Un diccionario para saber que si una mujer rompe la fuente es que va a parir
La Academia de Medicina espa?ola, en colaboraci¨®n con otras 12 americanas, alumbra el ¡®Diccionario panhisp¨¢nico de t¨¦rminos m¨¦dicos¡¯, obra en l¨ªnea para mejorar la comunicaci¨®n entre sanitarios y pacientes
Si una mujer llega nerviosa a un servicio de urgencias de un hospital en Madrid diciendo que ha roto la fuente, sepa usted que lo que sucede es que ha roto aguas y que probablemente sea colombiana. Si a un farmac¨¦utico un cliente le pide ¡°parche curita¡±, lo que quiere es comprar tiritas, y es casi seguro que proceda de Chile. O si un espa?ol se encuentra en M¨¦xico de viaje y sufre una diarrea, habr¨¢ quien le diga que tiene ...
Si una mujer llega nerviosa a un servicio de urgencias de un hospital en Madrid diciendo que ha roto la fuente, sepa usted que lo que sucede es que ha roto aguas y que probablemente sea colombiana. Si a un farmac¨¦utico un cliente le pide ¡°parche curita¡±, lo que quiere es comprar tiritas, y es casi seguro que proceda de Chile. O si un espa?ol se encuentra en M¨¦xico de viaje y sufre una diarrea, habr¨¢ quien le diga que tiene ¡°la venganza de Moctezuma¡±.
Son tres ejemplos que demuestran que la unidad del espa?ol, que hablan casi 600 millones de personas en el mundo, se caracteriza por una rica diversidad all¨¢ donde se habla. Sin embargo, para evitar demoras o sorpresas a la hora de decirle a un m¨¦dico lo que a uno le ocurre o lo que necesita, acaba de nacer una herramienta digital y de libre acceso, el Diccionario panhisp¨¢nico de t¨¦rminos m¨¦dicos (DPTM), presentado por la Real Academia Nacional de Medicina de Espa?a (Ranme), en coordinaci¨®n con la Asociaci¨®n Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina, Espa?a y Portugal (Alanam). En esta obra, adem¨¢s de la espa?ola, han participado las instituciones de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, M¨¦xico, Paraguay, Per¨², Rep¨²blica Dominicana, Uruguay y Venezuela.
El diccionario alberga m¨¢s de 70.000 t¨¦rminos, con sus equivalentes en ingl¨¦s, y empez¨® a gestarse tras la firma de un protocolo entre las academias hace 11 a?os. El codirector del diccionario y vicepresidente de la Ranme, Antonio Campos Mu?oz, se?ala la utilidad de esta obra para los m¨¦dicos, sobre todo, y los pacientes, porque ¡°todos hemos estado enfermos, o lo estamos, o lo vamos a estar, y el habla m¨¦dica es probablemente la que m¨¢s nos afecta despu¨¦s de la que usamos com¨²nmente¡±.
¡°Adem¨¢s, con la gran movilidad que hay y la migraci¨®n, se hac¨ªa necesaria una obra como esta¡±, explica en la sede de esta instituci¨®n en Madrid. El profesor Campos a?ade otros profesionales que seguramente usar¨¢n esta obra: los periodistas que hacen informaci¨®n de salud, los traductores o los ingenieros que construyan instalaciones m¨¦dicas.
El genetista Jos¨¦ Miguel Garc¨ªa Sagredo, tambi¨¦n codirector de la obra, abunda en los dos grupos m¨¢s beneficiados: ¡°Los m¨¦dicos son cada vez m¨¢s especialistas, por lo que empiezan a perder palabras que se usan en otras especialidades, mientras que los pacientes reciben informes con palabras t¨¦cnicas, y tener a mano un diccionario fiable les va a ayudar¡±. El DPTM ha contado con la financiaci¨®n de varias fundaciones y del Ministerio de Ciencia e Innovaci¨®n espa?ol. Seg¨²n la Academia de Medicina, hasta ahora han visitado el diccionario, desde su presentaci¨®n, el 17 de noviembre, 7.589 usuarios, que han realizado 48.621 consultas. Por pa¨ªses, la mayor participaci¨®n viene de Argentina, con el 29%, seguido de Espa?a (21%) y Colombia (10%).
Garc¨ªa Sagredo hace hincapi¨¦ en la utilidad que el diccionario tendr¨¢ en Estados Unidos, ¡°donde los m¨¦dicos atienden a pacientes hispanos¡±. En este sentido, apunta que los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses, que tienen su web con versi¨®n en espa?ol, se suelen dirigir a esta academia para consultar determinadas voces. En paralelo, los promotores del diccionario quieren que sirva para impedir la aceptaci¨®n sin m¨¢s de neologismos que se formulan en ingl¨¦s. En el caso de la viruela del mono, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) recomend¨® que en ingl¨¦s se use el t¨¦rmino mpox, y aunque a¨²n no hay recomendaci¨®n para denominarlo en espa?ol, las 13 academias ya han decidido que en nuestro idioma sea viruela del mono.
La coordinadora de la Unidad de Terminolog¨ªa M¨¦dica del diccionario, Cristina Gonz¨¢lez, hace una breve demostraci¨®n de algunas funciones del DPTM. Al escribir una palabra, la opci¨®n ¡°Mapa de uso¡± indica en qu¨¦ pa¨ªses hispanoamericanos se utiliza, as¨ª como se muestra un listado de los sin¨®nimos de ese lema. Otro servicio es cuando escribimos una palabra incorrecta, pero que se usa, como ¡°linkaje¡± en gen¨¦tica. El diccionario la devuelve tachada y remite a la correcta en espa?ol, ¡°ligamiento¡±. Tambi¨¦n se han incluido acr¨®nimos, a pesar de las dificultades que supone el que unas mismas siglas tengan significados distintos seg¨²n la especialidad m¨¦dica.
Sobre la elaboraci¨®n de esta obra, Gonz¨¢lez explica: ¡°Los m¨¦dicos son los que hacen las definiciones, luego hay un equipo de ling¨¹istas que centraliza el material. A continuaci¨®n, las revisan los especialistas de cada ¨¢rea y los miembros de nuestra academia para que hagan sus comentarios. Finalmente, esas palabras viajan a las academias americanas para que den el visto bueno y nos digan si usan una expresi¨®n distinta en su pa¨ªs para incluirla¡±.
El DPTM estar¨¢ en continua revisi¨®n. ¡°Hay un equipo de unos cien colaboradores, que buscan neologismos para intentar incluir la voz en espa?ol antes de que se generalice su uso en ingl¨¦s¡±. Otra fuente para dar pistas es ¡°las b¨²squedas de palabras que no est¨¢n en el diccionario, pero que quedan registradas en nuestra base de datos¡±.
Los propios codirectores del diccionario muestran su asombro por la gran variabilidad americana de algunas palabras. Verbigracia, hay pa¨ªses en los que ¡°dar el alta¡± a un paciente en un hospital se le llama ¡°dar la salida¡±, expresi¨®n que en Espa?a se emplea en otro contexto para el momento en que se da la se?al para que empiece una competici¨®n de velocidad. O el carro de paradas de los hospitales, el armaz¨®n con ruedas que se emplea para trasladar con rapidez el material necesario para situaciones de urgencia, tiene en pa¨ªses americanos equivalentes como carro rojo, coche de paro, carro de resucitaci¨®n... Se diga como se diga, lo importante es que se salve al paciente.
Un ojo vago es un ojo flojo
El Diccionario panhispánico de términos médicos incluye palabras y expresiones con sus variantes en los países americanos. Aquí van algunos ejemplos:
Paritorio: sala de expulsión en Costa Rica, Ecuador, México y Venezuela.
Ojo vago: ojo flojo en Ecuador, México y Venezuela.
Bastoncillo de algodón: cotonete en Argentina, Bolivia, Ecuador, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
Lente de contacto: pupilente en Colombia, Ecuador, México y Paraguay.
Cistitis: chistate en Costa Rica y México.
Esparadrapo: tela emplástica en Chile, Colombia, Ecuador, México y Venezuela.