El actor Stephen Fry acusa a la inteligencia artificial de ¡®robarle¡¯ su voz
El int¨¦rprete sostiene que su lectura de los audiolibros de Harry Potter fue copiada y aprovechada para hacerle narrar un documental hist¨®rico que ¨¦l nunca autoriz¨®
Miles de lectores por el mundo habr¨¢n escuchado fascinados la voz de Stephen Fry: fue el encargado de llevar al audiolibro en ingl¨¦s los siete vol¨²menes de la saga de Harry Potter. Pero, entre tantos seguidores, el int¨¦rprete gener¨® tambi¨¦n un inter¨¦s mucho menos deseado: el de la inteligencia artificial. El pasado jueves, en su intervenci¨®n en el festival CogX, en Londres, Fry comparti¨® un fragmento de un documental hist¨®rico narrado por ¨¦l mismo. Y aclar¨® que nunca hab¨ªa pronunciado ninguna de las palabras que se oyeron. ¡°Fue una m¨¢quina¡±, dijo, como recogi¨® la web Deadline. Sostuvo que la tecnolog¨ªa m¨¢s comentada del presente aprovech¨® sus lecturas de Harry Potter para memorizar su timbro vocal y reproducirlo, id¨¦ntico, al servicio de otro proyecto. Uno que ¨¦l, sin embargo, nunca hab¨ªa autorizado.
¡°Me impact¨®. Usaron mis lecturas de los siete vol¨²menes y a partir de esa base crearon una inteligencia artificial de mi voz que hizo esa nueva narraci¨®n¡±, agreg¨® el actor desde el escenario. ¡°Lo que escuchasteis no fue el resultado de una mezcla, sino una voz artificial flexible, donde las palabras son moduladas para adaptarse al significado de cada frase¡±, apunt¨® Fry, conocido por pel¨ªculas como V de Vendetta o Wilde, as¨ª como por su faceta como c¨®mico y presentador. Y abri¨® la en¨¦sima ventana hacia el futuro dist¨®pico que muchos auguran por el auge de esta tecnolog¨ªa: donde ya no hagan falta dobladores y la voz de cada cual ¡ªo, pronto, su imagen¡ª pueda terminar copiada y empleada sin su consentimiento. Y donde discernir entre realidad e invenci¨®n, entre derechos individuales y robo resulte cada vez m¨¢s complicado.
El actor no aclar¨®, eso s¨ª, si su contrato para la lectura de Harry Potter, o para su distribuci¨®n en plataformas de audiolibros, inclu¨ªa alguna cl¨¢usula respecto al uso de su voz. S¨ª explic¨® que contact¨® con sus agentes a ambos lados del Atl¨¢ntico y descubri¨® que ni siquiera sab¨ªan que algo as¨ª ¡°fuera posible¡±. ¡°Podr¨ªan hacerme leer desde una invitaci¨®n a asaltar el Parlamento hasta porno duro, todo sin mi conocimiento ni permiso¡±, avis¨® el actor. Y, seg¨²n cont¨®, les se?al¨® a sus agentes que esto tan solo es el comienzo: ¡°No hab¨¦is visto nada a¨²n. Es un audio. No se tardar¨¢ mucho hasta que los v¨ªdeos falsos resulten igual de convincentes¡±.
Hace tiempo que la inteligencia artificial genera debates en la sociedad. Sus defensores subrayan sus enormes posibilidades para ayudar a la sociedad, agilizar muchas de las labores humanas y permitir incluso que los trabajadores se dediquen a tareas m¨¢s creativas o estimulantes. Sus detractores, en cambio, destacan los enormes riesgos de p¨¦rdidas de empleos, sustituidos por m¨¢quinas, de violaci¨®n de la privacidad e, incluso, de suplantaci¨®n de identidad o tecnolog¨ªas tan listas como para modificar la orden que recibieron o actuar, al menos parcialmente, seg¨²n sus propias decisiones. Una de las razones de la huelga de actores y guionistas contra los grandes estudios y plataformas de Hollywood tiene que ver, precisamente, con el temor de los artistas hacia un uso excesivo de esta tecnolog¨ªa por parte de las compa?¨ªas.
La reciente difusi¨®n y viralizaci¨®n de v¨ªdeos de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, Lionel Messi o Bel¨¦n Esteban hablando un perfecto ingl¨¦s, con su propio tono de voz, gracias a una aplicaci¨®n, mostr¨® estos d¨ªas un ejemplo del poder¨ªo y los peligros que encierra la inteligencia artificial. Fry, el pasado jueves, ofreci¨® otro. Para el siguiente, a este ritmo, no debe de quedar mucho.
Babelia
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