Sara Correia: ¡°El fado es una aut¨¦ntica terapia¡±
La fadista portuguesa, que lleva cantando en p¨²blico desde los nueve a?os, reivindica sus or¨ªgenes populares como fuente de autenticidad. En marzo act¨²a en Madrid y Zaragoza
Sara Correia (Lisboa, 31 a?os) empez¨® de ni?a a empalmar las casas de fado con el colegio. Ten¨ªa nueve a?os y una desaz¨®n interior que se identificaba con las letras m¨¢s tristes. Una terapia antes de tener conciencia de la terapia. Su fado, que nace de la resiliencia y Chelas, el barrio popular y estigmatizado donde la m¨²sica sal¨ªa de la lucha cotidiana, llega ahora a Madrid (Summum Concert Series, Teatro Bellas Artes, 4 de marzo) y Zaragoza (CaixaForum, 9 de marzo).
Pregunta. ?Qu¨¦ ha aportado Sara Correia al fado?
Respuesta. ...
Sara Correia (Lisboa, 31 a?os) empez¨® de ni?a a empalmar las casas de fado con el colegio. Ten¨ªa nueve a?os y una desaz¨®n interior que se identificaba con las letras m¨¢s tristes. Una terapia antes de tener conciencia de la terapia. Su fado, que nace de la resiliencia y Chelas, el barrio popular y estigmatizado donde la m¨²sica sal¨ªa de la lucha cotidiana, llega ahora a Madrid (Summum Concert Series, Teatro Bellas Artes, 4 de marzo) y Zaragoza (CaixaForum, 9 de marzo).
Pregunta. ?Qu¨¦ ha aportado Sara Correia al fado?
Respuesta. El fado tiene muchas fadistas que ya aportaron muchas cosas. Yo traigo un poco de mi parte m¨¢s salvaje, de mi barrio y de mi forma intensa de cantar. El fado es de todos, pero cada fadista tiene su fado y su forma de interpretarlo con sus emociones y su personalidad. Creo que he tra¨ªdo la garra y la intensidad.
P. La canci¨®n Chelas cuenta su historia. ?Cu¨¢ntas veces le dijeron eso de ¡°esconde tus ra¨ªces¡±?
R. Desde siempre. El problema de venir de un barrio es que acaban por escondernos un poco, parece que no pertenecemos a la sociedad y nos dicen que es dif¨ªcil alcanzar nuestros sue?os. Yo quise demostrar lo contrario, que trabajando mucho y teniendo amor a lo que hago, somos capaces de quebrar cualquier idea y estereotipo.
P. ?Ten¨ªa modelos de fadistas procedentes de barrios que le sirvieran de referente?
R. Casi todas las fadistas son populares. El fado es una m¨²sica del pueblo, nace en la calle, nace de la tristeza, nace de quienes esperaban que los maridos regresasen en los barcos, nace en los callejones.
P. ?Qu¨¦ le dio a Sara Correia crecer en el barrio de Chelas?
R. Fue estupendo. Si yo no hubiese crecido en un barrio as¨ª, yo no tendr¨ªa tanta fuerza ni tanta capacidad ni una maleta llena de tantas cosas dolorosas que me dan m¨¢s fuerza para el camino porque este es un camino muy dif¨ªcil, de mucha lucha. La mejor parte de nuestra vida como fadistas es cuando cerramos los ojos y cantamos, ah¨ª somos leves, pero todo el trabajo y la presi¨®n que tenemos a veces complica nuestro d¨ªa a d¨ªa. Creo que el barrio me dio la firmeza para no desistir.
P. ?Hay todav¨ªa estigmas en Portugal sobre barrios como Chelas?
R. Ha mejorado algo, pero es un largo camino. Los barrios tambi¨¦n est¨¢n desarroll¨¢ndose y eso ayuda. En el m¨ªo, por ejemplo, se va a construir un hospital. Pero es necesario cambiar mentalidades, no dentro del barrio, si no fuera de ¨¦l. Que miren para nosotros como capaces porque la mayor parte de los que crecieron all¨ª trabajan desde los ocho a?os. Nuestros abuelos y padres siguen trabajando, son personas humildes. Hay de todo, yo no puedo decir que no hay cosas malas en el barrio porque las hay, pero eso ocurre en todos lados.
P. Lleva cantando desde ni?a. ?Ha perdido cosas en la infancia y la adolescencia por la m¨²sica o es m¨¢s lo que ha recibido de ella?
R. Creo que es una suma de las dos cosas. Perd¨ª algo de mi infancia, de ser alegre, de vivir las cosas que ten¨ªa que vivir para mi edad¡
P. Adem¨¢s, hac¨ªa m¨²sica de adultos.
R. Y a m¨ª de ni?a solo me gustaban los fados de cortarse las venas, los que m¨¢s dol¨ªan, eran los que m¨¢s me gustaba cantar con nueve a?os. No me sent¨ªa mejor con las cosas alegres. Pero eso tambi¨¦n me dio una fuerza diferente porque, gracias a todos esos a?os pasados, s¨¦ lidiar mejor con mis penas y mis dificultades. Es interesante, creo que el fado me ayud¨® mucho con eso.
P. ?El fado fue la primera terapia?
R. ?timo! Exactamente. Creo que el fado es una verdadera terapia. Si estoy diez d¨ªas sin cantar, siento que necesito cantar urgentemente, por lo tanto, es realmente una terapia. Creo que es cuando nos expresamos m¨¢s y podemos sacar fuera aquello que a veces no queremos decir a nadie. El fado, la m¨²sica, tiene este poder. El fado tiene la capacidad de dejarme c¨®moda con mis penas. Y eso es estupendo.
P. Tuvo dificultades familiares en la infancia. ?Es necesario sufrir para ser un buen fadista?
R. S¨ª, s¨ª.
P. ?Alguien feliz puede cantar bien fados?
R. Puede, puede, todo el mundo tiene derecho a cantar de la forma que sea. Pero para m¨ª no tiene mucho sentido un fadista que no es capaz de estar a gusto con la tristeza como lo est¨¢ con la alegr¨ªa. La vida y la muerte est¨¢n a la par, nosotros aceptamos la muerte como aceptamos la vida, aceptamos la alegr¨ªa como aceptamos la tristeza, forma parte de nosotros. Yo consigo cantar cosas tristes y extraer buenas cosas de ellas. Es mi terapia para sentirme alegre despu¨¦s y volver a la tristeza sin tener problemas.
P. ?Qu¨¦ pierde el fado cuando sale de la casa de fados y sube a un escenario?
R. Cuando cantamos en casas de fados, cantamos al o¨ªdo de las personas. Vamos all¨¢ a buscar las energ¨ªas para llevar luego al escenario donde est¨¢n las luces o los aplausos. Es un respeto diferente. La casa de fados es nuestra iglesia y luego llevamos eso al resto del mundo. La casa de fados es un susurro, una oraci¨®n.
P. ?Tambi¨¦n fue presentada como la sucesora de Am¨¢lia Rodrigues?
R. Forma parte de la tradici¨®n. Todas hemos pasado por ah¨ª. El mayor t¨¦rmino de comparaci¨®n que existe es con Am¨¢lia, aunque yo lo considero equivocado. Solo hay una Am¨¢lia, s¨®lo hay una Sara, cada fadista es ¨²nica.
P. En una entrevista se defin¨ªa como alguien af¨ªn a las cosas antiguas.
R. Que ten¨ªa un alma antigua. Desde peque?a siempre escuch¨¦ fados y viv¨ª con cosas que ahora la gente le dice vintage. Siento que con mi edad no me gustan cosas que le gustan a la gente de mi edad.
P. ?Por ejemplo?
R. Odio las discotecas, no me gusta el ruido. Prefiero estar con amigos, comer bien, beber un vino, tener m¨²sica baja y lograr escuchar a las personas que est¨¢n a mi lado. No soy mucho de locuras. Me gusta m¨¢s estar sosegada. Siempre he sido as¨ª. Prefer¨ªa estar en una casa de fados con gente mayor que estar con gente de mi edad.
P. ?Enfrent¨® problemas espec¨ªficos por ser mujer?
R. Parece que las mujeres nunca tenemos el mismo valor que un hombre. Tenemos que probar m¨¢s. Por otro lado, somos m¨¢s fuertes, unas guerreras que tenemos que romper muchas cosas.
P. ?Cu¨¢ndo empez¨® a cantar en p¨²blico?
R. A los nueve a?os. Comenc¨¦ cantando en una casa de fados que ya no existe, Jardim do Pozo Bispo, los fines de semana. A veces cantaba y luego iba a la escuela. Antiguamente entrabamos a las ocho de la tarde y sal¨ªamos a las cinco o seis de la ma?ana. Era una locura, pero fue cuando m¨¢s aprend¨ª.
P. Fue muy precoz.
R. Me vino bien, me dio mucho bagaje. Hago terapia desde los nueve a?os.