Muere el escritor Javier Pastor a los 62 a?os
Ajena a las tramas convencionales, su literatura estaba llena de humor c¨¢ustico

El escritor Javier Pastor Seco ha muerto esta madrugada a causa de un c¨¢ncer. Nacido en Madrid en 1962, sus novelas le granjearon un estatus de autor de culto, es decir, prestigioso, pero tambi¨¦n arriesgado, un segundo requisito que cumpl¨ªa a rajatabla, hasta el punto de desconcertar o irritar a una parte de la cr¨ªtica mientras otra se rend¨ªa a sus pies. Su gran valedor fue siempre Juan Goytisolo, y no por casualidad, puesto que su literatura se inscrib¨ªa en la estela de Carajicomedia: los libros de Pastor, deliberadamente al¨¦rgicos a la trama convencional, ten¨ªan mucho que ver con aquel humor arborescente, ling¨¹¨ªstico y c¨¢ustico. Ideol¨®gicamente, la conexi¨®n con Goytisolo no era menos natural en un licenciado en filosof¨ªa que aprendi¨® a la sombra de Javier S¨¢daba y fue profesor en colegios de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza.
Yo conoc¨ª la literatura de Pastor en 2006, cuando Bruguera public¨® Esa ciudad, tal vez su mejor libro, aunque no el primero, puesto que antes ya hab¨ªa dado a conocer, adem¨¢s de algunos trabajos inici¨¢ticos, la novela Fragmenta (Lumen, 1999). Pero Esa ciudad logr¨® llamar la atenci¨®n de la prensa y de los lectores m¨¢s literarios. Nada m¨¢s conocer la noticia de su muerte he desempolvado (literalmente: guardo los recortes de aquella ¨¦poca, desaparecida en redes, en una caja) la rese?a que le dediqu¨¦ entonces. Se nota que me lo pas¨¦ bomba con el libro, al que encontr¨¦ parecidos con Quevedo o Graci¨¢n pero tambi¨¦n con los top¨®nimos, antrop¨®nimos e insultos de Mortadelo. Y aunque entonces yo escrib¨ªa fatal, s¨ª dej¨¦ caer una idea que igual tiene sentido, a saber, que Pastor demuestra que ¡°la realidad supera a la trama, pero no a la ficci¨®n¡±. Sea como sea, por esas p¨¢ginas desfilaban el ¡°Opus gay¡±, el nacionalismo vasco (al que zurraba de lo lindo), el terrorismo, y una escatolog¨ªa bastante liberadora.

Luego vino Mate jaque, que en 2009 supuso su desembarco en la editorial Random House (en aquel momento, Mondadori) y una suerte de consagraci¨®n en el mapa de la literatura exigente espa?ola. Se trata de una novela breve, m¨¢s desconcertante todav¨ªa que la anterior, tambi¨¦n m¨¢s pesimista, a ratos incluso cruel, que gira en torno a una pareja y se sirve de las reglas del ajedrez como recurso compositivo y de los mon¨®logos interiores como estrategia para desdibujar los contornos de cuanto ocurre en ella. La recuerdo inmersiva y mucho menos humor¨ªstica, si bien envuelta en cierta negritud, no exenta de sarcasmo. En todo caso, confirmaba que Pastor era un autor a la contra de la tendencia que por aquel entonces ya hab¨ªa tomado al asalto la narrativa del siglo XXI, es decir, la preeminencia del tema sobre el lenguaje. Justo al contrario que en Mate jaque.
En 2016, Mondadori ya era Random House y Pastor volv¨ªa a las librer¨ªas con Fosa com¨²n, lo m¨¢s parecido que el autor hizo jam¨¢s a un libro ¡°a la moda¡± (no se crean que mucho): era el tiempo de la autoficci¨®n y, un poco como har¨ªa Miguel ?ngel Hern¨¢ndez unos a?os despu¨¦s con El dolor de los dem¨¢s, nuestro novelista rescataba un crimen que afect¨® a una amiga de la infancia para indagar en su propia memoria, que enseguida vinculaba a la del pa¨ªs (el libro viaja a 1975), y que ten¨ªa una traducci¨®n estil¨ªstica compleja, digamos que barroca, desde luego grotesca. Es el m¨¢s irregular de los tres libros que comento aqu¨ª, pero cuidado, el desborde pastoriano manten¨ªa su capacidad de arrastre.
Ahora, la muerte de Pastor ha coincidido con la aparici¨®n de su nueva novela, Lo absurdo. La publica una editorial peque?a, Ediciones del Azar, gracias a la labor de su amigo, el traductor Enrique Gil Delgado. Se trataba de ganarle la carrera a la enfermedad, y se ha conseguido: el autor lleg¨® a tener el libro en sus manos. Su distribuci¨®n ya est¨¢ en marcha, y Pastor dej¨® dicho que Goytisolo se habr¨ªa muerto de risa con ¨¦l. Previsiblemente, nosotros tambi¨¦n. En el caj¨®n (es un decir) quedan m¨¢s materiales in¨¦ditos, entre ellos, otra novela.
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