Morante de la Puebla, un torero genial, un hombre obsesionado con el pasado
¡°En el toreo hay que mirar siempre hacia atr¨¢s. Ser moderno no casa con esta profesi¨®n¡±
El hombre, el torero y el personaje convergen en un ser humano especial, controvertido y extremadamente singular. Despierta veneraci¨®n cuando se viste de luces, sorprende con su imagen bohemia en la vida social y puede llegar a perturbar cuando desgrana su obsesi¨®n con el pasado y la tradici¨®n.
Es un hombre del siglo XXI encerrado en una l¨¢mpara de principios del XX. A?ora la tradici¨®n, rechaza la modernidad, admira a Joselito el Gallo y su ¨¦poca, y sobre el escritorio original del ¡®rey de los toreros¡¯, que guarda en su casa de La Puebla, descansan libros de toros y de filosof¨ªa. Tiene tres hijos, asegura que se siente bien (¡°eso de la felicidad me parece muy c¨®modo y no me gusta¡±), e ilusionado, que sufre mucho, tambi¨¦n, y que lee a Nietzsche, el fil¨®sofo alem¨¢n, ¡°profundo y duro de entender¡±.
Ese es Jos¨¦ Antonio Morante Camacho, Morante de la Puebla, nacido hace 41 a?os a la vera de Sevilla, reconocida figura del toreo, artista de cimas y precipicios, y hombre de una gran vida interior, atormentado a veces por nubarrones en su personalidad. Un ser que no deja a nadie indiferente; ni cuando torea ni cuando habla.
La cita es en un silencioso hotel cerca del Parque del Retiro madrile?o. Es jueves, y Morante acaba de llegar de Sevilla para su segunda cita, ayer s¨¢bado, en la plaza de Vistalegre. Se ha recortado el pelo y las patillas, y por vez primera en mucho tiempo ha abandonado su perfil de hombre antiguo. Pregunta si est¨¢ el fot¨®grafo, y pide permiso para cambiar su atuendo. Al rato aparece enfundado en un impoluto traje de lino blanco sobre una camisa floreada y con el pelo engominado. Posa con naturalidad (¡°este atuendo responde a mi forma de ser, y es una forma de estar en el mundo; me gusta aparecer bien en las fotos, y me cuido para ello¡±), pide un caf¨¦ solo, y de manera calmada reflexiona, duda y susurra sobre su vida y sus pensamientos.
¡°La fiesta de los toros sufre en estos momentos una amenaza galopante de la globalidad¡±, afirma tajante, lo que le ha llevado a erigirse en ¡®activista taurino¡¯ en defensa de un sector al que, a su juicio, tratan de arruinar poco a poco.
¡°Yo soy un hombre tradicional, y esa idea de que la fiesta tiene que reinventarse me parece un horror¡±
Fue la voz que clam¨® en el desierto a favor de la celebraci¨®n de la Feria de Abril, y dice sentirse decepcionado con la Junta de Andaluc¨ªa y con sus compa?eros. ¡°Me encontr¨¦ solo¡±, concluye.
No cree, sin embargo, que la fiesta de los toros atraviese la peor crisis de su historia, (¡°ha padecido muchas a lo largo de su existencia y siempre ha sido muy discutida¡±), ni que el Gobierno central encabece una cruzada contra ella. ¡°Es la pandemia la que ha paralizado todas las celebraciones, y la corrida es una de ellas¡±, afirma.
Su discurso se desliza por recodos ins¨®litos cuando se refiere a posibles soluciones.
¡°Yo soy un hombre tradicional, y creo que en una situaci¨®n de alarma sanitaria hay que esperar y aguantarse. Esa idea de que la fiesta tiene que reinventarse me parece un horror¡±
Pregunta. ?Pero no cree usted que la tauromaquia se ha quedado obsoleta y necesita dar un salto hacia la modernidad?
Respuesta. ¡°No estoy de acuerdo. Opino todo lo contrario. En el toreo hay que mirar hacia atr¨¢s y no hacia adelante. Ser moderno no casa con esta profesi¨®n¡±.
P. Pero la imagen del torero est¨¢ devaluada socialmente¡
R. Claro que s¨ª, pero es as¨ª porque los peri¨®dicos y la televisi¨®n nos acotan cada vez m¨¢s. Yo espero que la situaci¨®n cambie alg¨²n d¨ªa; es la ley del p¨¦ndulo.
P. Los tiempos ya han cambiado, y el toreo de hoy es diferente al de hace 50 a?os¡
R. Hoy, un cocinero es una superestrella, algo impensable hace alg¨²n tiempo, porque as¨ª lo han decidido los medios de comunicaci¨®n y la industria. Habr¨¢ que aguantar, y si se hunde la fiesta, pues nos hundiremos todos.
P. Si el toreo se aferra al pasado y da la espalda a la modernidad, tiene un serio problema.
R. S¨ª, pero es as¨ª. El toreo es una liturgia, como la iglesia cat¨®lica. No se puede pretender que el Papa celebre misa en bermudas por mucho que cambien los tiempos.
¡°Mi ¨²nica obsesi¨®n es alcanzar un objetivo art¨ªstico¡±
P. Acaba usted de decir que ¡°si nos hundimos, nos hundiremos todos¡±.
R. Yo, s¨ª, con mi estandarte de la tradici¨®n. Me hundir¨¦ porque el toreo sin tradici¨®n, sin antig¨¹edad y sin cultura no es nada.
P. ?Esa es la raz¨®n por la que usted se ha convertido en el referente taurino de VOX?
R. Las autoridades pol¨ªticas han mantenido una actitud de silencio y pasotismo sobre los problemas del toreo, que poco a poco ha ido perdiendo entidad. La prohibici¨®n en Catalu?a es un ejemplo. El Tribunal Constitucional no puede tardar siete a?os en decidir si se pueden prohibir o no los toros. VOX nace de la cobard¨ªa del PP y para defender las tradiciones; y me uno a ellos como el que se agarra a un clavo ardiendo.
P. ?Comulga usted con el ideario pol¨ªtico de VOX?
R. Pol¨ªticamente no soy un erudito para decidir lo que est¨¢ bien o mal; pero s¨ª comulgo con la pol¨ªtica de contenci¨®n que defiende. Es necesario frenar los ideales globales que pretenden acabar con la identidad de los pueblos.
A pesar de los graves problemas de la fiesta, y de la devaluaci¨®n de la figura de los toreros, Morante de la Puebla es un personaje reconocido como un gran artista dentro y fuera de los ruedos.
¡°Siento que tengo muchos seguidores, es verdad, y que, a veces, lo que hago se convierte en religi¨®n, y eso es muy bonito, pero no me gusta la palabra artista. Es una palabra muy manoseada y a cualquiera se le considera como tal. Yo soy torero¡±.
P. ?Siente que es usted un hombre con estrella?
R. Se podr¨ªa decir que s¨ª, pero tambi¨¦n sufro mucho. Casi nunca he alcanzado la plenitud art¨ªstica, y siempre ha habido alg¨²n detalle que me ha dejado insatisfecho, a excepci¨®n de la tarde en que sal¨ª por la Puerta del Pr¨ªncipe de Sevilla.
Dice que es muy exigente consigo mismo, ¡°condici¨®n necesaria para mejorar¡±. ¡°Hay tardes en que el p¨²blico sale contento, pero t¨² sabes interiormente que te ha faltado algo. El miedo tambi¨¦n es un factor importante, una superaci¨®n diaria para darlo todo art¨ªsticamente¡±.
P. ?Pasa usted mucho miedo?
R. Supongo que s¨ª, pero nunca he estado en la piel de otro. Arriesgar sin saber las consecuencias es una sensaci¨®n de incertidumbre inc¨®moda y desagradable. El toro es un animal irracional; por eso, es tan importante la suerte en el toreo.
Morante de la Puebla afirma que mantiene la ilusi¨®n a pesar de que el pr¨®ximo 29 de junio cumplir¨¢ 24 a?os como matador de toros
¡°Para m¨ª, lo m¨¢s importante en el toreo es tu predisposici¨®n ante una corrida, y la m¨ªa es la ilusi¨®n por alcanzar un objetivo art¨ªstico. Esa es mi obsesi¨®n. Es cierto que las motivaciones no han sido siempre las mismas, pero s¨ª la meta. A veces, la he perdido por miedo a morir, por dejar de sentir o por tantas otras razones como asaltan a cualquier persona a lo largo de su vida¡±.
P. ?Ha pensado usted en la retirada?
R. Muchas veces he pensado que me queda poco, pero a¨²n soy joven y creo que estoy en plenas facultades. Esto no es un deporte, pero hay que estar preparado por si hay que salir huyendo o saltar la barrera, para lo que he sido siempre muy torpe. En Madrid, por ejemplo, es imposible porque las tablas est¨¢n tan altas que necesitar¨ªa una p¨¦rtiga.
P. Ahora que habla usted de Madrid. ?Las Ventas sigue siendo su asignatura pendiente?
R. S¨ª. He estado tres veces a punto de salir a hombros, pero no acert¨¦ con la espada, y siempre hay voces que me recuerdan que no he salido por la puerta grande. Me gustar¨ªa volver a esa plaza, la que m¨¢s miedo me ha dado siempre, para callar algunas bocas. Despu¨¦s, pasar¨¢ lo que tenga que pasar, pero esa es otra motivaci¨®n, uno de mis sue?os.
Falta poco para la corrida de esta tarde de jueves, y Morante quiere acercarse a Vistalegre. Cuando se levanta, su figura aparece m¨¢s delgada que de costumbre, y con ese traje blanco, la camisa floreada, el pelo abrillantado y las patillas recortadas m¨¢s se asemeja a un cantante de los 90 que a un torero de principios del siglo pasado. Contradicciones de un personaje singular¡
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