Intenso, emocionante y bullicioso segundo encierro de San Ferm¨ªn 2023
Tres contusionados y un herido en un brazo, primer balance de la carrera de los toros de Jos¨¦ Escolar
Muy r¨¢pido (2 minutos y 23 segundos), intenso, emocionante y bullicioso ha resultado el segundo encierro de los sanfermines, protagonizado este s¨¢bado por los toros abulenses de Jos¨¦ Escolar, verdaderos atletas que han recorrido los casi 850 metros de la carrera a toda velocidad.
Ha sido, adem¨¢s, una carrera limpia, de modo que el primer parte m¨¦dico se?ala que solo cuat...
Muy r¨¢pido (2 minutos y 23 segundos), intenso, emocionante y bullicioso ha resultado el segundo encierro de los sanfermines, protagonizado este s¨¢bado por los toros abulenses de Jos¨¦ Escolar, verdaderos atletas que han recorrido los casi 850 metros de la carrera a toda velocidad.
Ha sido, adem¨¢s, una carrera limpia, de modo que el primer parte m¨¦dico se?ala que solo cuatro personas han necesitado atenci¨®n m¨¦dica: un contusionado en un brazo, otro por una herida no penetrante en un brazo y sin que se pueda confirmar que haya sido por una cornada, y dos contusionados m¨¢s, en el t¨®rax y en el cr¨¢neo, por pisotones.
Dos minutos antes del pitido inicial ya estaban los seis toros y los seis cabestros de pie, moviendo manos y patas, soltando los nervios, barruntando que algo sorprendente estaba a punto de suceder.
Al igual que ayer, el reloj del encierro no coincide con la hora oficial ¡ªest¨¢ retrasado en 35 segundos¡ª, pero el primer cabestro, conocedor de la incidencia, ya estaba pegado a la puerta de salida antes del lanzamiento del cohete. Ese animal y dos m¨¢s, expertos en estas lides, lideraron los primeros metros de la carrera, pegados, piel con piel, a los c¨¢rdenos escolares, que no sal¨ªan de su asombro ante el bullicio de mozos que trataban de despegarse de los astifinos pitones de los corredores.
Ya hubo en esa cuesta alg¨²n atropello de m¨¢s de un corredor despistado, otros que tuvieron que buscar un rinc¨®n segundos antes del empuj¨®n, y as¨ª, a toda pastilla, compacta la manada, llegaron los animales a la plaza del Ayuntamiento y enfilaron la cuesta debajo de Mercaderes, donde un toro tom¨® la delantera y esquiv¨® como mejor pudo el encontronazo con los tablones de la curva de Estafeta.
Ah¨ª, en este punto fat¨ªdico, se produjeron, como cada ma?ana, momentos de tensi¨®n promovidos por corredores apostados en esa zona prohibida sin posibilidad de escape ante el empuje de los toros que enfilan la calle a toda velocidad.
No se ve¨ªa un adoqu¨ªn en la larga Estafeta, rebosante de mozos, plagada de colores, nervios, miradas esquivas, ca¨ªdas, pisotones y, sobre todo, de las temidas y deseadas cercan¨ªas de los pitones en la camiseta. Tres toros atl¨¦ticos lideraban la carrera en ese momento, nobles todos ellos, preocupados, sobre todo, por abrirse camino m¨¢s que prestar atenci¨®n a la muchedumbre, de blanco y rojo la mayor¨ªa, que les cerraban inexplicablemente el paso.