Cuatro excelentes apuestas negras de cuatro editoriales peque?as

Entramos en el oto?o con muchas ganas de leer y hemos sacado unos cuantos ratos para dedic¨¢rselos a libros que no tendr¨¢n monta?as de ejemplares en la entrada de las grandes superficies, publicados con mimo por editoriales que lo tienen m¨¢s complicado en el panorama actual. Quiz¨¢s por esto son todo recuperaciones de novelas de otros tiempos, relatos y un curioso ensayo, pero el viaje no deja de merecer la pena por ello. Pasen y lean.

Los alcatraces, Anne H¨¦bert (Impedimenta, traducci¨®n de Luisa Lucuix Vene...

Entramos en el oto?o con muchas ganas de leer y hemos sacado unos cuantos ratos para dedic¨¢rselos a libros que no tendr¨¢n monta?as de ejemplares en la entrada de las grandes superficies, publicados con mimo por editoriales que lo tienen m¨¢s complicado en el panorama actual. Quiz¨¢s por esto son todo recuperaciones de novelas de otros tiempos, relatos y un curioso ensayo, pero el viaje no deja de merecer la pena por ello. Pasen y lean.

Los alcatraces, Anne H¨¦bert (Impedimenta, traducci¨®n de Luisa Lucuix Venegas). Con el cuidado habitual en todo lo que hacen, los de Impedimenta nos traen una nueva edici¨®n, bien traducida, con una portada poderosa, de esta enorme novela, premio F¨¦mina 1982. Dos adolescentes admiradas por su belleza desaparecen en un pueblo canadiense llamado Griffin Creek, una desgracia que sirve a la autora para contarnos la vida de esta localidad a trav¨¦s de los oscuros personajes que van pasando por el relato.

Todo funciona en este libro de resonancias faulknerianas: la descripci¨®n de la miseria de las gentes de este pueblo, la fuerza del joven Stevens, elemento disruptor, gran sospechoso. Las obsesiones sexuales o religiosas de uno u otros, los cambios de registro para cada voz, la descripci¨®n de una naturaleza ingobernable que manda en la vida de los lugare?os, todo es impecable. Ahora, si son fans del policial cl¨¢sico, este no es su sitio. Aqu¨ª el crimen, que se resuelve y bien, es la excusa para un gran despliegue literario y no aparece como tal, antes es solo una sombra, hasta la mitad del relato. Pero, ?qu¨¦ importa? Mientras, disfruten del espect¨¢culo.

Asesinato el Par¨ªs- Marsella, S¨¦bastien Japrisot (Tres Puntos, traducci¨®n de Mauricio Electorat). S¨¦bastian Japrisot, pseud¨®nimo de Jean Baptiste Rossi, no es un autor muy presente en espa?ol. La editorial Tres Puntos, hermana de la chilena Tajamar, nos trae esta novela, elegida en el puesto 53 de las 100 mejores novelas negras en franc¨¦s por la publicaci¨®n especializada Sang Froid. La muerte de una mujer estrangulada en de un tren nocturno lleva al inspector Grazzi a investigar los hechos. Para ello recoge los testimonios de los testigos que compartieron viaje con la v¨ªctima con el peque?o problema de que van muriendo uno a uno. Excelente prosa (que se disfruta en espa?ol gracias a la buena traducci¨®n del escritor Mauricio Electorat), gran personaje investigador, buena resoluci¨®n para una muestra m¨¢s de lo amplio y fecundo que es el g¨¦nero en Francia. Japrisot, fallecido en 2003, fue director de cine, traductor y muchas m¨¢s cosas, pero sus novelas negras, un divertimento para ¨¦l, est¨¢n entre lo mejor de su ¨¦poca.

El h¨¦roe, Lee Child (Blatt & Rios, traducci¨®n de Aldo Giacometti). Es la primera obra de no ficci¨®n del creador de Jack Reacher (de cuya iglesia de fieles irredentos formo parte) y es una nueva muesca en el rev¨®lver de esta editorial argentina empe?ada en que leamos a este maestro de la acci¨®n y que lo leamos bien. Ya han publicado cinco libros entre novelas y relatos. ?Y qu¨¦ tenemos aqu¨ª? Pues un l¨²dico ensayo sobre el h¨¦roe a lo largo de la historia escrito por uno de los escritores contempor¨¢neos que m¨¢s ¨¦xito ha tenido a la hora de crear uno. Y, de regalo, un art¨ªculo sobre los or¨ªgenes de Jack Reacher, c¨®mo llega hasta ¨¦l, ciertas decisiones curiosas que dieron como resultado al gigant¨®n n¨®mada que reparte justicia y rompe caras por igual. ?Por qu¨¦ se llam¨® Jack? ?C¨®mo eligi¨® su antiguo trabajo militar?

Indispensable para los fans, es tambi¨¦n un buen trabajo para quienes quieran empezar a leerlo ahora. Las novelas de estos locos argentinos, traducidas con acierto por Giacometti, son un buen inicio.

Aqu¨ª les dejo un reportaje sobre el fen¨®meno Jack Reacher y la fascinaci¨®n que genera en ciertos intelectuales.

Cr¨ªmenes de autor (Siruela, edici¨®n y pr¨®logo J.A. Molina Foix). Despu¨¦s de la deliciosa Cr¨ªmenes a la francesa y de la divertida y bienvenida El cuerpo del delito, Siruela sigue adelante con su labor de rescatar a los cl¨¢sicos con esta nueva antolog¨ªa que tiene al mismo editor y est¨¢ en esa colecci¨®n de tapa dura en la que encontramos tambi¨¦n a E. C. Bentley o Michale Innes, por citar solo dos ejemplos. ?Qu¨¦ encontramos esta vez? Damos la palabra a su editor: ¡°Aparte de la extensa n¨®mina de narradores adscritos al g¨¦nero policial que suele ser su referente, otra serie de escritores de todo tipo no han logrado resistirse, como no pod¨ªa ser menos, a su indudable atractivo y han probado ocasionalmente a hacerlo suyo con mayor o menor acierto. De entre todos estos francotiradores he seleccionado para esta antolog¨ªa a una veintena de autores de primer¨ªsima fila que no dudaron en intentarlo, aunque sus notables resultados hayan quedado sepultados, a mi juicio injustamente, por sus reconocidas obras mayores¡±. Entre ellos, Guy de Maupassant, Benito P¨¦rez Gald¨®s, Robert Louis Stevenson, Rudyard Kipling, Jack London, Mark Twain, Walt Whitman, Emilia Pardo Baz¨¢n¡­