Un extra?o e irritado final
Una muy desigual limpieza de corrales, un encrespado, y con raz¨®n, tendido 7 y un pundonoroso Isaac Fonseca cerraron la temporada madrile?a
La corrida comenz¨® y acab¨® de extra?a manera. Toda ella, en realidad, tuvo algo de chocante. Finalizado el pase¨ªllo, aparecieron en el tendido 7 tres pancartas contra el director del Centro de Asuntos Taurinos, Miguel Abell¨¢n y la empresa Plaza 1 por permitir la discoteca-botellona que se ha organizado cada tarde al finalizar los festejos; seguidamente, una cerrada ovaci¨®n salud¨® con afecto a El Cid, y no hizo m¨¢s que aparecer el primer toro de la tarde, mal presentado, y los gritos de ¡°Toro, toro¡±, y ¡°Plaza 1, dimi...
La corrida comenz¨® y acab¨® de extra?a manera. Toda ella, en realidad, tuvo algo de chocante. Finalizado el pase¨ªllo, aparecieron en el tendido 7 tres pancartas contra el director del Centro de Asuntos Taurinos, Miguel Abell¨¢n y la empresa Plaza 1 por permitir la discoteca-botellona que se ha organizado cada tarde al finalizar los festejos; seguidamente, una cerrada ovaci¨®n salud¨® con afecto a El Cid, y no hizo m¨¢s que aparecer el primer toro de la tarde, mal presentado, y los gritos de ¡°Toro, toro¡±, y ¡°Plaza 1, dimisi¨®n¡± se extendieron por gran parte de la plaza. Las protestas, con toda la raz¨®n, no cesaron durante todo el festejo por la muy desigual limpieza de corrales que se lidi¨®, acompa?adas por continuos vivas a Espa?a y a M¨¦xico, y en muchos momentos, la atenci¨®n estuvo m¨¢s en la algarab¨ªa festiva de los tendidos que en lo que suced¨ªa en el ruedo.
Extra?o, muy extra?o todo, e impropio de la seriedad de esta plaza.
Mal, muy mal la gesti¨®n de Plaza 1 de esta corrida. Rechazada la ganader¨ªa anunciada de N¨²?ez del Cuvillo, no ha sido capaz de reunir seis toros de un solo hierro para una de las tardes m¨¢s importantes de la temporada madrile?a. Y eso que los tres toreros no era primer¨ªsimas figuras, de esas que exigen y amenazan con la espantada. ?Qu¨¦ ha sucedido? Nada se sabe. ?Por qu¨¦ esta falta de transparencia? Silencio.
Los dos primeros toros, del hierro de Garcigrande, eran dos birriosos animales, sin trap¨ªo, sin cara, amuermados, y tan nobles como desechables. Por all¨ª anduvo El Cid ante un toro bobo al que tore¨® por naturales despegados y sin hondura. Y nada pudo hacer Talavante con el amodorrado que sali¨® en segundo lugar.
Apareci¨® despu¨¦s el mexicano Isaac Fonseca con una larga cambiada de rodillas en el tercio y lances a la ver¨®nica, quit¨® a continuaci¨®n por saltilleras, brind¨® a la Infanta Elena, y se plant¨® de rodillas en el centro del ruedo con dos pases cambiados por la espalda. Luci¨® al codicioso animal al citarlo de lejos hasta en cuatro ocasiones y muletearlo con entrega, celeridad y escasa profundidad entre la indiferencia de un p¨²blico m¨¢s pendiente de las protestas y los vivas a Espa?a. No se desanim¨® el torero y continu¨® por derechazos limpios y unas bernadinas ce?idas para que su labor, injustamente, fuera silenciada.
Con otra larga de rodillas recibi¨® al anovillado sexto y una tanda de vistosas chicuelinas. Brind¨® al p¨²blico, comenz¨® por alto, dos pases cambiados por la espalda y derechazos templados sin que nadie le hiciera caso. Ah¨ª fue cuando sufri¨® un espectacular volteret¨®n, el toro lo encun¨® por una de las piernas, lo busc¨® con sa?a en la arena, le introdujo el pit¨®n izquierdo por debajo de la chaquetilla y el zarandeo fue largo y dram¨¢tico. Manchado de sangre ¡ªdel toro, por fortuna¡ª se levant¨® desmadejado, y entonces, s¨ª, la plaza lo anim¨® con gritos de ¡®torero, torero¡¯, que tampoco era el caso. Sigui¨® envalentonado por manoletinas, acab¨® de una estocada perpendicular y qued¨® la impresi¨®n de que su labor no hab¨ªa sido justamente reconocida por la plaza.
El Cid no estuvo a la altura del noble cuarto, al que mulete¨® de manera superficial, al hilo del pit¨®n, despegado siempre y por debajo de lo esperado; y Talavante lo intent¨® de veras con el quinto, al que recibi¨® con dos largas afaroladas y entonadas ver¨®nicas, y en el tercio final no acab¨® de alcanzar el vuelo deseado. Hubo limpios muletazos desmayados, se cruz¨® en una tanda de naturales con sabor, pero la faena se diluy¨® en detalles.
La corrida acab¨® como comenz¨®, con protestas dirigidas a Plaza 1; extra?o, muy extra?o todo, pero las quejas estaban nutridas de raz¨®n.
Tres ganader¨ªas / El Cid, Talavante, Fonseca
Dos toros de Garcigrande, primero y segundo, mal presentados, blandos, mansos y descastados; el tercero de Toros de Cortés, mal presentado, mansurrón y codicioso en el tercio final; y tres de Victoriano del Río, desiguales de presentación, cumplidor en varas, noble y con calidad el cuarto, manso y noble el quinto, y manso y deslucido el último.
El Cid: estocada trasera (ovación); casi entera desprendida -aviso-, dos descabellos y el toro se echa (silencio).
Alejandro Talavante: bajonazo (silencio); -aviso-, estocada algo caída (ovación).
Isaac Fonseca: estocada caída -aviso- (silencio); estocada perpendicular -aviso- y un descabello (ovación).
Plaza de Las Ventas. 12 de octubre. Corrida del Día de la Hispanidad. Lleno (22.218 espectadores, según la empresa).