Un veredicto impertinente

La Copa Chenel, el certamen organizado por la Comunidad de Madrid y la Fundaci¨®n Toro de Lidia, en la que 18 toreros modestos se juegan la posibilidad de salir a flote y, sobre todo, entrar en el cartel del 12 de octubre en Las Ventas, ya tiene los dos finalistas que volver¨¢n este domingo al ruedo de M¨®stoles: Molina y V¨ªctor Hern¨¢ndez. Esa fue la decisi¨®n del jurado, pero el tercer espada, el mexicano Luis David Adame, hizo los mismos m¨¦ritos que sus compa?eros ¡ªincluso cort¨® una oreja¡ª y se qued¨® con un palmo de narices.

Respetable, por supuesto, el fallo de quienes tienen que juzgar, pero es impertinente el sistema previsto de elecci¨®n: una semifinal a tres y una final a dos. Los tres toreros que llegaron a la semifinal se merec¨ªan estar en la final, y esa hubiera sido la m¨¢s justa decisi¨®n.

La corrida, tres toros blandos y nobles de Adolfo Mart¨ªn, y otros tres de Zacar¨ªas Moreno, violento uno, soso otro y con movilidad el tercero, pero sin clase ninguno de ellos, no contribuy¨® al ¨¦xito del festejo. Adem¨¢s, sopl¨® el viento con fuerza, y los responsables de la plaza, el presidente el primero, no cayeron en la cuenta de la polvareda que se podr¨ªa formar en cuanto el primero toro saliera al ruedo.

No fue una polvareda, sino un nubarr¨®n de polvo que, a veces, imped¨ªa distinguir con la claridad los movimientos del toro y el torero. La peor parte le toc¨® a Adame que abri¨® plaza y trag¨® varios kilos de tierra amarilla. Antes de que saliera el segundo regaron, y fue Molina el que tom¨® las riendas de la manguera. Y m¨¢s adelante, mediada la corrida, otra vez hubo que parar para volver al agua y calmar el polvo. Una desastrosa imprevisi¨®n.

Adame, el m¨¢s veterano de la terna, y el m¨¢s oficio, solvent¨® sin inmutarse la tremenda dificultad del viento y el suelo ante un primer toro tan noble como soso. Recibi¨® al cuarto con una larga cambiada de rodillas en el tercio, y en la muleta se mostr¨® resuelto y entregado ante un animal con movilidad.

Molina y Hern¨¢ndez se fueron a la puerta de toriles en sus primeros compromisos y de rodillas recibieron a sus toros. El de Molina result¨® con genio, violento y de embestida descompuesta, y el torero se mostr¨® valiente en una labor desigual. Hern¨¢ndez, por su parte, comenz¨® la faena de muleta por estatuarios y pudo demostrar su buen concepto en un par de naturales antes de una voltereta sin consecuencias.

Otra cogida sin consecuencias sufri¨® Molina en el quinto, y se luci¨® en una tanda final de naturales a pies juntos. Hern¨¢ndez cerr¨® la tarde ante un adolfo muy blando y noble, pero le permiti¨® trazar algunos muletazos de buen gusto con la mano zurda. Marcos Prieto y Diego Valladar se desmonteraron tras parear a ese ¨²ltimo toro sexto, lo mismo que hicieron Caco Ramos y Fernando S¨¢nchez en el segundo.

Los tres mataron muy mal, con una incapacidad impropia de quien se llama matador de toros; por tan importante raz¨®n, vista gorda para los tres o los tres a su casa. Lo dem¨¢s es una impertinencia.