Peripecias taurinas de una presidenta en el palco de la Maestranza de Sevilla

Anabel Moreno, presidenta de la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla desde 2006 hasta 2019, recuerda c¨®mo en las primeras comparecencias en el palco la mandaban a fregar desde el tendido. Y no solo eso.

¡°El d¨ªa que debut¨¦, el p¨²blico estaba tan sorprendido como yo¡±, cuenta con la serenidad que ofrece el paso del tiempo. ¡°No en vano era la primera vez que una mujer ejerc¨ªa como presidenta, y hubo espectadores que se pasaron todo el festejo mir¨¢ndome para comprobar cu¨¢les eran mis reacciones¡±.

Y hubo algo m¨¢s: ¡°Viv¨ª situaciones curiosas y un poco ofensivas con los periodistas; despu¨¦s de un festejo en el que se hab¨ªa producido alguna pol¨¦mica, sistem¨¢ticamente, me preguntaban si yo me hab¨ªa dejado aconsejar por el asesor. Pero, ?le hacen ustedes esa misma pregunta a mis compa?eros varones?, les contestaba. La decisi¨®n es m¨ªa, pu?etas¡­¡±

Pero no fueron estos los ¨²nicos lances que tuvo que lidiar la nueva presidenta con los plumillas.

¡°El d¨ªa que el nuevo equipo presidencial se present¨® ante los medios de comunicaci¨®n, Demetrio P¨¦rez, Delegado del Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa en Sevilla, y yo est¨¢bamos preparados para lo que sucedi¨®: un periodista levanta la mano y pregunta: ¡®?Cu¨¢les son los m¨¦ritos de esta se?ora para ser presidenta?¡¯ Y Demetrio le respondi¨®: ¡®No recuerdo la misma pregunta para el resto de los presidentes; siguiente cuesti¨®n, por favor¡¯. Sab¨ªamos que alguien iba a picar y as¨ª ocurri¨®. Unas veces sucede por ingenuidad, y otras porque la cabeza no te da para m¨¢s¡±.

¡°Cuando dej¨¦ de ser algo pintoresco y puntual, se impuso el respeto¡±

Imaginable es la sorpresa de esta mujer, alta funcionaria de la Junta de Andaluc¨ªa, que hab¨ªa sido Secretaria General del Instituto de la Mujer en Andaluc¨ªa, entre otros cargos en el gobierno auton¨®mico, y que en el momento de su acceso al palco era la responsable del ¨¢rea de econom¨ªa del Ayuntamiento de Sevilla.

Lleg¨® a la presidencia de la Maestranza por su condici¨®n de prestigiosa aficionada y por su militancia en el PSOE, y por esta ¨²ltima raz¨®n fue cesada por el actual gobierno andaluz, que ahora preside una coalici¨®n PP-Ciudadanos. Beneficiaria y v¨ªctima de la injerencia de la pol¨ªtica en los toros.

De todos modos, es verdad que las reticencias machistas iniciales dejaron paso al reconocimiento que la presidenta se gan¨® en el palco con su afici¨®n y seriedad.

¡°Cuando dej¨¦ de ser una novedad, algo pintoresco y puntual, se impuso el respeto; es verdad¡±, recuerda.

¡°Los primeros a?os fueron tensos e inseguros, y reconozco que adopt¨¦ decisiones que no fueron las m¨¢s acertadas¡±, prosigue; ¡°aunque con el paso del tiempo he notado que las discutibles no son tantas. Este es un espect¨¢culo absolutamente democr¨¢tico, y parte de las resoluciones se toman tras escuchar y percibir las reacciones del p¨²blico, pero no se pueden conceder trofeos en una plaza tan importante como la Maestranza porque los tendidos est¨¦n contentos una tarde¡±.

Anabel Moreno naci¨® en Las Palmas porque su padre militar estaba all¨ª destinado; aterriz¨® en Sevilla en 1976, y ah¨ª se qued¨®. A los 24 a?os conoci¨® a quien es su marido, Manuel Grosso, profesor universitario y excelente aficionado, de quien recibi¨® las primeras lecciones en las gradas maestrantes. Sac¨® su primer abono en 1985, y se empap¨® de la tauromaquia al tiempo que ascend¨ªa como funcionaria de la Junta de Andaluc¨ªa. All¨ª trabaj¨® junto al pol¨ªtico Jos¨¦ Antonio Viera, que hab¨ªa sido responsable de los toros en Sevilla.

Otra mujer, Evangelina Naranjo, consejera de Gobernaci¨®n en 2006, fue la que invit¨® a sus delegados provinciales a que buscaran aficionadas para que subieran a los palcos. As¨ª, aparecieron Anabel Moreno en Sevilla, Ana Romero en M¨¢laga, Ana Alonso en El Puerto y Clara Monta?o en Jerez.

Tras catorce a?os como m¨¢xima autoridad en la Maestranza, la ya expresidenta afirma que han sido m¨¢s las satisfacciones que los malos ratos.

¡°He aprendido much¨ªsimo, me he divertido, he sufrido momentos de apuros y broncas gordas, pero tengo la sensaci¨®n de que he llegado a conocer a fondo un espect¨¢culo al que, normalmente, no se tiene acceso, como es el toro en su espacio natural, en el campo. La verdad es que ser presidenta de la plaza de Sevilla es un honor¡­¡±

No encuentra palabras para explicar c¨®mo se ve la plaza desde el palco, pero s¨ª recuerda la tensi¨®n de cada tarde de festejo.

¡°En los a?os 90 no hab¨ªa m¨¢s entendidos, sino m¨¢s abonados"

¡°Siempre he sentido nervios. Cuando me tocaba presidir llegaba sola a la plaza una hora antes y me encerraba en la capilla para evitar la conversaci¨®n con la gente. Siempre me lo tom¨¦ muy en serio; desde la primera vez, una novillada sin picadores en la que toreaba el ecijano Miguel ?ngel Delgado, que lleg¨® acompa?ado por muchos paisanos que no tra¨ªan pa?uelos, sino s¨¢banas de cuna, hasta la ¨²ltima, la despedida de El Cid, el 28 de septiembre de 2019¡±.

Anabel Moreno rememora dos grandes broncas que recibi¨® por no conceder una segunda oreja. Se la neg¨® a Pepe Moral una tarde con toros de Miura porque la presidenta consider¨® que la espada hab¨ªa ca¨ªdo baja (¡°eso no se puede permitir¡±), y en otra ocasi¨®n a Pep¨ªn Liria¡­

¡°Esta ¨²ltima me ha perseguido en toda mi trayectoria; he sido y soy absolutamente respetuosa con quien se pone delante de un toro, pero entiendo que hay que defender el prestigio de una plaza como Sevilla, aunque, a veces, puedes tener la impresi¨®n de que no hubiera pasado nada si concedes un segundo trofeo¡­¡±

¡°La categor¨ªa de una plaza la marcan los espectadores. Hoy hay m¨¢s publico que aficionados, menos abonados, pero eso no significa que cualquier tiempo pasado fue mejor. En los a?os 90 no hab¨ªa m¨¢s entendidos, sino m¨¢s abonados, porque ir a los toros en Sevilla era un acto social. Por otra parte, el tendido es caprichoso, y a veces, entiende que la concesi¨®n de trofeos es una justificaci¨®n frente a los ataques que sufre la fiesta. La soluci¨®n no consiste en rebajar la exigencia¡±.

- ?Pero usted cree que se ha rebajado?

- ¡°En general, s¨ª, pero no solo en Sevilla¡±.

Se le cambia la cara cuando se le pregunta si en La Maestranza se afeitan los toros. Y su respuesta es tajante: ¡°No, en absoluto¡±.

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- ?Pero se lidian toros afeitados?

- ¡°Puede ser. Creo que se arreglan toros para que puedan ser lidiados, y no que se afeiten por sistema¡±.

- Usted sigue siendo militante del PSOE¡­

-¡°S¨ª¡±,

-?Y est¨¢ de acuerdo con la posici¨®n taurina de su partido?

- ¡°No. Hay que ser m¨¢s valiente y hablar con claridad¡±.

- Por cierto, ?c¨®mo ve el futuro de esta fiesta?

- ¡°No lo veo; cada vez se nota un mayor rechazo social. El animalismo es un disparate, y la ¨¦tica del animal es que cumpla con su objetivo como tal, y no que se convierta en una mascota. Si desaparece el toro, tambi¨¦n lo har¨¢ la dehesa, y los campos se incendiar¨¢n para cultivarlos. Yo tengo una nieta de cuatro a?os, y dudo que los toros existan cuando sea una persona adulta¡±.

Anabel Moreno contin¨²a su trabajo en el Ayuntamiento de Sevilla, donde es directora general de Contrataci¨®n y Gobierno Interior, y a?ora su pasado reciente¡­

¡°Me hubiera gustado despedirme de la Maestranza y cerrar una etapa¡±, se lamenta, ¡°pero no me han dejado¡±.