Cuando el compromiso y la suerte se al¨ªan
El premio nacional de fotograf¨ªa Gervasio S¨¢nchez lleva m¨¢s de 40 a?os documentando conflictos armados. Multifac¨¦tico y met¨®dico, confiesa que su carrera despeg¨® gracias al consejo de otro grande del reporterismo. Se encuentra ultimando Vidas minadas, 25 a?os, que homenajea a supervivientes de la guerra
Para llevar m¨¢s de media vida detr¨¢s de la c¨¢mara, Gervasio S¨¢nchez (C¨®rdoba, 1959) no se desenvuelve mal delante de ella. Est¨¢ tranquilo, recurre a sus propios trucos como fot¨®grafo para pon¨¦rselo f¨¢cil al compa?ero de EL PA?S: las dos piernas firmes y sin cruzar; el cuerpo, ligeramente ladeado; ment¨®n alto... ¡°?Camisa, por dentro o por fuera?¡±, bromea S¨¢nchez, colaborador habitual del diario Heraldo de Arag¨®n desde hace d¨¦cadas. Posa, orgulloso, delante de tres de las im¨¢genes que componen su trabajo Vidas minadas, 25 a?os, un proyecto fotoperiod¨ªstico que inici¨® en 1995 y que ver¨¢ la luz el pr¨®ximo 28 de septiembre en la sala de exposiciones La Lonja, en Zaragoza. Tambi¨¦n en formato libro recorrer¨¢ varias ciudades espa?olas en su presentaci¨®n.
Precisamente, la fotograf¨ªa que muestra a una madre y su beb¨¦ tumbadas, Sof¨ªa y Alia, le vali¨® en 2008 el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, otorgado por EL PA?S. Un a?o despu¨¦s, recibir¨ªa el Premio Nacional de Fotograf¨ªa, del Ministerio de Cultura, por su compromiso con la fotograf¨ªa como herramienta de denuncia de la violencia en los conflictos armados. Aunque la realidad es que la labor de Gervasio S¨¢nchez ha sido reconocida tantas veces que sus premios y galardones necesitan m¨¢s de dos folios.
Ha escogido ¨¦l mismo las tres fotos ante las que posa en la imagen de m¨¢s abajo y que, con mimo, ha preparado su buen amigo, el tambi¨¦n Premio Nacional de Fotograf¨ªa Juan Manuel Castro Prieto, en su laboratorio Auth¡¯s Spirit, a unos metros de la Gran V¨ªa madrile?a, donde se realiza la sesi¨®n de fotos y esta entrevista. Si le preguntasen cu¨¢ndo dispar¨® cada una, S¨¢nchez responder¨ªa, sin dudar, la fecha exacta: ¡°Cuando muestro mis fotograf¨ªas suelo describir el momento, el d¨ªa de la semana... Y, a veces, la gente se piensa que les estoy vacilando¡±, cuenta. ¡°?Que no me cre¨¦is? Pues coged vuestros m¨®viles y comprobadlo¡±, se r¨ªe.
P. Puede presumir de buena memoria...
R. Me acuerdo incluso de cosas que viv¨ª de muy peque?o, como cuando dejamos C¨®rdoba y nos mudamos a Barcelona. Yo ten¨ªa apenas tres a?os, pero no olvidar¨¦ nunca la cara de mi madre llorando en la estaci¨®n, despidi¨¦ndose de mis abuelos. Llevaba a mi hermana en brazos; mi hermano y yo and¨¢bamos. Metimos las maletas y dejamos atr¨¢s nuestra vida all¨ª.
P. ?Se ha visto reflejado en esos ni?os que protagonizan muchas de sus im¨¢genes?
R. Yo fui un ni?o que empez¨® a trabajar muy pronto, no con malos tratos ni explotaci¨®n, pero con 11 a?os ya estaba matando sellos con mi abuelo, que era cartero. Con 13, empec¨¦ en un supermercado y, con 15 a?os, en un restaurante. Quiz¨¢s mi vinculaci¨®n con el trabajo infantil me ha hecho siempre acercarme a esas historias de ni?os que est¨¢n obligados a un tipo de vida as¨ª, donde nadie les deja elegir.
P. Los sellos tuvieron algo que ver con que acabase dedic¨¢ndose a esto...
R. Comenc¨¦ a coleccionar sellos de ni?o, sellos de todas partes del mundo. Memorizaba las capitales de los pa¨ªses e imaginaba que viajaba a todos ellos. En alg¨²n momento de la adolescencia, cre¨ª que el periodismo me permitir¨ªa viajar de verdad. Despu¨¦s me empez¨® a interesar la informaci¨®n internacional y, para cuando comenc¨¦ la universidad, ya ten¨ªa claro que quer¨ªa dedicarme a cubrir conflictos armados.
P. ?Cu¨¢l fue el primero?
R. Fue algo accidental. En septiembre de 1980, hab¨ªa planeado con dos de mis mejores amigos visitar Turqu¨ªa. Once d¨ªas antes de que lleg¨¢ramos, se produjo un golpe de Estado. Mis amigos quer¨ªan suspender el viaje, y yo les contest¨¦ que si estaban locos. ?Tanques en las calles, tiros, toque de queda...? Ah¨ª era precisamente donde ten¨ªamos que estar. Luego no fue tan peligroso.
Cuatro a?os m¨¢s tarde, ya acabados sus estudios de Periodismo en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Gervasio S¨¢nchez comenz¨® su carrera profesional cubriendo conflictos armados en Am¨¦rica Latina hasta 1992. Tambi¨¦n document¨® las atrocidades cometidas en las principales guerras del final del siglo XX en Yugoslavia, ?frica y Asia. Ha trabajado como enviado especial de guerra para el Heraldo de Arag¨®n. Su ¨²ltima cobertura de guerra ha sido la de Ucrania. Desde 1994, tambi¨¦n colabora con medios radiof¨®nicos como la Cadena SER y el servicio espa?ol de la BBC. S¨¢nchez no se decanta por ninguno de los formatos.
MI DEFINICI?N
¡°El talento es ser capaz de inspirar a los dem¨¢s¡±
P. ?No se siente m¨¢s a gusto en alguno de ellos?
R. Dependiendo del momento, puede ser m¨¢s conveniente uno que otro. Cuando los manejas todos, se producen sinergias. Siempre me han dicho que mis cr¨®nicas literarias y radiof¨®nicas son muy gr¨¢ficas, probablemente porque necesito entrar hasta el frente de batalla para sacar la fotograf¨ªa y desde ah¨ª puedo ver todo. Recuerdo que, durante la guerra en Ruanda, en 1994, al gran I?aki Gabilondo le gustaba pedirme ¡®la foto del d¨ªa¡¯ para su Hoy por hoy [el programa matinal de la Cadena SER]; yo le describ¨ªa lo que ve¨ªa.
P. ?Cree en la suerte?
R. Por supuesto, he sorteado a la muerte en numerosas ocasiones. A veces incluso por una decisi¨®n del ¨²ltimo minuto: ir por una calle y no otra en la que cinco minutos m¨¢s tarde ca¨ªa un proyectil. Haber sobrevivido a lo que muchos otros compa?eros no han sobrevivido me convierte, sin duda, en un tipo muy afortunado.
Adem¨¢s de su trabajo para prensa, S¨¢nchez ha publicado diferentes proyectos documentales sobre los conflictos que ha cubierto. A libros como El cerco de Sarajevo (Complutense, 1994) y Vidas minadas (Blume, 1997) les ha seguido m¨¢s de una decena de publicaciones. Si algo caracteriza su trabajo es el seguimiento de los personajes a lo largo de los a?os, como muestra en el documental ?lbum de posguerra (2021), en el que el fot¨®grafo se reencuentra 30 a?os despu¨¦s ¡°con aquellos ni?os que jugaban bajo las bombas en Sarajevo¡±. Para Vidas minadas, 25 a?os (Blume, 2023), S¨¢nchez tambi¨¦n ha revisitado a las v¨ªctimas de minas antipersona que ya fotografi¨® en los noventa en pa¨ªses como Afganist¨¢n, Angola o Camboya. A continuaci¨®n, se muestra una selecci¨®n de fotograf¨ªas realizada por el propio S¨¢nchez para esta entrevista.
¡°Durante la guerra entr¨¦ decenas de veces en las ruinas de la biblioteca de Sarajevo. Aquel d¨ªa la luz era maravillosa. De repente, apareci¨® el rayo de luz e hice mi fotograf¨ªa m¨¢s ic¨®nica¡±
Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), julio de 1993
¡°Durante muchos a?os intent¨¦ encontrar a estas ni?as. En 2019 me lleg¨® la noticia de que las cuatro estaban vivas. Sus vidas de adultas transcurr¨ªan en cuatro puntos distintos de Europa¡±
Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), febrero de 1994
¡°Liberia fue una guerra protagonizada por ni?os soldados. Se drogaban y mataban con bastante naturalidad. La capital liberiana fue destruida por los combates encarnizados. Solo un ni?o es capaz de intentar volar como Mary Poppins en medio de las ruinas¡±
Monrovia (Liberia), mayo de 1995
¡°Muchas veces me he preguntado: '?Qu¨¦ har¨ªa yo si un fot¨®grafo intentara tomar una imagen de mi abrazo con mi hijo muerto?'. Posiblemente lo estrangular¨ªa. Pero aquellos padres desechos me dieron las gracias y me pidieron que aquella imagen diera la vuelta al mundo¡±
Pirana (Kosovo), julio de 1998
¡°Centenares de miles de albanokosovares fueron deportados a Albania. Estas dos ni?as levantaron el toldo del carromato y sus ojos agotados y tristes alumbraron durante unos minutos aquel desgarrador escenario¡±
Kukes (Albania), marzo de 1999
¡°Estos ind¨ªgenas ixiles acaban de recibir los ata¨²des con los restos de sus hijos de corta edad. Hab¨ªan desaparecido en 1982 y los recib¨ªan 28 a?os despu¨¦s identificados por los equipos de la Fundaci¨®n de Antropolog¨ªa Forense de Guatemala¡±
Nebaj (Guatemala), febrero de 2010
¡°Aquel d¨ªa Espa?a gan¨® el Mundial de f¨²tbol. Pero ?qui¨¦n recuerda el funeral de estado ocurrido esa misma ma?ana en Srebrenica (Bosnia-Herzegovina) por v¨ªctimas de la limpieza ¨¦tnica y religiosa durante la brutal guerra balc¨¢nica?¡±
Srebrenica (Bosnia-Herzegovina), 11 de julio de 2010
P. ?Ha sacrificado algo de su vida por este oficio?
R. A mi familia. Es cierto que me he perdido momentos de la vida de mi hijo, que ahora tiene 25 a?os. Pero, a cambio, creo que le he inculcado una manera diferente de ver el mundo, el gusanillo de viajar, pero viajar bien, acerc¨¢ndote a la gente y a su cultura, descubrir por qu¨¦ viven c¨®mo viven, qu¨¦ les interesa... Solo as¨ª te das cuenta de las razones que tiene tu vecino migrante para haber dejado su pa¨ªs. Viajar es la vacuna contra la ignorancia.
El talento del
periodista
Dice Gervasio S¨¢nchez que no hubiera podido desarrollar su pasi¨®n por el periodismo si no fuera tan ordenado y met¨®dico como es.
El talento del
viajero
Ha visitado m¨¢s de 100 pa¨ªses a lo largo de su vida, aunque no todos estaban en conflicto. Su objetivo: visitar todos los pa¨ªses del mundo antes de morir.
Desde 2001, Gervasio S¨¢nchez dirige el Seminario de Fotograf¨ªa y Periodismo de Albarrac¨ªn (Teruel), una de las citas anuales del gremio de la comunicaci¨®n m¨¢s importantes del pa¨ªs. ¡°Espa?a es un pa¨ªs muy talentoso. Esta nueva generaci¨®n de fot¨®grafos, especialmente mujeres, vienen pisando fuerte, tienen mucho que contar y muchas ganas y formas diferentes de hacerlo¡±, celebra el premio nacional de fotograf¨ªa.
P. ?Qu¨¦ consejo le dieron a usted que le gustar¨ªa traspasar?
R. Mi carrera profesional tuvo un punto de inflexi¨®n en el a?o 90, en Ayacucho (Per¨²), gracias a un encuentro con uno de los grandes de la fotograf¨ªa, cuyo nombre prefiero no revelar. Me dijo: ¡°Gervasio, busca tu propia forma de mirar¡±. En ese momento, sus palabras me golpearon el ego, pero le hice caso. Esa decisi¨®n acab¨® mejorando sustancialmente mi trabajo. Yo trasladar¨ªa eso mismo: la importancia de ser humilde, de escuchar las cr¨ªticas, siempre que sean constructivas, y perseverar.