadie. Le admiro much¨ªsimo y entiendo que la gente lo quisiera. Cuando le echo de menos me pongo a escuchar sus entrevistas y a ver pel¨ªculas suyas. Lo perd¨ª demasiado pronto y ojal¨¢ lo hubiera tenido cerca m¨¢s tiempo. Me hubiera encantado que me viera progresar y estabilizarme en mi trabajo.