Michelangelo Pistoletto, artista: ¡°El tel¨¦fono ha sustituido a la imagen de Dios¡±
El gran exponente del ¡®arte povera¡¯ italiano presenta a sus 89 a?os una antolog¨ªa de su obra en Roma
Michelangelo Pistoletto tiene 89 a?os y podr¨ªa decirse que lo ha hecho casi todo en la vida. De eso iba, en parte, el arte povera (arte pobre), la corriente art¨ªstica de la que form¨® parte en los a?os sesenta y que toc¨® una de sus cimas con aquella Venus de los trapos (1967), una cr¨ªtica a la sociedad del consumo y la cultura del descarte que comenzaba a abrirse paso. El esquema de trabajo era transformar, criticar, unir y provocar cambios. Y llegados a esta fase de la...
Michelangelo Pistoletto tiene 89 a?os y podr¨ªa decirse que lo ha hecho casi todo en la vida. De eso iba, en parte, el arte povera (arte pobre), la corriente art¨ªstica de la que form¨® parte en los a?os sesenta y que toc¨® una de sus cimas con aquella Venus de los trapos (1967), una cr¨ªtica a la sociedad del consumo y la cultura del descarte que comenzaba a abrirse paso. El esquema de trabajo era transformar, criticar, unir y provocar cambios. Y llegados a esta fase de la vida, no parece que vaya a renunciar a casi nada de eso. El artista acaba de inaugurar una antol¨®gica en el claustro de Bramante de Roma (Infinito, el arte contempor¨¢neo sin l¨ªmite) y sigue creando en la Citt¨¤ dell¡¯Arte, el gran complejo que construy¨® en 1991 en Biella (Piamonte), sin dar muestras de fatiga. De hecho, cuenta al tel¨¦fono, sigue esquiando cuatro horas al d¨ªa cuando las pistas est¨¢n abiertas. El conocimiento, se supone, est¨¢ en todas partes.
Pregunta. Entonces, ?es verdad que no ha le¨ªdo un libro en su vida?
Respuesta. No he le¨ªdo nunca un libro y no tengo ninguno. Siempre he pensado creativamente. Y es curioso c¨®mo el mundo me ofrece continuamente oportunidades para considerar lo que se est¨¢ haciendo e intentar activar el pasaje de una fase a otra. Yo no estoy quieto nunca.
P. ?Usa el tel¨¦fono?
R. Bueno, con usted en este momento [se r¨ªe]. Pero no, mi tel¨¦fono es uno de esos antiguos. El que tiene toda la tecnolog¨ªa es el de mi mujer.
P. ?No le parece que est¨¢n destruyendo nuestra atenci¨®n?
R. La ciencia ofrece una esperanza, algo que la gente siempre ha buscado: la divinidad. Y hoy la tecnolog¨ªa nos lleva a una sustituci¨®n del concepto de lo divino o de lo superior. Vemos, por ejemplo, que en la religi¨®n cristiana todas las personas ten¨ªan un amuleto, una imagen religiosa. Hoy el tel¨¦fono ha sustituido esa imagen de Dios. Es una invocaci¨®n a una divinidad com¨²n representada ahora por la tecnolog¨ªa.
P. Hay un cierto onanismo art¨ªstico alrededor de la tecnolog¨ªa.
R. En 1991 creamos la Citt¨¤ dell¡¯Arte, precisamente, para activar todos los elementos y sectores de la vida social. Para que el arte no fuera dirigido a la autorreferencia, sino a situarse en el centro de una transformaci¨®n responsable de la sociedad.
P. ?C¨®mo se materializa esa transformaci¨®n?
R. En el compromiso. Aqu¨ª, por ejemplo, hemos desarrollado el concepto de la ciudad archipi¨¦lago. Que comprende todo el territorio de Biella e incluye la parte urbana como la parte forestal con sus r¨ªos. La naturaleza y el artificio se unen de forma activa.
P. ?Esa es su idea del Tercer Para¨ªso?
R. Exacto. Es un s¨ªmbolo que hice a principios de los a?os 2000. Est¨¢ hecho de una l¨ªnea que crea tres c¨ªrculos nacidos del s¨ªmbolo del infinito. En uno se representa la naturaleza, en el opuesto el mundo artificial y en el del centro se representa la uni¨®n equilibrada y arm¨®nica. Un tercer estadio de la humanidad. En la ciudad archipi¨¦lago sucede igual: las islas son los pueblos y el mar es la naturaleza. La construcci¨®n es la vida artificial, pero debe crearse el equilibrio econ¨®mico y social con la naturaleza.
P. Vistas las cat¨¢strofes clim¨¢ticas, no parece que ese equilibrio exista hoy.
R. Si nadie se ocupa de una actividad de transformaci¨®n con un compromiso, las cosas no cambian. El mundo siempre ha cambiado con los a?os, pero ahora estamos en un punto de tensi¨®n y conflicto donde ya no resolvemos ni las relaciones humanas. Hay un estancamiento. Las guerras siguen devastando. Pero no solo las de las armas, sino la que libramos contra la naturaleza. Y mire, no hay compromiso mayor que el acto creativo. La creaci¨®n debe distribuirse, no considerarse como un acto elitista del artista. Debe ser una escuela de civilizaci¨®n.
P. ?Le parece necesario el compromiso pol¨ªtico?
R. Claro. Pero pol¨ªtico quiere decir polis, que es la sociedad. La vida com¨²n. El arte no puede ser un acto individual. La creaci¨®n es un compromiso colectivo.
P. Entonces, ?qu¨¦ le parecen artistas como Damian Hirst o Jeff Koons?
R. El arte existe porque cada uno hace lo que cree oportuno. Hay un desarrollo tambi¨¦n tecnol¨®gico y t¨¦cnico personal. No es necesario eliminar la individualidad, pero hay que incidir en la sociedad. Hay que ser aut¨®nomo, pero debe estar conectada con la autonom¨ªa creativa de los otros parecer algo que de otro modo no existir¨ªa. Como la propia sociedad.
P. En la muestra vemos varias fases de su carrera. Encontramos, por ejemplo, los famosos cuadros espejo. ?C¨®mo se explicar¨ªan hoy?
R. Son el origen de todo lo que estoy diciendo. El origen del arte/sociedad. En el cuadro espejo trabaj¨¦ en los a?os cincuenta buscando mi identidad. Part¨ª de la idea de verme a m¨ª mismo haciendo un autorretrato. Deb¨ªa transferir esa imagen a la tela. Transform¨¦ la tela en un cuadro que reflejaba. As¨ª me reconoc¨ªa, porque no estaba solo en el autorretrato, como en el resto de las obras de este tipo. En mi cuadro, entra toda la gente y el p¨²blico se convierte en autor. As¨ª nace la participaci¨®n de la sociedad.
P. Digamos que fue la invenci¨®n del selfi.
R. ?Exacto! Vi¨¦ndome a m¨ª mismo, veo tambi¨¦n a quienes tengo alrededor. Hoy el selfi es un cuadro espejo. Cada uno se conecta con la multiplicidad de las posibilidades de verse y reconocerse. Nos lleva al nosotros como identificaci¨®n del yo.
P. El problema del selfi es que parece partir del ego¨ªsmo.
R. Es que cualquier juego est¨¢ hecho de personas que quieren ganar. Cuando juegas cometes un acto de ego¨ªsmo. Pero necesitas a los dem¨¢s para jugar y transformar. Y eso forma parte de ese autorretrato.
P. Usted fue el gran exponente del arte pobre. ?Qu¨¦ vigencia tiene en este mundo copado por el consumo?
R. Naci¨® ya en un momento en el que se sent¨ªa la necesidad de superar el sistema consumista. Piense en la Venus de los trapos. Cuando la hice ya hab¨ªa una degradaci¨®n importante del sistema. Pero desde 1967 la situaci¨®n ha empeorado. Hay playas enteras de ?frica cubiertas de montones de trapos que llegan del mundo del consumo, descartes del primer mundo. Tenemos islas enteras hechas de pl¨¢stico y residuos. Es monstruoso. La Venus representa la virtud de la belleza, de la elegancia y la sabidur¨ªa. La Venus regenera los trapos, y trae la memoria de la historia. El arte pobre es la necesidad de hacer de las obras algo fenomenol¨®gico, algo que represente lo esencial. Es un arte radical, que va a la ra¨ªz.
P. En la muestra encontramos tambi¨¦n una obra sobre el Mediterr¨¢neo¡
R. Se llama Love Difference, es de 2003. Es el Mediterr¨¢neo rodeado por sillas que regalaron distintos pa¨ªses que se asoman a ese mar. Deb¨ªa ser un peque?o parlamento donde las personas se encontraban y debat¨ªan, tambi¨¦n entre religiones y culturas. Pero continuamos haci¨¦ndonos la guerra en ¨¦l.
P. ?C¨®mo ve Italia hoy? ?Qu¨¦ le parece como van las cosas?
R. No puedo decir nada a favor o en contra de este Gobierno. Solo puedo ver qu¨¦ logra realizar. No acuso antes de ver las acciones. Pero es seguro que este Gobierno de or¨ªgenes de extrema derecha existe como fracaso de la izquierda. Si no estoy de acuerdo con esta derecha, debo pensar que es culpa de la izquierda, que no ha sabido actuar de una manera justa y equilibrada para que la sociedad no se volcase de esta manera hacia la derecha.