Jeffrey Sachs: ¡°Algo falla en el sistema americano. Y en la naturaleza humana¡±
El economista urge a recolocar las prioridades: no es la guerra, dice, sino que cada ni?o africano vaya al colegio. Por el bien de Europa
Jeffrey Sachs, uno de los economistas m¨¢s populares del mundo por sus libros sobre la pobreza y la globalizaci¨®n, movilizado en su trabajo en la Universidad de Columbia y en asesoramientos a la ONU contra el cambio clim¨¢tico y por el desarrollo sostenible, llega al horno de 41 grados en Madrid para hablar precisamente de eso: de que vamos tarde frente al calentamiento. En lugar de pensar en la guerra, dice, deber¨ªamos retomar las verdaderas prioridades. Naci¨® en Detroit y tiene 67 a?os. En Madrid particip¨® en un acto de l...
Jeffrey Sachs, uno de los economistas m¨¢s populares del mundo por sus libros sobre la pobreza y la globalizaci¨®n, movilizado en su trabajo en la Universidad de Columbia y en asesoramientos a la ONU contra el cambio clim¨¢tico y por el desarrollo sostenible, llega al horno de 41 grados en Madrid para hablar precisamente de eso: de que vamos tarde frente al calentamiento. En lugar de pensar en la guerra, dice, deber¨ªamos retomar las verdaderas prioridades. Naci¨® en Detroit y tiene 67 a?os. En Madrid particip¨® en un acto de la Red Espa?ola para el Desarrollo Sostenible.
Pregunta. Viene a Madrid y encuentra el calentamiento en carne propia. ?C¨®mo lo siente?
Respuesta. Hace calor, s¨ª, pero en muchas partes del mundo es mortal. Hab¨ªa 50 grados en India esta primavera. Es la prueba de c¨®mo la actividad humana ha calentado ya el planeta. Ya sabemos que hoy la Tierra est¨¢ m¨¢s caliente que en los ¨²ltimos 10.000 a?os. Y tambi¨¦n que vamos a superar el l¨ªmite de 1,5 grados que acordamos en Par¨ªs. Estamos en un momento extremadamente peligroso en el planeta. Eso s¨ª: ya sabemos lo que hay que hacer para descarbonizar r¨¢pido y existe la tecnolog¨ªa para ello. La cuesti¨®n es si somos razonables o no.
P. ?Y lo seremos?
R. Esa es la lucha: nuestra racionalidad. El calentamiento tambi¨¦n est¨¢ destruyendo la selva, que est¨¢ muy cerca del punto de no retorno. Muchas especies est¨¢n al borde de la extinci¨®n. Muchos ecosistemas est¨¢n colapsando. As¨ª que no se trata del calor que pasemos en la calle, sino de que est¨¢ cambiando el funcionamiento de la Tierra. La circulaci¨®n de los oc¨¦anos est¨¢ frenando. ?Hay tantos puntos de no retorno! El ?rtico se derrite y los rayos del sol que antes rebotaban en el hielo penetran en el oc¨¦ano y eso liberar¨¢ enormes cantidades de metano o di¨®xido de carbono que se almacenaba ah¨ª. En un periodo corto de tiempo estamos cambiando el planeta de una forma que ni siquiera reconocemos. Cuando los cient¨ªficos te est¨¢n diciendo todos los d¨ªas en la universidad Columbia ¡°?es peor de lo que pensamos, se?or Sachs, esto se acelera, es peligroso!¡± es suficiente para generarte un ataque de nervios.
P. Hace unos a?os dijo que cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) iba a equivaler a la conquista de la luna en la era de Kennedy. Pero no estamos llegando a esa luna.
R. El reto es aclararnos porque tenemos las soluciones, tenemos la necesidad y tenemos los valores b¨¢sicos. Pero siempre estamos distray¨¦ndonos y cayendo en nuestros peores impulsos. Ahora es la guerra en Europa. ?Qu¨¦ tragedia y qu¨¦ p¨¦rdida de tiempo! Pod¨ªamos haber negociado con Rusia y haber evitado esta guerra. Pero se nos da tan mal hablar entre nosotros y ahora es devastador. Tanta muerte, tanta destrucci¨®n, tanga migraci¨®n, cu¨¢nto derroche de dinero. Mi Gobierno ha destinado ?40.000 millones! a ayuda de emergencia a Ucrania. Si yo hubiera pedido 40.000 millones para el desarrollo sostenible se habr¨ªan re¨ªdo de m¨ª en Washington. ¡°?C¨®mo vamos a derrochar ese dinero, se?or Sachs?¡±¡ pero, para la guerra, por supuesto. Esa es la confusi¨®n. El pensamiento primitivo.
P. ?De verdad cree que se habr¨ªa podido evitar la guerra?
R. Por supuesto. La OTAN ha seguido ampli¨¢ndose hacia el Este, especialmente en la regi¨®n del Mar Negro. Kofi Annan me pidi¨® en 2000 asesorar a la ONU en los ODS. Pero lleg¨® el 11-S y EEUU empez¨® su guerra contra el terror. Ya lo pens¨¦ en su momento: qu¨¦ estupidez. ?De verdad tienes que invadir Afganist¨¢n? ?Irak? ?Derribar el r¨¦gimen sirio? ?Libia? ?De verdad es buena idea? Pues lo hicieron. ?Y d¨®nde quedaron los ODS despu¨¦s de tanta guerra, tantos billones de d¨®lares derrochados en esas guerras? Los objetivos de desarrollo sostenible se dejaron atr¨¢s.
P. As¨ª que siempre hay una excusa para olvidarnos.
R. Hay algo que falla en el sistema pol¨ªtico americano. Y en la naturaleza humana. Estamos preparados para combatir, pero nos resulta extremadamente dif¨ªcil cooperar. Estamos preparados para tirar bombas y perder vidas. Pero invertir en paz y desarrollo es altamente controvertido. No tiene sentido, pero es as¨ª.
P. ?Ha fracasado el capitalismo?
R. El capitalismo son muchas cosas, es un gran t¨¦rmino que incluye la socialdemocracia o la econom¨ªa liberal de mercado. Esta en concreto ha fracasado muchas veces, ha llevado a numerosas crisis de desigualdad y medioambientales. No solo no aborda estos problemas, sino que los exacerba. Pero negar el mercado como hizo la Uni¨®n Sovi¨¦tica es un desastre. Por ello se trata de una f¨®rmula mixta en la que convivan el mercado, los gobiernos, la sociedad civil a trav¨¦s de sus movimientos y bajo una ¨¦tica clara de una sociedad justa y medioambientalmente sostenible. La socialdemocracia funciona mucho mejor que el modelo anglosaj¨®n de mercado.
P. En todo caso hemos comprobado que los mercados globales son m¨¢s poderosos que los gobiernos.
R. Bueno, hay muchas complicaciones en el asunto. Durante mucho tiempo debat¨ªamos sobre ello dentro del mundo occidental y ahora estamos confrontando muchos otros modelos. La forma en que China aborda estas cosas es muy diferente. El ?frica subsahariana aporta desaf¨ªos m¨¢s complejos y unas consecuencias del colonialismo que dej¨® el continente sin lo b¨¢sico en infraestructuras ni educaci¨®n. En ese mundo interconectado necesitamos una impresionante cantidad de cooperaci¨®n global para asegurar que cada regi¨®n del planeta encuentra su lugar y su camino hacia una vida decente. He trabajado sobre ello durante d¨¦cadas. Y much¨ªsimos lo tienen claro, pero hay una mentalidad pol¨ªtica profunda en nuestra psique que nos lleva a poner ese tipo de cooperaci¨®n global bajo sospecha.
P. Si no conseguimos cumplir los ODS, ?cu¨¢l ser¨¢ la foto del mundo en 25 a?os?
R. Hay much¨ªsimos riesgos y no puedes predecir c¨®mo se manifestar¨¢ el peligro. En ?frica subsahariana la pobreza es extrema, el calentamiento extraordinariamente peligroso y a la vez la poblaci¨®n crece. ?Qu¨¦ supondr¨¢ para Europa, con sus 500 millones de habitantes, cuando 3.000 millones de africanos vivan en la pobreza? Hay que trabajar en ello ahora antes de esperar a la respuesta. Hay que invertir hoy, ya mismo. La principal prioridad de la UE no deber¨ªa ser la guerra en Ucrania, que deber¨ªa resolverse en una negociaci¨®n y no aumentando el presupuesto militar, sino asegurando que cada ni?o de ?frica est¨¦ en el colegio hoy mismo. No costar¨ªa demasiado, pero cambiar¨ªa el futuro del mundo. Si los ni?os est¨¢n en el colegio, habr¨¢ una econom¨ªa en ?frica, habr¨¢ trabajo. Es lo m¨¢s importante ahora mismo.