Una dur¨ªsima prueba de fuego
Mansa y muy complicada novillada de Los Ma?os que puso en serios aprietos a una decidida terna
Ni en sus peores sue?os pudo imaginar el novillero Christian Parejo que tendr¨ªa tan mala suerte la tarde de su presentaci¨®n en la plaza de Las Ventas. Un novillo complicado en exceso, duro como una roca, orientado e incierto, le infiri¨® una tremenda voltereta cuando iniciaba la faena de muleta por estatuarios y, por fortuna, pudo volver, aunque muy dolorido, a la cara de su oponente para demostrar que quiere ser torero y le adornan buenas maneras.
Su compa?ero Mario Navas entr¨® en el cartel en sustituci¨®n de Marcos Linares, herido de gravedad en Sevilla el pasado domingo, y tambi¨¦n se l...
Ni en sus peores sue?os pudo imaginar el novillero Christian Parejo que tendr¨ªa tan mala suerte la tarde de su presentaci¨®n en la plaza de Las Ventas. Un novillo complicado en exceso, duro como una roca, orientado e incierto, le infiri¨® una tremenda voltereta cuando iniciaba la faena de muleta por estatuarios y, por fortuna, pudo volver, aunque muy dolorido, a la cara de su oponente para demostrar que quiere ser torero y le adornan buenas maneras.
Su compa?ero Mario Navas entr¨® en el cartel en sustituci¨®n de Marcos Linares, herido de gravedad en Sevilla el pasado domingo, y tambi¨¦n se llev¨® un golpetazo de los que hacen da?o de verdad. Ocurri¨® en el recibo capotero al sexto; despu¨¦s de unos delantales, quiso rematar con una media ver¨®nica, y el animal lo enganch¨® por la ingle, lo levant¨® por los aires, lo busc¨® en la arena y, encima, se olvid¨® de los capotes providenciales y persigui¨® a su presa hasta las tablas. Dej¨® al novillero sin resuello, le rompi¨® la taleguilla, Navas se quejaba del hombro izquierdo, y al final del festejo pas¨® a la enfermer¨ªa.
David Garc¨ªa fue el ¨²nico que lleg¨® entero a la furgoneta de la cuadrilla. Pero los tres se enfrentaron a una dur¨ªsima prueba de fuego con una novillada bien presentada que ofreci¨® todas las dificultades posibles en un toro bravo: mansedumbre a raudales, caras por las nubes, miradas con malas intenciones, embestidas cort¨ªsimas y que jam¨¢s se emplearon en la lidia.
Y por si fuera poco, el viento. Otra tarde de fuertes rachas que hac¨ªan pr¨¢cticamente imposible el toreo. Las muletas se movieron como pa?uelos, lo que a?ad¨ªa un problema m¨¢s a los muchos derivados del comportamiento de los novillos.
Ciertamente, un complicado examen para los tres toreros, que nunca volvieron la cara al compromiso, derrocharon decisi¨®n y entrega, y merecen otra oportunidad antes que un tach¨®n en las agendas de los empresarios.
Diego Garc¨ªa, un torero espigado, triunfador en esta plaza el pasado a?o, abri¨® la tarde con unas aceptables ver¨®nicas a un novillo con enorme movilidad y poca humillaci¨®n al que mulete¨® con correcci¨®n y sin hondura en una actuaci¨®n que supo a poco. Fue aceptable su inicio de faena por bajo, con la pierna flexionada, al cuarto, que al momento se identific¨® como un novillo rajado, empe?ado en la huida.
Sorprendieron de entrada las buenas maneras de Parejo. Unas suaves ver¨®nicas con la rodilla en tierra fueron su carta de presentaci¨®n a la salida del segundo novillo, al que breg¨® con torer¨ªa Curro Javier, y brind¨® a la concurrencia en la creencia de que el animal estar¨ªa dispuesto a colaborar. Pues, no. Al segundo estatuario lleg¨® la impresionante voltereta; Parejo cay¨® de cabeza, pero, por fortuna, el atropello no pas¨® a mayores. Repuesto con el agua ¡®bendita¡¯ que a los toreros magullados les echan por el cuello, volvi¨® a colocarse en la misma posici¨®n, y con los tendidos aun impresionados pudo trazar dos nuevos muletazos y un par de naturales despu¨¦s que evidenciaron un concepto de altos vuelos. Pero el peligro era extremo, -el viento se empe?¨® en no moverse del ruedo-, el novillo se orient¨® en un instante y no hubo manera de robarle pocos pases m¨¢s. De mejor condici¨®n fue el quinto, al que Curro Javier, torero toda la tarde, banderille¨® primorosamente, sobre todo en el segundo par. Parejo lo mulete¨® por alto con los pies juntos, y dej¨® constancia de su buen gusto a pesar de la nula condici¨®n del novillo.
Navas tambi¨¦n tiene una buena pinta de torero, y as¨ª lo demostr¨®, especialmente, ante su primero, otro animal de corto viaje y mansas entra?as. La tremenda voltereta que le propin¨® el sexto lo dej¨® maltrecho y muy mermado de facultades. Como el animal, adem¨¢s, era imposible y no ten¨ªa un pase, lo mejor que hizo fue abreviar para ponerse en manos del equipo m¨¦dico.
Los Ma?os/Garc¨ªa, Parejo, Navas
Novillos de Los Maños, bien presentados, mansos, duros, broncos y muy deslucidos y complicados.
Diego García: dos pinchazos _aviso_ estocada y tres descabellos (silencio); pinchazo, casi entera muy atravesada, pinchazo _aviso_ y dos descabellos (silencio).
Christian Parejo: _aviso_ cuatro pinchazos y estocada trasera (palmas); pinchazo, casi entera trasera y caía _aviso_ y dos descabellos (ovación).
Mario Navas: pinchazo hondo, pinchazo y estocada atravesada _aviso_ (silencio); pinchazo, estocada contraria, cinco descabellos y el novillo se echa (silencio).
Plaza de Las Ventas. 17 de mayo. Séptimo festejo de la Feria de San Isidro. Más de tres cuartos de entrada (16.423 espectadores, según la empresa). Otra tarde de mucho viento.