Fueron tan buenos, tuvieron tan mala suerte: Big Star, la gran banda de culto
Una serie de desdichas truncaron la trayectoria del grupo de Alex Chilton y Chris Bell, referente del rock alternativo. Una agrupaci¨®n de adoradores con miembros de R.E.M. o Wilco recorre Espa?a tocando el repertorio de los de Memphis
Cuando a Jody Stephens, ¨²nico miembro vivo de los cuatro originales Big Star, se le pregunta c¨®mo presentar¨ªa hoy al grupo a alguien joven, se?ala: ¡°Les pedir¨ªa que escuchasen The Ballad Of El Goodo y luego les dir¨ªa si tienen alguna pregunta m¨¢s¡±. La respuesta del bater¨ªa, que habla con EL PA?S desde su casa de Memphis, podr¨ªa resultar soberbia. ?Lo es? Bueno, The Ballad Of El Goodo desborda las emociones del oyente incluso hoy, 51 a?os despu¨¦s de su edici¨®n. Pero tambi¨¦n existe algo de orgullo que sale inmediatamente a relucir cuando se plantea una reflexi¨®n sobre esta banda de Memphis. Porque resulta complicado encontrar una formaci¨®n tan influyente y a la vez tan zarandeada por la mala suerte, y esta ¨²ltima circunstancia no debe ser f¨¢cil de sobrellevar para alguien que la padeci¨®.
Banda de culto hasta el extremo y h¨¦roes para el rock alternativo de los ochenta y noventa, su historia pone de manifiesto lo importante que es el funcionamiento de todo los dem¨¢s cuando se tienen (sobre todo cuando se tienen) memorables canciones. Si una banda de rock se cimienta sobre grandes esperanzas que la mayor¨ªa de las veces no se ven cumplidas, aqu¨ª est¨¢ Big Star para suscribirlo. Estos d¨ªas, Stephens (Memphis, 71 a?os) visita Espa?a acompa?ado por una banda de adoradores (renombrada de The Music of Big Star) compuesta por miembros de R.E.M., Wilco o The Posies. En los conciertos tocar¨¢n el repertorio de Big Star, espitas de belleza ahogadas por un mar de extra?as vicisitudes.
Un sonido crudo y hermoso
Era otra ¨¦poca, principios de los 70. John Lennon y Paul McCartney acababan de finiquitar una d¨¦cada de memorable relaci¨®n art¨ªstica. Alex Chilton y Chris Bell, que as¨ª se llaman los primeros protagonistas, solo duraron un disco. Y las comparaciones con los genios de Liverpool no son solo un recurso. Con unos imberbes 16 a?os Chilton sumaba ya un n¨²mero uno en ventas, The Letter, con su grupo The Box Tops. Escuchando esa voz ronca es sorprendente que saliera de la garganta de un barbilampi?o adolescente. En 1971, Chilton (voz y guitarra), Chris Bell (voz y guitarra), Andy Hummel (bajo) y Jody Stephens (bater¨ªa) formaron en Memphis Big Star, un nombre ambicioso que seleccionaron a la ligera: lo copiaron de una cadena estadounidense de supermercados que se denominaba igual.
Otro nombre aspiracional, Number 1 Record, fue el elegido para su primer ¨¢lbum, en 1972. ?Qu¨¦ ten¨ªan de especial? Mike Mills, bajista de R.E.M. e involucrado en la gira que pasar¨¢ por Espa?a, cuenta a este peri¨®dico: ¡°Los conoc¨ª por medio de Peter Buck [guitarra de R.E.M.] y me entusiasmaron. Geniales composiciones maravillosamente cantadas y excelsas armon¨ªas vocales¡±. El guitarrista Chris Stamey, tambi¨¦n de la partida en la gira, aporta m¨¢s cosas: ¡°Alex y Chris pod¨ªan cantar la gu¨ªa telef¨®nica y conseguir que sonara atractiva. Adem¨¢s, la actitud del grupo era muy ¨ªntegra. Y las letras: por momentos honestas, y en otras ocasiones po¨¦ticas¡±.
Number 1 Record desprend¨ªa un sonido crudo, pero a la vez hermoso. Una extra?a combinaci¨®n obtenida con la ayuda a la producci¨®n de John Fry. Las composiciones de Bell sonaban glam-rock, pero con unos equilibrios vocales que recordaban a Joni Mitchell. Los ejemplos m¨¢s claros son Feel o In the Street. Chilton cantaba como si estuviese a punto de sufrir un colapso. Su voz se quebraba para, sorprendentemente, tomar aliento y volver a la vida con la fuerza suficiente como para afrontar un glorioso estribillo, como en The Ballad of El Goodo o Thirteen.
Number 1 Record recibi¨® valoraciones apasionadas de la cr¨ªtica especializada y los dj comenzaron a programar canciones en sus espacios. Aquello parec¨ªa despegar. Pero llegaron malas noticias. El peque?o sello donde editaron el ¨¢lbum, Ardent, fue absorbido por Stax Records, una discogr¨¢fica con un amplio cat¨¢logo. El grupo cay¨® entre las grietas del marem¨¢gnum de artistas de Stax y los discos no llegaron a las tiendas. El sentimiento de impotencia deprimi¨® al cuarteto. Eran el mejor grupo del momento, pero en realidad no exist¨ªan, porque nadie pod¨ªa comprar el ¨¢lbum. Tambi¨¦n explotaron los celos entre los dos l¨ªderes. Bell se march¨® disgustado de una jornada de grabaci¨®n y regres¨® borracho por la noche para borrar las cintas del segundo disco. Finalmente, Bell y sus demonios abandonaron la banda.
Chilton, Hummel y Stephens dieron forma al segundo disco, Radio City, que editaron en 1974. Chilton lo confeccion¨® a su antojo y se sac¨® una canci¨®n soberbia, September Gurls. Sin embargo, se repiti¨® la historia: grandes cr¨ªticas y los discos no llegaron a las tiendas. Esta vez de la distribuci¨®n se encargaba Columbia, pero Clive Davis, el valedor del grupo, fue acusado de gastos indebidos y le despidieron de la compa?¨ªa. Sin su padrino, el grupo qued¨® hu¨¦rfano dentro de la compa?¨ªa. Stax fue declarada en bancarrota y la distribuci¨®n con Columbia se interrumpi¨®. Esta vez quien no aguant¨® fue Hummel, el bajista, que retom¨® sus estudios universitarios.
Despu¨¦s del desmoronamiento paulatino de la banda ya solo quedaban dos. Fue una ¨¦poca oscura de Chilton, de mucho beber y drogarse. En el documental Big Star: Nothing Can Hurt Me (2012), el bajista que reemplaz¨® a Hummel, Jon Lightman, retrata el complicado momento: ¡°A menudo toc¨¢bamos en salas medio vac¨ªas. Arden, la discogr¨¢fica, era un caos y el futuro era muy oscuro. Est¨¢bamos en una especie de limbo. Qued¨¢bamos a ensayar y lleg¨¢bamos Jody y yo, puntuales. Alex se presentaba cinco horas despu¨¦s. Dec¨ªa: ¡®Aqu¨ª estoy, he venido, pero me olvid¨¦ la guitarra¡¯. Ese era un d¨ªa t¨ªpico¡±.
La banda disuelta
El tercer disco de Big Star, Third / Sister Lovers, fue grabado en el oto?o de 1974 y se puede considerar como un ¨¢lbum en solitario de Chilton. La musa del trabajo es Lesa Aldridge, la novia de Chilton por aquella ¨¦poca. Tambi¨¦n es un disco notable, aunque a veces sombr¨ªo, atendiendo a los altibajos de la relaci¨®n Alex Chilton/Lesa Aldridge. Las sesiones de grabaci¨®n incluyen el tema de Lou Reed para la Velvet Underground Femme Fatale cantado por Aldridge. El ¨¢lbum, para seguir la norma, fue un fracaso comercial. Se edit¨® cuatro a?os despu¨¦s, en 1978, cuando la banda ya estaba disuelta.
La concatenaci¨®n de desastres no se hab¨ªa acabado. Desde que dej¨® el grupo, Chris Bell fue dando tumbos buscando el camino de la salvaci¨®n. Eligi¨® la droga, la religi¨®n, trabajos con horario (camarero, administrativo)¡ Se fue a Londres a lanzar su carrera en solitario. Ten¨ªa un disco grabado a la espera de un contrato. Incluso con una canci¨®n que le volv¨ªa a unir con Alex Chilton, que pone voces en la preciosa You and Your Sister. Ese tema se edit¨® en sencillo, junto al exuberante I¡¯m the Cosmos. Pero Bell no vio editado el disco largo: falleci¨® en un accidente de tr¨¢fico en 1978. Ten¨ªa 27 a?os, aunque pocas listas del club de los muertos con 27 le citen.
Tras la ruptura de Big Star, Chilton se empap¨® del punk de finales de los setenta. Toc¨® en bandas como los Panthers Burns de Tav Falco y edit¨® discos en solitario encantadoramente desmadejados. En los noventa y cuando ya se hab¨ªa perdido toda esperanza, entr¨® un rayo de luz que alumbr¨® por fin a Big Star. Empujado por las reivindicaciones de R.E.M., Teenage Fanclub, Jesus and Mary Chain, The Replacement, Flaming Lips o Cheap Trick (que hicieron una versi¨®n de In The Streets para la serie Aquellos maravillosos 70), Alex Chilton y Jody Stephens resucitaron Big Star en 1993 con los dos jefes de The Posies, Jon Auer y Ken Stringfellow. ¡°En los a?os que trabaj¨¦ con Alex¡±, cuenta para este reportaje Auer, ¡°creo que ¨¦l se sent¨ªa m¨¢s feliz cuando no estaba delante del p¨²blico. Siempre actuaba bien en el escenario, pero prefer¨ªa tocar para ¨¦l o con amigos, fuera de los focos. Viv¨ª momentos maravillosos tocando juntos en los camerinos, antes de los conciertos. Ese era el aut¨¦ntico Alex¡±.
Con esta formaci¨®n estuvieron girando cinco o seis fechas cada dos a?os y editaron un nuevo disco de Big Star, el cuarto, In Space (2005). Este s¨ª lleg¨® bien a las tiendas, pero ya el mercado era otro. Fue una ¨¦poca buena para Chilton, sin duda la m¨¢s estable econ¨®micamente y de reconocimiento por parte de la profesi¨®n. Pero a la vuelta de la esquina acechaba de nuevo la oscuridad. En 2010, solo tres d¨ªas antes de tocar Big Star en el festival de referencia de lo alternativo, South By Southwest, Chilton muri¨® de un ataque al coraz¨®n. Se acababa de casar y ten¨ªa 59 a?os. R¨¢pidamente un pu?ado de amigos m¨²sicos se organizaron y tocaron en tributo a Chilton en South By Southwest: Mike Mills, Lemonheads, M Ward, Sondre Lerche, adem¨¢s del bajista original de Big Star, Andy Hummel, que fallecer¨ªa de c¨¢ncer solo cuatro meses despu¨¦s y a la misma edad que Chilton, 59 a?os.
¡°S¨ª, tuvimos serios problemas. No era nuestro momento. Pero eso ha cambiado con el tiempo¡±, dice hoy Stephens, el bater¨ªa. O citando la letra de The Ballad of el Goodo: ¡°Me caer¨¦ si no peleo. / Nadie puede convencerme de hacer algo que no quiero hacer. / Y resistir¨¦, resistir¨¦¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.