Dami¨¢n Casta?o y una imponente y encastada corrida de Saltillo
Gran m¨¦rito del diestro salmantino, que corta una oreja en una entretenida tarde
La oreja que cort¨® Dami¨¢n Casta?o al segundo toro de Saltillo lidiado este s¨¢bado en la localidad francesa de C¨¦ret tiene -o as¨ª deber¨ªa ser- m¨¢s peso e importancia que todas las paseadas por m¨¢s de una ¡°figura¡± durante toda la temporada. ?Por qu¨¦? Muy sencillo; Casta?o se la arranc¨® a un ejemplar con m¨¢s casta, exigencia y peligro que todos los toritos matados a lo largo de la temporada por las llamadas figuras del toreo.
Ese segundo, cornipaso, de astifin¨ªsimos pitones, bajo de hechuras y preciosa estampa, fue, al igual que su hermano lidiado en primer lugar, el ejemplo perfecto de to...
La oreja que cort¨® Dami¨¢n Casta?o al segundo toro de Saltillo lidiado este s¨¢bado en la localidad francesa de C¨¦ret tiene -o as¨ª deber¨ªa ser- m¨¢s peso e importancia que todas las paseadas por m¨¢s de una ¡°figura¡± durante toda la temporada. ?Por qu¨¦? Muy sencillo; Casta?o se la arranc¨® a un ejemplar con m¨¢s casta, exigencia y peligro que todos los toritos matados a lo largo de la temporada por las llamadas figuras del toreo.
Ese segundo, cornipaso, de astifin¨ªsimos pitones, bajo de hechuras y preciosa estampa, fue, al igual que su hermano lidiado en primer lugar, el ejemplo perfecto de toro duro. Complicado, exigente, listo, duro de patas... Muri¨®, como casi toda la corrida, sin doblar una mano y con la boca cerrada.
Una aut¨¦ntica papeleta que solvent¨® con enorme valor y dignidad Dami¨¢n Casta?o. Pese a que el bicho se revolv¨ªa en un palmo de terreno y reba?aba buscando el bulto del torero, Casta?o le present¨® la muleta como si fuera bueno y logr¨® ejecutar un pu?ado de muletazos por ambas manos de un m¨¦rito y emoci¨®n sobresalientes.
En m¨¢s de una ocasi¨®n, el de Saltillo se qued¨® debajo, a mitad del muletazo, y a punto estuvo de cazar a su presa. No le import¨® al torero, que sigui¨® en la batalla toreando, de forma milagrosa, con limpieza y templanza. Y as¨ª, con los tendidos invadidos por la emoci¨®n, Dami¨¢n Casta?o se fue detr¨¢s de la espada y puso fin a la haza?a.
M¨¢s irregular fue, sin embargo, el trasteo que firm¨® frente al quinto, un sobrero de Los Ma?os, de muy pobre cara, que sustituy¨® a un pavoroso animal de Saltillo, devuelto, supuestamente, por cojear. Aunque a veces hizo cosas de manso, el de la divisa aragonesa embisti¨® con encastada nobleza, hasta que se empez¨® a enterar, radiografiando la anatom¨ªa de su matador en cada cite.
Una l¨¢stima la sustituci¨®n de ese quinto, pues la corrida que lidi¨® el temido hierro propiedad de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Moreno Silva luci¨® una presentaci¨®n tan bella como imponente, cumpli¨® de forma desigual en los caballos (tom¨® 18 varas) y mantuvo el inter¨¦s en el ¨²ltimo tercio por su casta y poder. Y no fue imposible. Ni mucho menos. Los hubo dif¨ªciles y peligrosos, como los dos primeros, pero tambi¨¦n nobles y de buena condici¨®n.
Fue el caso del tercero, que embisti¨® por bajo con enorme clase y temple. Una oportunidad de oro que desaprovech¨® M¨¢xime Solera. Como frente al ¨²ltimo, muy abierto de cara y que igualmente dio opciones, aunque terminara soseando, el diestro franc¨¦s dio pases, pero apenas dijo nada. Templado y vertical por momentos, a su labor le sobr¨® frialdad y le falt¨® hondura y ce?imiento.
Tampoco anduvo a la altura del encastado cuarto S¨¢nchez Vara. Si ante el dif¨ªcil y gazap¨®n primero, de cort¨ªsimo recorrido, dio toda una lecci¨®n de oficio en una faena a la antigua, sobre las piernas; no pas¨® de voluntarioso con su segundo, bueno por el pit¨®n derecho, aunque imposible por el izquierdo.
Merecedores de rese?a fueron los dos tercios de banderillas que protagoniz¨® en ambos turnos. Los dos primeros pares en el primero, de evidente riesgo y clavados en toda la cara, pusieron la plaza en pie. Y con raz¨®n.UnMe lo no lo
Saltillo / S¨¢nchez Vara, Casta?o, Solera
Toros de Saltillo, muy bien presentados, serios y cuajados, cumplidores en varas, y encastados en distinto grado. Muy complicados 1º y 2º; más nobles el resto. Y un sobrero (5º bis) de Los Maños, muy justo de presentación, también noble y encastado. Aplaudidos casi todos en el arrastre.
Sánchez Vara: estocada corta tendida y ocho descabellos (silencio); estocada corta desprendida y tendida (división al dar la vuelta al ruedo).
Damián Castaño: estocada algo delantera y atravesada (oreja); estocada corta muy delantera, perpendicular y atravesada, un descabello y se echa el toro (silencio).
Máxime Solera: estocada desprendida _aviso_ dos descabellos y se echa el toro (saludos); estocada _aviso_ y cinco descabellos (silencio).
Plaza de toros de Céret (Francia). 2ª de abono. Tres cuartos de entrada.