Una vela a TikTok y otra a Almudena Grandes
La Feria del Libro de Madrid rinde homenaje a la escritora en una edici¨®n marcada por las masas que arrastran las estrellas de las redes sociales
¡°Ay, mam¨¢, ay¨²dame, c¨®geme en brazos, b¨¦same en la frente, c¨¢ntame una nana, dime que soy la mejor, absu¨¦lveme de mis pecados, t¨², que eres la ¨²nica con poder para hacerlo¡ As¨ª pasa el d¨ªa, y el caldo alcanza un punto ¨®ptimo de espesura, de sabor¡±. El 24 de diciembre de 2017 Almudena Grandes public¨® estas palabras en su columna de El Pa¨ªs Semanal. Titulada ¡®El esp¨ªritu de la hierbabuena¡¯, es una suerte de cuento de Navidad protagonizado por una mujer que habla con su madre, muerta, mientras prepara la cena. Este s¨¢bado una chica de 25 a?os, de brazos y pecho tatuados, sac¨® el m¨®vil, busc¨® ese texto y lo ley¨® con aplomo durante el homenaje que la Feria del Libro de Madrid dedic¨® a la escritora, fallecida en noviembre a los 61 a?os.
Esa chica era Elisa Garc¨ªa Grandes, la hija de la autora de El coraz¨®n helado y de Luis Garc¨ªa Montero. El poeta y director del Instituto Cervantes tambi¨¦n particip¨® en la lectura popular de la obra de su mujer, que se prolong¨® durante toda la ma?ana en el Paseo de Coches del Retiro, a unos metros de un puesto de helados y del escenario port¨¢til del gui?ol. Tras Eva Or¨²e, directora de la feria, Juan Cerezo, editor de Tusquets, y dos amigos de la escritora, le toc¨® el turno a la primera lectora an¨®nima, Alicia, llegada desde Villajoyosa (Alicante) y desde la 10.15 en la cola de un acto que empez¨® a las 11.30 y que sirvi¨® tambi¨¦n para presentar el sello que Correos ha dedicado a la novelista.
Tres horas despu¨¦s, y antes de que Or¨²e despidiera el marat¨®n recordando la fidelidad de la homenajeada a la cita anual del Retiro ¨Dlleg¨® a contar que los d¨ªas de firma dorm¨ªa la siesta en el c¨¦sped¨D, la ¨²ltima persona en ocupar el atril fue Ana Luisa Hern¨¢ndez, t¨¦cnica documentalista y bibliotecaria en Usera, que ley¨®, conteniendo las l¨¢grimas, la nota final de La madre de Frankenstein, el ¨²ltimo de los ¡®Episodios de una guerra interminable¡¯ que su autora lleg¨® a ver publicado. Alzando la voz y cortando la respiraci¨®n a los presentes, la lectora de Almudena Grandes quiso asociar a su propia madre con estas palabras: ¡°En memoria de todas esas mujeres que no pudieron atreverse a tomar sus propias decisiones sin que las llamaran putas, que pasaron directamente de la tutela de sus padres a las de sus maridos, que perdieron la libertad en la que hab¨ªan vivido sus madres para llegar tarde a la libertad en la que hemos vivido sus hijas, he escrito este libro¡±.
Un p¨¢rrafo antes, en esa misma nota, se habla de un tiempo, el franquismo, que indujo a las mujeres a avergonzarse de su propio cuerpo ¡°hasta el punto de convertir la manga corta en un pecado¡±. En El Retiro, este s¨¢bado, con una temperatura de 34 grados a mediod¨ªa, la manga corta era una obligaci¨®n y el calor, el tema literario de conversaci¨®n. Aunque el viernes se hab¨ªa anunciado que el parque se desalojar¨ªa a las 19.00 en previsi¨®n de fuertes vientos, a ¨²ltima hora de la ma?ana la alerta pas¨® de roja a naranja y el horario de cierre se fij¨® en las 21.00.
Con todo el mundo mirando por una vez al cielo en lugar de al m¨®vil y pregunt¨¢ndose cu¨¢ndo empezar¨ªan a moverse las hojas de los magnolios, la sensaci¨®n general era de vuelta a 2019 a. de C. (antes de la Covid), lo cual tiene valor doble por contraste con la edici¨®n de 2021, que se celebr¨® en septiembre tras la suspensi¨®n de 2020, limit¨® el aforo y redujo sensiblemente las ventas. Valor triple si se piensa que el arranque de 2022 ha estado marcado por la incertidumbre econ¨®mica, la guerra de Ucrania, la escasez de papel y la subida de la inflaci¨®n, lo que se tradujo en la gran pesadilla de todo editor: devoluciones masivas desde las librer¨ªas.
Este a?o no hay megafon¨ªa para evitar la contaminaci¨®n ac¨²stica ni planos de papel. En su lugar hay un ej¨¦rcito de veintea?eros vestidos con chaleco naranja y armados con un iPad dispuestos a responder a las preguntas m¨¢s peregrinas, relacionadas con la feria o no: desde d¨®nde alquilar una bici hasta d¨®nde comprar un helado, encontrar una boca de metro o, contaba Ra¨²l Pizarro, uno de ellos, algo tan concreto como ¡°libros sobre Arag¨®n¡±. Con todo, la pregunta m¨¢s frecuente ha sido: ¡°?D¨®nde firma X?¡±
Este s¨¢bado, esa X, en las casetas de sol ¨Dlas m¨¢s castigadas pero no las menos concurridas¨D, pod¨ªa traducirse por Jes¨²s Carrasco, Ana Rossetti, el dibujante Javier de Juan, Ana Iris Sim¨®n o Laura Gallego. En la orilla de la sombra, la inc¨®gnita equival¨ªa a Antonio Mu?oz Molina, Julio Llamazares, Rosa Montero, Javier Cercas, Luc¨ªa Lijtmaer, Jos¨¦ Luis Garci, Andr¨¦s Trapiello o Juan Gabriel V¨¢squez. Entre unos y otros, en el espacio de firmas establecido a la sombra del gran pino que anuncia el final del paseo, Irene Vallejo dedicaba su incombustible El infinito en un junco.
Aunque por momentos pueda parecer una versi¨®n en carne y hueso de la historia de la narrativa actual, la feria es un circo de muchas pistas y 378 casetas: una inmensa librer¨ªa al aire libre por la que pasan m¨¢s de dos millones de personas en 17 d¨ªas, un archipi¨¦lago de islas unidas por aquello que las separa, el libro, ese objeto casi perfecto que solo a veces tiene que ver con la literatura. Otras muchas tiene m¨¢s que ver con el merchandising, lo mismo que una gorra o una camiseta. Por eso, en el ranking de triunfadores de este a?o no deber¨ªan faltar la tiktoker M¨®nica Mor¨¢n, el cantante Miguel Bos¨¦ o Nicol¨¢s Vallejo-N¨¢gera, Colate, definido en el pr¨®logo de sus memorias como ¡°mujeriego, informal, truhan, vividor, se?orito, serio, inteligente y encantador¡±. Publicadas por HarperCollins, en los cr¨¦ditos aparece una nota que lo dice todo de esa otra cara (sonriente) de la industria editorial: ¡°Redacci¨®n: Patricia Navarro¡±.
El mismo lugar que ocup¨® este s¨¢bado Irene Vallejo con su particular visi¨®n del pasado del libro lo ocup¨® el lunes un representante de su futuro: Arta Game (1,9 millones de seguidores en YouTube; 3,5 en Tik Tok), que lleg¨® al puesto de firmas enfocando a las masas con su c¨¢mara de v¨ªdeo y protegido por un cord¨®n de seguridad digno de una estrella del rock. No era para menos. A su alrededor, una chavaler¨ªa de 10 a?os de media gritaba su nombre mientras sus padres grababan la llegada con el m¨®vil. Los m¨¢s afortunados ¨Dalgunos hicieron ocho horas de cola¨D hab¨ªan conseguido uno de los 150 tickets que daban derecho a una firma y, por supuesto, a un selfie. ¡°?No os mov¨¢is de la fila! Abrid el libro por la p¨¢gina de los rayos¡±, dec¨ªa un empleado de Penguin Random House ense?ando un ejemplar de Arta en el apocalipsis m¨¢ximo, un libro publicado por Montena en cuyos cr¨¦ditos figuran Laura T¨¢rraga como responsable de la edici¨®n y Alberto Inocente (Betosaurio) como ilustrador. Los que llegaron tarde al reparto se consolaban con haber presenciado la aparici¨®n de su ¨ªdolo. Como dec¨ªa uno de ellos con el libro bajo el brazo y camino de la Puerta del ?ngel Ca¨ªdo: ¡°Ya ver¨¦ en YouTube el v¨ªdeo de la firma¡±.
Babelia
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