Muere Eric Carmen, l¨ªder de los Raspberries y autor de memorables canciones de pop de guitarras

Hay dos bandas que los seguidores del pop guitarrero (power-pop en terminolog¨ªa inglesa) colocan en un altar: Badfinger y Raspberries. Los primeros, brit¨¢nicos; los segundos, estadounidenses. Ambos desarrollaron su mejor m¨²sica en los a?os setenta, justo donde lo dejaron The Beatles. Badfinger protagonizaron una desdichada historia que culmin¨® con el suicidio de sus dos l¨ªderes, Pete Ham (con 27 a?os) y Tom Evans (36 a?os). El jefe de los Raspberries, Eric Carmen, ha tenido una existencia m¨¢s pl¨¢cida que ha terminado estos d¨ªas a los 74 a?os. Su pareja, Amy, anunci¨® la muerte en la web oficial del cantante: ¡°Con tremenda tristeza compartimos la desgarradora noticia del fallecimiento de Eric Carmen. Nuestro dulce, cari?oso y talentoso Eric muri¨® mientras dorm¨ªa durante el fin de semana. Le produjo una gran alegr¨ªa saber que, durante d¨¦cadas, su m¨²sica conmovi¨® a tantas personas y ser¨¢ su legado duradero. Por favor, respeten la privacidad de la familia mientras lamentamos nuestra enorme p¨¦rdida¡±. La familia no ha informado del motivo del deceso.

Nacido en Cleveland (Ohio) en 1949, Carmen se forj¨® en bandas locales hasta que a principios de los setenta se junt¨® con otros m¨²sicos para montar los Raspberries. Con el final de los Beatles a¨²n caliente (1970), en la discogr¨¢fica Capitol advirtieron la ductilidad de Carmen para pasar de un tono vocal dulce a lo McCartney a otro m¨¢s agresivo a lo Lennon. Tambi¨¦n estaba el talento de Carmen para componer melod¨ªas que subliman la m¨²sica pop. Sus tres primeros discos (Raspberries y Fresh, ambos en 1972; y Side 3, 1973) son una maravilla con canciones que escucharlas hoy todav¨ªa emociona; por sus exquisitas armon¨ªas, la elegancia y los hermosos juegos vocales, todo siempre acompa?ado de contundencia guitarrera. Temas inolvidables como Go All The Way, Tonight, I Wanna Be With You o Let¡¯s Pretend. No solo los Beatles nutr¨ªan sus influencias. Brian Wilson (Beach Boys) tambi¨¦n asomaba, al igual que Roy Orbison o Burt Bacharach. Con Go All The Way consiguieron alcanzar el n¨²mero cinco de las listas de sencillos m¨¢s vendidos en Estados Unidos.

En la grabaci¨®n del tercer ¨¢lbum, Side 3, comenzaron a surgir problemas entre algunos miembros del grupo y Carmen. Jim Bonfanti, el bater¨ªa, y el bajista Dave Smalley consideraban que Carmen estaba endulzando el sonido de la banda. Los dos dejaron el grupo y Carmen tuvo que rearmarse con otros m¨²sicos para sacar adelante Starting Over (1974), cuarto disco de los Raspberries, un fracaso comercial que precipit¨® el final de la banda. Fue cuando Carmen comenz¨® una carrera en solitario de ¨¦xito intermitente, m¨¢s enfocada a la balada y al medio tiempo pop comercial. Algunos de sus temas vendieron mucho m¨¢s en la voz de cantantes como Celine Dion (All By Myself). En los ochenta, Carmen se card¨® su felina melena rubia y se entreg¨® al pop comercial de baja intensidad. La jugada le result¨® rentable gracias a canciones como Hungry Eyes, incluida en la banda sonora del pelotazo taquillero Dirty Dancing (1987), o Make Me Lose Control, que en 1988 se col¨® entre los cinco sencillos m¨¢s vendidos en Estados Unidos. Veleidades que sus seguidores de los setenta perdonaron por su glorioso legado con los Rasberries, grupo que resucit¨® en varios periodos de los dos mil sin apenas trascendencia.

Carmen, que deja mujer y dos hijos, llevaba sin publicar discos con canciones nuevas m¨¢s de dos d¨¦cadas. Hoy, escuchar los cuatro ¨¢lbumes de Raspberries coloca al aficionado en una ¨¦poca donde los autores solo ten¨ªan un objetivo: componer canciones memorables que pasaran la prueba del tiempo. Muchas de las que grab¨® Carmen lo han hecho con sobresaliente.