El fantasma de Nick Cave vuelve habitar la tierra de los muertos
El m¨²sico, que dedic¨® uno de sus discos m¨¢s dolorosos a su hijo Arthur, fallecido en 2015, pierde a un segundo hijo cuando llevaba a?os luchando por encontrar la paz existencial
Cuando Nick Cave public¨® Ghosteen, el abrumador ¨¢lbum dedicado a la muerte de su hijo Arthur, dijo la siguiente frase para referirse a c¨®mo hab¨ªa empezado a ver el mundo marcado por el dolor de tan terrible p¨¦rdida: ¡°Existe un coraz¨®n puro, pero a su alrededor es un caos¡±. Ghosteen, un ambicioso disco formado por dos partes llamadas Los Hijos y Los Padres, era todo un viaje a la b¨²squeda de la pureza en mitad del caos.
Nick Cave acaba de perder un segundo hijo, Jethro, fruto de una relaci¨®n que tuvo previa a la de su actual esposa, Susie, y madre del otro hijo fallecido. Arthur ten¨ªa 15 a?os cuando muri¨® en 2015 al precipitarse por un acantilado tras tomar drogas alucin¨®genas. Jethro, por su parte, ten¨ªa 31 a?os cuando el lunes se supo que hab¨ªa muerto, aunque no han trascendido las causas de su fallecimiento.
Jethro era un hijo del m¨²sico australiano que no tanta gente conoc¨ªa, en parte porque no sal¨ªa en el aclamado documental 20.000 d¨ªas en la Tierra. En esa pel¨ªcula, se retrataba el proceso creativo de Cave, pero tambi¨¦n se mostraba su complicidad familiar con su esposa Susie y sus hijos gemelos Arthur y Earle en la localidad brit¨¢nica de Brighton, donde el m¨²sico vive desde hace unos a?os.
Jethro naci¨® como un hijo desamparado de la figura de su padre. Se crio en Australia con su madre, Beau Lazenby, y de ella tom¨® su apellido antes que el de su padre. ?El motivo? Cave tard¨® siete a?os en conocer a Jethro. Buena parte de esta ausencia se debi¨® a los locos vaivenes de un m¨²sico que destac¨® por saber llevar tan visceralmente una existencia marcada por los excesos con las drogas, los tormentos y los bajos fondos existenciales.
Cuando Jethro lleg¨® al mundo, su padre estaba metido en una espiral autodestructiva que, al menos, le llev¨® a crear un personaje art¨ªstico de gran impacto en la escena independiente del rock en los noventa. Las mejores canciones de Nick Cave eran como abismos que se abr¨ªan en mitad de la existencia. No dejaban rehenes. Como ¨¦l mismo reconoci¨®: ¡°Tengo dos facetas: una es constructiva, la otra tremendamente destructiva¡±. Esa otra faceta tremenda se plasm¨® en una m¨²sica desfasada, violenta, tr¨¢gica y dolorosamente po¨¦tica. Referirse a Nick Cave, que empez¨® a consumir hero¨ªna en el instituto y luego intensific¨® su adicci¨®n en su temprana carrera musical al mezclarla con speed, coca¨ªna y alcohol, era reconocer al trasnochador m¨¢s indomable y con m¨¢s fantasmas en la cabeza de la ciudad. Un tipo que solo sab¨ªa moverse por el lado salvaje.
Incapaz de ser una persona con los pies en una vida cotidiana e instalado en una err¨¢tica existencia de carretera y camerinos llenos de perdiciones noct¨¢mbulas, Nick Cave ignor¨® durante varios a?os a su hijo Jethro, quien con el tiempo se dedic¨® al cine y la moda. Tristemente, el joven reci¨¦n fallecido sufr¨ªa una esquizofrenia que le empujaba a ser violento con sus seres m¨¢s cercanos, como su madre y su novia.
¡°Existe un coraz¨®n puro, pero a su alrededor es un caos¡±, dec¨ªa Cave tras la muerte de su hijo Arthur. Un coraz¨®n puro. Despu¨¦s de muchos a?os de morder el polvo y no poder soltar la aguja y la botella, el m¨²sico consigui¨® reconocer la existencia de ese coraz¨®n en mitad de un mundo tan confuso. La reconoci¨® y supo adem¨¢s sujetarse a ella como un n¨¢ufrago a una tabla de madera. Cave se instal¨® en Brighton, se cas¨®, tuvo dos hijos gemelos y se esforz¨® por recuperar la relaci¨®n con su hijo Jethro, con el que se le vio en eventos p¨²blicos relacionados con sus pasarelas o estrenos.
La muerte de Arthur llev¨® a Cave a componer uno de los ¨¢lbumes m¨¢s desgarradores de su carrera, pero tambi¨¦n de los ¨²ltimos a?os en la m¨²sica popular. Con esa nebulosa instrumental absorbente, Ghosteen, en el fondo, dejaba un diminuto resquicio para hallar la luz en plena oscuridad. Era como la enso?aci¨®n de un ser vivo convertido en fantasma en la tierra de los muertos para simplemente encontrar un territorio compartido entre los que ya no est¨¢n y los que todav¨ªa no se han ido.
Ghosteen comenzaba con este estribillo atornillado de tristeza en Spinning Song: ¡°La paz llegar¨¢ para nosotros¡±. Y acababa con este otro, tambi¨¦n implorante en la ¨²ltima canci¨®n Hollywood: ¡°Solo estoy esperando ahora a que la paz llegue¡±. Sin principio ni final, Ghosteen era un disco circular que mostraba un paisaje asombroso de culpabilidad, pena, humanidad y un lejano aliento de redenci¨®n. Hoy vuelve a estar m¨¢s vigente que nunca para Nick Cave. ?C¨®mo se vuelve a transitar ese paisaje? ?C¨®mo se puede todav¨ªa creer en un coraz¨®n puro en un territorio donde todav¨ªa reina el caos? ?Cu¨¢ndo llegar¨¢ la paz? Esa s¨²plica ahora mismo solo Nick Cave sabe lo que pesa, lo que significa.
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