Sonrisas, l¨¢grimas, mariachis y abrazos
Pablo Hermoso se despidi¨® de Pamplona entre el cari?o de sus paisanos y sali¨® por la puerta grande con su hijo Guillermo tras lidiar una buena corrida de El Capea
Lo sucedido esta tarde en la plaza de Pamplona, m¨¢s que un festejo taurino, ha sido un fiesta de despedida a lo grande, entre amigos y paisanos del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, que le dec¨ªan adi¨®s en su tierra tras una larga y exitosa carrera como torero a caballo.
Hubo mucho cari?o, l¨¢grimas, brindis, abrazos y hasta un grupo de mariachis mexicanos que apareci¨® en el ruedo al final del festejo para entonar, junto con los tendidos, la canci¨®n ¡®El Rey¡¯ como gran homenaje al caballero navarro.
Fue un final ciertamente muy emotivo. Pablo se dirigi¨® al p¨²blico micr¨®fono en mano para agradecerle su fidelidad, bail¨® con su hija, brind¨® con un espumoso y, despu¨¦s, ¨¦l y su hijo montaron a caballo y salieron as¨ª por la puerta grande al tiempo que los espectadores cantaban ¡®Cielito lindo¡¯ a los acordes de guitarras y trompetas mexicanas.
Antes, el veterano maestro hab¨ªa brindado su primer toro a Navarra y el segundo a la Casa de Misericordia; Armend¨¢riz le brind¨® su primero a Pablo, y Guillermo hizo lo propio con su padre en el sexto. Emociones a flor de piel y muchas l¨¢grimas de unos y otros. Antes del festejo, la Casa de Misericordia hab¨ªa descubierto una placa en el patio de caballos en recuerdo de Hermoso de Mendoza, ¡°creador del toreo moderno a caballo¡±.
Entre los v¨ªtores de sus paisanos, Hermoso de Mendoza pon¨ªa fin de modo tan conmovedor a una carrera triunfal en Pamplona, cuyos n¨²meros son elocuentes: 36 corridas, 60 orejas, 3 rabos y 21 puertas grandes.
Despu¨¦s de lo dicho, enti¨¦ndase que el festejo fue una reuni¨®n amistosa, divertida y generosa a cuyo ¨¦xito colabor¨® estrechamente una buena corrida de El Capea, toros justos de presentaci¨®n, de gran movilidad y clase, que jugaron a la perfecci¨®n su papel de colaboradores necesarios, quiz¨¢ hasta prescindibles, para el ¨¦xito de los caballeros.
Pablo Hermoso se lo pas¨® bien, como era su deber en fecha tan se?alada. Se confi¨® en exceso en la segunda embestida de su primer toro y pas¨® un serio apuro que a punto estuvo de costarle un disgusto. Por fortuna, qued¨® en el susto, y, a partir de ah¨ª, todo fue coser y cantar para el veterano maestro que exhibi¨® a su espl¨¦ndida cuadra, ¡ªmenci¨®n aparte merece el caballo Berl¨ªn¡ª, templ¨® con torer¨ªa, divirti¨® con las hermosinas y pase¨® las dos orejas de su primero. Estuvo c¨®modo con dos toros amigos y un p¨²blico nada exigente. Importaba poco la colocaci¨®n de rejones y banderillas y, sobre todo, nadie tuvo en cuenta la ejecuci¨®n de la suerte suprema. Pero, en fin, pelillos a la mar¡
No desmereci¨® Roberto Armend¨¢riz, que torea poco, y ha tenido una actuaci¨®n presidida por la entrega y el pundonor, y se luci¨® especialmente en el tercio de banderillas en su segundo toro y en un par a dos manos con el caballo Rub¨ª, al que previamente le hab¨ªa quitado la cabezada.
Y Guillermo dio muestras de nuevo de la fuerza de la juventud. Emocion¨® con los quiebros a lomos del caballo Ecuador en el tercero, pero fall¨® con descabello y todo qued¨® en una ovaci¨®n. Sin duda, por tal motivo sali¨® como un vendaval en el sexto, y tuvo una actuaci¨®n espectacular y temperamental que encandil¨® a los espectadores. Mat¨® mal, lo que no evit¨® que le concedieran las dos orejas y acompa?ara a su padre por la puerta grande.
La verdad es que los tres caballeros mataron muy mal, pero esa es ya una costumbre aceptada en el rejoneo actual, de modo que la condici¨®n esencial es que el toro, agotado ¡ªtambi¨¦n es verdad por excesivas carreras¡ª muera con prontitud.
En esta ocasi¨®n, adem¨¢s, todo estaba justificado porque se trataba de despedir a un hijo de la tierra, a un maestro, y no era ocasi¨®n para ponerse exigente.
El Capea/Hermoso, Armend¨¢riz, Hermoso
Toros despuntados para rejoneo de El Capea y Carmen Lorenzo -segundo, cuarto y sexto-, justos de presentación, nobilísimos, con clase y movilidad.
Pablo Hermoso de Mendoza: rejón trasero y caído (dos orejas); cinco pinchazos (vuelta al ruedo).
Roberto Armendáriz: rejón trasero y contrario y un descabello (vuelta al ruedo); rejón trasero y contrario y ocho descabellos (vuelta al ruedo).
Guillermo Hermoso de Mendoza: pinchazo, rejón trasero y contrario y cuatro descabellos (ovación); pinchazo y rejón trasero y contrario (dos orejas). Padre e hijo salieron a caballo por la puerta grande.
Plaza de Pamplona. 6 de julio. Espectáculo de rejoneo de la Feria de San Fermín. Lleno.