El 60? cumplea?os de Spiderman, Thor, Hulk y Iron Man: los mitos de Marvel entran en la tercera edad
Los cuatro iconos, lanzados entre 1962 y principios de 1963, empiezan su s¨¦ptima d¨¦cada con una fama intacta, sin ¨¢nimo de jubilarse, pero con dudas sobre su encaje en el mundo actual
Cualquier m¨¦dico sensato les dir¨ªa que parasen. Deslizarse entre rascacielos con una telara?a o levantar un martillo de peso descomunal no son planes para la tercera edad. Lo suyo, a estas alturas, ser¨ªa m¨¢s bien un retiro pl¨¢cido. Como los individuos normales. Ellos, sin embargo, son excepcionales. Uno, incluso divino. La sociedad los necesita. Los lectores, tambi¨¦n. Y su editorial, a¨²n m¨¢s. As¨ª que no hay achaque que valga: la carrera del superh¨¦roe no prev¨¦ la jubilaci¨®n. Y eso que han cotizado m¨¦ritos de sobra. Porque estos meses tres iconos de los c¨®mics de Marvel, ...
Cualquier m¨¦dico sensato les dir¨ªa que parasen. Deslizarse entre rascacielos con una telara?a o levantar un martillo de peso descomunal no son planes para la tercera edad. Lo suyo, a estas alturas, ser¨ªa m¨¢s bien un retiro pl¨¢cido. Como los individuos normales. Ellos, sin embargo, son excepcionales. Uno, incluso divino. La sociedad los necesita. Los lectores, tambi¨¦n. Y su editorial, a¨²n m¨¢s. As¨ª que no hay achaque que valga: la carrera del superh¨¦roe no prev¨¦ la jubilaci¨®n. Y eso que han cotizado m¨¦ritos de sobra. Porque estos meses tres iconos de los c¨®mics de Marvel, Spiderman, Thor y Hulk, cumplen 60 a?os al servicio del bien. Les seguir¨¢, a principios de 2023, tambi¨¦n Iron Man. Seis d¨¦cadas de haza?as y alg¨²n paso en falso. Han viajado al espacio y se han casado, han derrotado a villanos terribles o a sus demonios interiores, han tenido hijos y hasta nietos. Pero el mundo ¡ª?el negocio?¨D pide m¨¢s. Su aventura nunca termina. Al rev¨¦s, contin¨²a cada semana, en tebeos, pantallas o estanter¨ªas. Y en los sue?os de millones de aficionados.
El mayor del grupo, por pocos meses, es Hulk. En mayo de 1962, Stan Lee y Jack Kirby publicaron la primera historia del doctor Bruce Banner y su colosal alter ego. ¡°Naci¨® como una criatura que se transforma de noche, algo as¨ª como el doctor Jekyll y m¨ªster Hyde. Decidieron que fuera gris, pero entonces ese color no se imprim¨ªa bien y terminaron cambi¨¢ndolo al verde¡±, relata Antonio Monfort, autor del ensayo Secret Origin: Historia y evoluci¨®n de los superh¨¦roes (H¨¦roes de papel). El personaje pretend¨ªa evocar el concepto del monstruo dentro de cada uno. Pero, pese a su fuerza legendaria, apenas aguant¨® en las tiendas: un pu?ado de n¨²meros y su serie fue cancelada. No gustaba, por lo menos no como protagonista. As¨ª que durante un tiempo se limit¨® a cameos en los c¨®mics de otros h¨¦roes. De ah¨ª, quiz¨¢s, su rabia enfurecida.
Todo lo contrario a Spiderman, el siguiente en venir al mundo, en agosto de 1962. Creado por Lee y Steve Ditko, la primera victoria del personaje fue contra un destino ya marcado. La leyenda cuenta que el fundador de Marvel, Martin Goodman, odiaba las ara?as y accedi¨® a lanzarlo en Amazing Fantasy porque esa serie iba camino del cierre, como recoge el libro Marvel vs DC de Reed Tucker (Planeta C¨®mic). Sin embargo, el t¨ªmido Peter Parker mostr¨® una enorme capacidad de seducci¨®n. Y, al igual que Hulk, ense?¨® desde el principio tambi¨¦n sus fragilidades. En su debut, el doctor Banner se echaba a llorar, desesperado ante sus mutaciones. Spiderman confes¨® muy pronto que ¡°a veces¡± odiaba sus poderes y la responsabilidad que conllevaban.
¡°Todos los h¨¦roes Marvel tienen su perfecci¨®n y, a la vez, un tal¨®n de Aquiles que los hace vulnerables¡±, tercia Monfort. La egolatr¨ªa de Thor, por ejemplo, hab¨ªa llevado a su padre Od¨ªn a transformarle en mortal, tullido y sin memoria alguna de ser un dios n¨®rdico. Hasta que el pobre Donald Blake encuentra un bast¨®n y recuerda qui¨¦n es. Y por m¨¢s que Tony Stark volara encerrado en la armadura vanguardista de Iron Man, sus problemas cardiacos le devolv¨ªan a menudo a la tierra. ¡°El ¨¦xito de Marvel ten¨ªa que ver con la narrativa y con poner un espejo ante el mundo real no solo para los cr¨ªos, sino para un n¨²mero creciente de adultos cansados de que los tradicionales personajes de DC dijeran las mismas cosas que en los a?os cuarenta y cincuenta, ¡®?C¨®rcholis!¡±, defiende el dibujante John Romita en el libro Marvel vs DC. ¡°Crearon personajes aut¨¦nticos, que viv¨ªan en Nueva York o Chicago, no en mundos imaginarios¡±, agrega Alejandro Mart¨ªnez, editor de Panini C¨®mics, que publica en Espa?a las obras de Marvel.
De envidiar a los mitos de su sello rival ¡ªSuperman, Batman o Wonder Woman hab¨ªan nacido 20 a?os antes¡ª, Marvel pas¨® a imitarlos y, luego, enfrentarlos de t¨² a t¨². Aunque, en seis d¨¦cadas, los superh¨¦roes han acumulado muchas m¨¢s batallas. Contra sus n¨¦mesis, c¨®mo no. Y ante enemigos incluso m¨¢s insidiosos: Tony Stark super¨® el alcoholismo, Bruce Banner los abusos de su padre o la traici¨®n de sus amigos y Peter Parker descubri¨® los horrores de la guerra de Vietnam o de la dependencia de las drogas. Y tanto Spiderman como Thor ayudaron a rescatar heridos entre los escombros de las Torres Gemelas, en un c¨®mic celebrado como una de las primeras creaciones de EE UU que afrontaban el trauma del 11-S, pero tambi¨¦n criticado por su sesgo patri¨®tico. Tan pegados estaban los h¨¦roes a su realidad que entraron en el siglo XXI divididos, como buena parte la sociedad estadounidense, entre defensores y opositores de la reducci¨®n de las libertades individuales en aras de una mayor seguridad, en la c¨¦lebre saga Civil War. Todos, adem¨¢s, han tenido que lidiar con ¨¦pocas en las que el p¨²blico parec¨ªa darles la espalda, como los a?os noventa.
A fuerza de salvar el mundo, en todo caso, Hulk y compa?¨ªa terminaron encumbrando a la propia Marvel, desde los apuros econ¨®micos hasta el s¨®lido gigante que es hoy en d¨ªa. E incluso se rescataron a s¨ª mismos. ¡°Recuerdo una comida con [el editor] Nick Lowe, hablando de que nadie pod¨ªa esperarse la popularidad que alcanz¨® Iron Man, que siempre hab¨ªa sido una figura de segundo o incluso tercero plano¡±, comparte Carlos Pacheco, artista que ha dibujado historias de los cuatro y confiesa su predilecci¨®n por Spiderman. Cosas de Hollywood, y del inaudito triunfo cinematogr¨¢fico del Hombre de Hierro interpretado por Robert Downey Jr. Antes, el audiovisual ya hab¨ªa abrazado a esos personajes: los dibujos animados apuntalaron el ¨¦xito del hombre ara?a, o la serie con Lou Ferrigno devolvi¨® los focos a Hulk. Pero el estreno f¨ªlmico de Iron Man, en 2008, sell¨® un pacto de alianza entre los h¨¦roes y la gran pantalla que hoy sigue en vigor.
Ahora, los mitos de Marvel no paran de cruzarse en el cine. Sin embargo, hace d¨¦cadas que la idea estaba ah¨ª, en los c¨®mics. ¡°El universo Marvel naci¨® como un todo: si las aventuras son en Nueva York, y ah¨ª hay varios superh¨¦roes, tarde o temprano se tienen que encontrar. Unos aparec¨ªan en otras series, hab¨ªa sagas, l¨ªneas argumentales, que pasaban de una colecci¨®n a otra, y un concepto de continuidad¡±, explica Mart¨ªnez. De hecho, por otro lado, la red de tramas distintas supone hoy una barrera para quien se acerque por primera vez a estos c¨®mics. El peso de tan larga y gloriosa historia tampoco ayuda, por m¨¢s que lo aguanten los hombros m¨¢s poderosos del planeta.
¡°El problema de estos personajes es que se ha contado casi todo y se han convertido en iconos. Al lector veterano es dif¨ªcil que la etapa moderna le sorprenda. En parte, la propia editorial tampoco lo pretende. Hasta los a?os noventa evolucionaban, poco a poco. A partir de los 2000 se vuelve una y otra vez a sus aspectos b¨¢sicos¡±, tercia Monfort. ¡°La construcci¨®n del mundo de estos personajes no depende solo de los autores, sino en buena medida de lo que las compa?¨ªas quieren que se haga con ellos¡±, agrega Pacheco. Frente a ello, el editor Alejandro Mart¨ªnez defiende que siempre llegar¨¢ un guionista capaz de inventar algo nuevo, y fascinante.
Lo cierto es que, a veces, estos h¨¦roes han sabido cambiar. Tony Stark naci¨® como traficante de armas antes de volverse fil¨¢ntropo. Pero, entre sus muchos superpoderes, ninguno de los cuatro tiene las gafas moradas, o del arco¨ªris: se trata, al fin y al cabo, de hombres heterosexuales blancos de 60 a?os. De ah¨ª que, para entender el mundo actual, hayan pedido ayuda a las nuevas generaciones. Hoy, el joven latino Miles Morales tambi¨¦n lleva el traje de Spiderman y una serie propia de c¨®mics; la ni?a prodigio Riri Williams se enfunda la armadura de Iron Man. Y la diosa del trueno que cogi¨® nombre y martillo de Thor encabeza una de las etapas creativas m¨¢s aplaudidas del personaje. Eso s¨ª, lejos de abdicar, el h¨¦roe original concede espacio y fama a sus nietos, pero suele mantener su propia cabecera.
¡°Se les a?aden hijos, familiares, personajes que pululan alrededor o hasta cambios en la estructura, pero cuando tengan un baj¨®n se va a intentar revertir volviendo a los principales¡±, asegura Pacheco. ¡°Una gallina de los huevos de oro no la matas. Pero si no la tocas, no puedes hacer nada. Si el personaje original no lo puedo modificar, lo hago con otro. Miles Morales al final es una actualizaci¨®n de Peter Parker, pero no est¨¢ atado por 60 a?os. Aunque, ?tiene entidad por s¨ª solo? Es como el hijo de una superestrella que hace pel¨ªculas maravillosas, pero todo el mundo le recuerda sobre todo por el apellido del padre¡±, insiste Monfort. Responder¨¢ el tiempo. Y, sobre todo, el p¨²blico. Porque solo hay un ser m¨¢s poderoso que cualquier tipo disfrazado en un c¨®mic: su lector.