Alexey y Henk, los amigos que sacaron el Tetris de la Uni¨®n Sovi¨¦tica
La aventura de Alexey Pajitnov y Henk Rogers, dos personajes opuestos, para publicar el puzzle m¨¢s all¨¢ del muro de Berl¨ªn ha inspirado una pel¨ªcula y forj¨® una relaci¨®n que sigue c¨®mplice cuatro d¨¦cadas y 520 millones de juegos vendidos despu¨¦s
Uno invent¨® un videojuego en sus ratos libres del que se han vendido m¨¢s de 520 millones de unidades. El otro pele¨® por obtener los derechos en plena Uni¨®n Sovi¨¦tica, sac¨® de all¨ª al dise?ador y facilit¨® que media humanidad so?ase con bloques cayendo al tiempo que se desplomaba el muro de Berl¨ªn.
Alexey Pajitnov (Mosc¨², 1955) y Henk Rogers (Amsterdam, 1953) son socios en The Tetris Company, que este a?o celebr¨® el 40 aniversario del juego, pero son mucho m¨¢s que eso. Juntos vivieron en el Mosc¨² d...
Uno invent¨® un videojuego en sus ratos libres del que se han vendido m¨¢s de 520 millones de unidades. El otro pele¨® por obtener los derechos en plena Uni¨®n Sovi¨¦tica, sac¨® de all¨ª al dise?ador y facilit¨® que media humanidad so?ase con bloques cayendo al tiempo que se desplomaba el muro de Berl¨ªn.
Alexey Pajitnov (Mosc¨², 1955) y Henk Rogers (Amsterdam, 1953) son socios en The Tetris Company, que este a?o celebr¨® el 40 aniversario del juego, pero son mucho m¨¢s que eso. Juntos vivieron en el Mosc¨² de finales de los ochenta una loca aventura para arrancar la licencia de distribuci¨®n de Tetris tanto de las fauces de la herm¨¦tica burocracia sovi¨¦tica como del capitalismo salvaje (Mirrorsoft, del magnate medi¨¢tico Robert Maxwell, que acab¨® en la c¨¢rcel por un fraude, estaba distribuyendo Tetris sin un contrato del todo v¨¢lido). La rocambolesca historia inspir¨® el entretenido thriller Tetris (2023, Apple TV+) y forj¨® una complicidad que se nota en cada gesto de la entrevista.
Pregunta. ?C¨®mo definen su relaci¨®n?
Alexey Pajitnov. Es su tema favorito, que conteste ¨¦l...
Henk Rogers. Somos amigos, aunque no podemos ser m¨¢s distintos, a Alexey le gusta la m¨²sica cl¨¢sica, a m¨ª el rock. A ¨¦l planificar, a m¨ª la aventura. ?l es un introvertido. Yo un extrovertido¡ Pero si estamos en la misa ciudad, cae una botella de vino.
A.P. Es raro, este tipo forma parte de mi vida.
P. ?Qu¨¦ les hizo conectar y confiar el uno en el otro?
A.P. Nos conocimos en Mosc¨² en 1989 en una mesa de negociaci¨®n [de las oficinas de Elorg, compa?¨ªa estatal para la exportaci¨®n de software]. Yo era el ¨²nico dise?ador de videojuegos de la URSS, as¨ª que Henk fue el primer colega que vi en mi vida.
H.R. ?Eso no explica c¨®mo nos hicimos amigos! Vale, fui tu primera novia, pero no seguimos juntos por eso [ambos r¨ªen]. Creo que la clave para ganarme su confianza (y la de todo el mundo all¨ª) fue mi completa sinceridad sobre c¨®mo funciona el negocio. Mi discurso les desarm¨®.
A.P. Fue un shock. En los ochenta en la Uni¨®n Sovi¨¦tica donde cada capitalista era un enemigo...
P. Y qu¨¦ vio Henk en Alexey para arriesgarlo todo, incluido hipotecar su casa, por ¨¦l.
H.R. Lo primero: la simple genialidad de lo que hab¨ªa creado. Y luego su perseverancia. Soport¨® una cantidad incre¨ªble de mierda en para sacar su juego adelante en una URSS que no entend¨ªa de copyright ni patentes. En 1984 se apunt¨® a un concurso solo para que quedase por escrito que Tetris era suyo. Qued¨® segundo [r¨ªe].
P. Cuando se dieron cuenta de que ten¨ªan algo ic¨®nico entre manos.
A.P. Yo a¨²n estaba trabajando en el prototipo, ten¨ªa el campo de juego, el generador, las piezas cayendo, pero a¨²n no hab¨ªa nada de decoraci¨®n, ni marcador de puntos¡ Llevar¨ªa tres semanas trabajando en ¨¦l cuando me pill¨¦ a mismo jugando con la excusa de que estaba arreglando un fallo. Pero no hab¨ªa fallo, simplemente no pod¨ªa parar de jugar.
H.R. Yo siempre cre¨ª que el juego ser¨ªa un gran hit, pero cuando empezamos a moverlo por Jap¨®n s¨®lo consegu¨ª pedidos por unas 40.000 unidades. Necesitaba colocar al menos 200.000. Entonces ped¨ª cita con el se?or Yamauchi, presidente de Nintendo. ¡°Tengo el mejor juego de todos los tiempos pero no consigo venderlo, ?soy mal¨ªsimo con el marketing?,?cu¨¢l es mi problema?¡±. ?l llam¨® al se?or Miyamoto, creador de Mario, para que lo probase y le pregunt¨® si el juego era bueno. ¡°S¨ª¡±, dijo Miyamoto. ¡°?Por qu¨¦?¡±, replic¨® Yamauchi. ¡°Todas las secretarias y los contables lo est¨¢n jugando a la hora de comer y eso nunca nos ha pasado¡±.
P. Yaumachi le dio un empuj¨®n financiero al juego, pero el verdadero ¨¦xito vino cuando lo sacaron junto a la nueva consola port¨¢til Game Boy. En la pel¨ªcula Henk es clave en esa decisi¨®n...
H.R. S¨ª, en el filme aparece la frase literal que les dije en Nintendo: ¡°Si quieren vender la Game Boy a los ni?os, empaqu¨¦tenla con Mario; si quieren vend¨¦rsela a todo el mundo, h¨¢ganlo con Tetris¡±.
P. ?Qu¨¦ les pareci¨® la pel¨ªcula?
A.P. Sorprendentemente buena. Estuvimos muy involucrados en la fase de guion, hicimos muchos cambios, pero no tuvimos ning¨²n control en el rodaje por la covid y nos preocupaba. Pero est¨¢ muy bien, aunque es raro ver a alguien que se te parece interpretando tu vida.
H.R. Yo estaba aterrorizado pero al final llor¨¦ varias veces al verla ?con cosas que nunca pasaron!
P. El filme acaba cuando Alexey sale de la URSS y Henk le espera en el aeropuerto de San Francisco. ?Qu¨¦ pasar¨ªa en la secuela?
H.R. Resumiendo, tras varias complicaciones Alexey empez¨® a cobrar por Tetris en 1995. A principios de los 2000 yo mont¨¦ una compa?¨ªa de juegos para m¨®viles ¡ªsab¨ªa que iban a pegar fuerte¡ª. La editora de videojuegos Jamdat me ofreci¨® 25.000 d¨®lares por darle la licencia Tetris. Les dije que una mierda, y un par de a?os despu¨¦s, cuando salieron a bolsa, compraron mi empresa por m¨¢s de 67 millones de d¨®lares. Al mes de la venta, cuando a¨²n no hab¨ªa tocado el dinero, estaba en una ambulancia camino del hospital con un bloqueo completo de la arteria coronaria. Un ataque al coraz¨®n conocido como widowmaker [porque es el que m¨¢s viudas deja]. El 95% de quien lo sufre muere, pero yo sobreviv¨ª y encontr¨¦ una misi¨®n: acabar con los combustibles f¨®siles. La gente piensa que estamos jodidos, yo digo que necesitamos tomar una decisi¨®n y arreglar el problema.
A.P. Cuando la pel¨ªcula acaba, yo sigo. Tuve una carrera bastante buena en Microsoft como dise?ador. Estuve al principio de la Xbox, hubo muchos l¨ªos, publiqu¨¦ cinco o seis juegos¡ Estoy orgulloso. Y ahora, pues casi retirado. Tengo varios de proyectos, pero van despacio¡ Y lo sigo pasando bien.
H.R. ?Y has escrito una novela!
A.P. S¨ª, es sobre una pandilla de j¨®venes delincuentes en la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica, mi arquetipo favorito.
H.R. Yo tambi¨¦n estoy escribiendo un libro, sobre lo que pas¨® antes y despu¨¦s de los eventos narrados en la pel¨ªcula. Se titula The perfect game, from Russia with love, saldr¨¢ en abril.
P. ?Hay algo agridulce en ser recordado por una sola cosa o es suficiente?
A.P. A m¨ª me vale. En alg¨²n momento de mi carrera sent¨ª que haber hecho Tetris limitaba mis dise?os, que necesitaba superarlo¡ Pero ahora estoy en paz.
H.R. Yo no siento que Tetris me defina. Ahora lucho por el cambio clim¨¢tico y en ese mundo voy ganando notoriedad. Vivo en Hawai donde trabajo por las energ¨ªas 100% renovables. Tetris no es mi ¨²ltima campanada.
P. ?Cu¨¢nto ha cambiado la industria?, ?podr¨ªa darse hoy un caso como el suyo en el que algo que empieza tan peque?o conquista el mundo?
A.P. Desgraciadamente ahora todo va muy r¨¢pido y los desarrolladores no son precisos ni cuidadosos, hay tanta competencia que se produce mucha basura. Es una pena, pero tambi¨¦n con tal cantidad de t¨ªtulos de vez en cuando aparece alguno que cambia la industria.
H.R. Yo creo que pasa todo el rato. Mira Minecraft, un juego que no se parece a ning¨²n otro y empez¨® como algo peque?o y bum bum bum, se hizo enorme. Y bueno, a m¨ª tambi¨¦n me gusta un jueguecito muy tonto llamado Wordle¡
P. A usted y otros tantos millones de personas. Es cierto que lo cre¨® un tipo en su casa durante el confinamiento¡
H.R. Y aunque est¨¢ basado en otros juegos, como Mastermind, es un muy puro. Yo lo juego con un grupo de hermanos y amigos, los mismos que jugamos al [juego de mesa] Catan. Acumulamos los puntos de Wordle semanalmente y quien gana puede a?adir una nueva regla al Catan.
P. Vaya que es todo un jugador.
H.R. Definitivamente.
P. ?Y usted Alexey?
A.P. Yo hago muchos puzles. Soy m¨¢s matem¨¢tico, me gustan los acertijos, encontrar el misterio tras los n¨²meros y cosas as¨ª.
P. ?Y sigue jugando al tenis? [Tetris es una combinaci¨®n de tetra, cuatro en griego, el n¨²mero de cuadrados que componen las piezas, y tenis, el deporte favorito del dise?ador].
A.P. Soy demasiado viejo, ni me lo recuerdes.
P. ?Y al Tetris?
A.P. A veces por diversi¨®n.
H.R. S¨®lo si tengo que probar algo por el trabajo.
P. ?Y si juegan juntos?
A. P. ?l es m¨¢s agresivo. Y mucho mejor.
P. Qu¨¦ opinan de otros videojuegos, por ejemplo, Super Mario.
H.R. Gran juego. Lo he jugado hasta el final.
A.P. No es mi tipo, pero lo he jugado mucho.
P. ?Candy Crush?
A.P. Es una copia de Bejeweled, que a su vez, estaba basado en un prototipo llamado Breakthrough¡
H.R. Vamos que alg¨²n pobre pringado hizo el original y nunca sac¨® nada porque hay una copia de una copia de una copia¡
A.P. A mi Bejeweled me cabre¨® tanto que hice mi propia versi¨®n. Era una idea genial llevada a cabo de manera muy negligente. Una cochinada de trabajo. Mi versi¨®n, Hexic, era un buen juego, aun me llegan royalties por ¨¦l. Unos 35 d¨®lares al mes [r¨ªe].
P. ?Minecraft?
A.P. Incre¨ªblemente interesante. Un fen¨®meno en la industria. He pasado meses jugando.
H.R. Es oro.
P. ?El juego de supervivencia Fortnite?
A.P. No lo conozco.
H.R. Yo tampoco, pero cuando empec¨¦ a dise?ar juegos tom¨¦ una decisi¨®n, no hacer nunca un juego al que no quisiera que jugaran mis hijos. Una regla muy sencilla.
P. ?Se sienten culpables por el tiempo que nos han hecho perder con el Tetris?
H. R. El Tetris implica una serie de decisiones cada pocos segundos, mientras en la vida haces muchas cosas de forma autom¨¢tica, te levantas, desayunas, vas a trabajar... Igual que no me sentir¨ªa culpable por ponerte a correr en una cinta para que mejores tu salud, no me siento culpable por ejercitar tu mente.
A.P. Ese tiempo que perdiste¡ ?lo pasaste bien o mal? Si lo pasaste bien, m¨¢s que rob¨¢rtelo, te lo regal¨¦.